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¿Todavía es rentable el coche eléctrico tras la subida de la luz?

Para muchos, el coste de cargar la batería de este tipo de vehículos se ha disparado, pero el precio de la gasolina se ha incrementado el 27% en 2021

Teo Camino

Un Smart en un punto para cargar coches eléctricos en España / PIXABAY

¿Eléctrico o gasolina? ¿Ser o no ser respetuoso con el medioambiente? De media, los coches de cero emisiones son entre 5.000 y 15.000 euros más caros que sus homólogos de combustible, pero ¿son rentables al funcionar sin gasolina? ¿Cómo afectan los precios récord de la luz a la hora de hacer la recarga?

Está claro que la subida del precio de la luz es “una barrera” que no favorece el paso al eléctrico, “pero no hay que olvidar la enorme subida de la gasolina en paralelo”, apunta Henrik Bergman, director en España y Portugal de la empresa de cargadores para coches eléctricos Charge Amps. “Sin duda es una traba ante el reto de la descarbonización, porque este encarecimiento de la movilidad sostenible provoca que la amortización de un vehículo eléctrico tarde más”, explica Marcos Moure, propietario y fundador de Grupo Moure. Pese a todo, lo cierto es que cargar un coche eléctrico sigue teniendo un coste muy inferior al de llenar el depósito de un coche tradicional.

Eléctrico vs. combustible

El precio de la electricidad ha registrado en los hogares un incremento del 62,8% en 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por su parte, la gasolina y el diésel cuestan hoy el 27% y el 29% más que el año pasado.

Para recorrer 10.000 kilómetros un coche de gasolina consume de media 700 litros, un diésel 600 y un eléctrico requiere 2.000 kilovatios hora en una recarga en horario valle con una tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). Teniendo en cuenta los precios tanto de la luz como del combustible de principios de noviembre, la forma de repostaje que ha experimentado una mayor subida respecto a 2020 es la recarga eléctrica (307 euros más), por encima de la gasolina y el diésel, que han experimentado un incremento de 222 y 186 euros respectivamente. Aun así, incluso tomando como referencia los datos de la luz en el peor escenario posible, recargar un coche eléctrico sigue siendo mucho más barato, pues su coste anual sería de 480 euros, por los 830 del diésel y los 1.047 del de gasolina.

La tarifa importa

“Son cálculos razonables, pero hay que ver qué tipo de contrato se tiene”, expone a Consumidor Global Arturo Pérez de Lucía González, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).

Este experto matiza que aquellos que tenían un contrato en el mercado libre (anterior al encarecimiento de la electricidad) no notan los incrementos del precio de la luz en la factura del hogar. En cambio, la factura sí se ha disparado en aquellos que tienen una tarifa PVPC.

Otras ventajas que marcan la diferencia

La recarga de un coche eléctrico es mucho más económica que la de un coche tradicional, y “si a esto le añades que el mantenimiento de este tipo de vehículos es casi inexistente, que te ahorras impuestos y que no pagas parking en muchas zonas céntricas, la diferencia de precio por kilómetro con el coche de gasolina todavía es mayor”, apunta Bergman.

En la misma línea, Pérez de Lucía recuerda que con el eléctrico también tienes acceso a vías Bus VAO con un solo ocupante. Además, “está previsto que la electricidad empiece a bajar a partir de la primavera de 2022, mientas que el combustible tiene visos de seguir incrementando su coste”, sentencia el experto.