El precio del aceite de oliva se disparó en agosto de 2023 un 52,5% respecto al mismo mes de 2022, su mayor subida interanual en 21 años, y aumentó un 8,7% respecto al mes de julio, según los datos del IPC publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero ¿cómo ha evolucionado en los últimos 10-15 años?
En concreto, desde marzo de 2021 hasta agosto de este año, el precio del aceite de oliva se ha encarecido un 114,8%, es decir, más del doble. El también llamado oro líquido acumula hasta agosto 28 meses consecutivos de ascensos interanuales, con crecimientos de dos dígitos en los últimos 27 meses.
La senda ascendente
Tal y como se aprecia en el gráfico a continución, el precio del aceite de oliva empezó su actual senda ascendente en abril de 2021, cuando se registró un repunte interanual del 2%, que en mayo se amplió al 5%. A partir de ahí y durante 27 meses consecutivos, se ha encarecido a tasas de dos dígitos.
Los agricultores apuntan a la sequía como el origen de los mayores precios del aceite de oliva. La falta de agua ha causado, por segundo año consecutivo, una mala cosecha, pues la producción no ha alcanzado los niveles necesarios para satisfacer la demanda.
La evolución del precio del aceite de oliva
Tal y como se aprecia en el gráfico superior, nunca antes el aceite de oliva había encadenado tantos meses consecutivos al alza. Además, durante la anterior crisis económica (2008), el precio de este oro líquido se mantuvo bastante plano, incluso con una ligera tendencia a la baja.
Sin duda, el encarecimiento del aceite de girasol a raíz de la invasión rusa de Ucrania y los motivos anteriormente citados han desencadenado una tormenta perfecta que sufren los consumidores al comprar este producto imprescindible de la dieta mediterránea.