La industria cosmética utiliza todo tipo de reclamos publicitarios y supuestos sellos de calidad para vender sus productos, y el consumidor ya no sabe qué pensar ni cómo leer el envase de un tubo de crema. ¿Son honestas las grandes marcas o presumen de lo que carecen? ¿Cuáles practican el denominado greenwashing, que consiste en presentar un producto como respetuoso con el medioambiente cuando en realidad no lo es? ¿Hasta qué punto son capaces de hacer postureo para aumentar sus beneficios? “El problema que tiene el sector de la cosmética es que es poco creíble en su conjunto. Genera un gran volumen de negocio, pero la credibilidad es pobre”, expone a Consumidor Global Mar Jal i Mora, directora técnica y responsable de I+D de Laboratorios Magriña, especializados en el mercado de cosmética de farmacia.
Por eso mismo, en un momento en el que las ventas de productos de belleza y cuidado de la piel han aumentado el 23% en el último año, y en el que los consumidores piden más transparencia y honestidad a las marcas, el Informe de influencia de marcas de belleza ética elaborado por la asociación de consumidores británica Which? resulta esclarecedor.
Las marcas de cosmética más éticas
Dicho estudio consiste en un análisis en profundidad de las 45 marcas cosméticas más vendidas en el Reino Unido --la mayoría también se comercializan en España-- en base a cuán respetuosas son con el medioambiente, a si sus productos están libres de crueldad animal, al bienestar de sus trabajadores o al origen de sus ingredientes, entre otros parámetros.
Tal y como se aprecia en el siguiente gráfico, The Body Shop lidera el ranking al ser la única marca que solo suspende uno de los diez parámetros analizados. Mientras que marcas como Revlon, Liz Earle y L’Oréal son las peor paradas con seis, cinco y cuatro suspensos respectivamente.
La revolución será vegana o no será
De las 45 marcas de cosmética más vendidas en Reino Unido solo seis --Cover Fx, Aveda, Kvd Vegan Beauty, Lush, B. Cosmetics y Mua Make Up-- ofrecen productos 100% veganos; 25 tienen opciones sin ingredientes de origen animal; y 14 no siguen esta tendencia que ha incurrido con fuerza en el mercado de la belleza con un valor de mercado global de 12.800 millones de euros en 2020. Una de las últimas en subirse al carro de la belleza limpia ha sido Kylie Cosmetics, mientras que The Body Shop ha anunciado que en 2023 todos sus productos serán veganos,
La economía circular, el veganismo, la biodegradabilidad, el ahorro de agua y el cruelty free son tendencia, pero la gran tendencia, que en parte engloba a todas las anteriores, “es el clean beauty”, apunta Jal i Mora. La belleza limpia consiste en utilizar menos ingredientes, y que estos sean respetuosos con el medioambiente. “Las grandes tiendas optan por el clean beauty”, insiste la experta.
‘Cruelty free’ y vender a China, incompatible
Muchas empresas publicitan en sus páginas web que sus productos están libres de crueldad animal, pero luego, o bien venden a China, donde los productos deben someterse a pruebas con animales, o bien no obtienen la certificación de PETA o la aprobación de Leaping Bunny, que “sí son una garantía de que un sello es riguroso y está avalado por una entidad regularizadora seria y homologada”, apunta Jal i Mora.
Sin embargo, según esta especialista, presumir de que una crema es cruelty free en Europa a día de hoy no tiene sentido porque es un tema que está reglamentado y es de obligado cumplimiento desde hace más de una década. “Todo lo que sea defender la causa animal vende, pero el veganismo sí es una tendencia integral que acabará imponiéndose. Incluso en China empiezan a virar un poco para abrirse a nuevos mercados”, explica la experta.
Bienestar laboral
Otro de los aspectos sobre el que hace hincapié el informe elaborado por Which? es la situación laboral en la que se encuentran los empleados en las marcas cosméticas de éxito. En este punto, según las reseñas de la plataforma Glassdoor, la empresa que obtuvo una mejor puntuación (4,4 sobre 5) por parte de sus empleados es Max Factor. También cabe destacar que 40 de las 45 marcas tienen una Declaración de esclavitud moderna o una Ley de cadena de suministro, hecho que hace pensar que toman las medidas pertinentes para evitar la explotación laboral de sus empleados.
En cuanto al certificado B-Corp, que solo obtienen aquellas empresas que se comprometen a cumplir unos elevados estándares sociales y medioambientales, The Body Shop es la única marca de belleza que cuenta con él. “Las empresas grandes hacen acciones para maquillar sus defectos. La dificultad está en saber diferenciar a los mentirosos. Leer la letra pequeña casi siempre ayuda”, sentencia Jal i Mora.