Desde hace un mes, la tierra de la isla de La Palma (Canarias) ruge y expulsa fuego. Un fuego que destroza absolutamente todo lo que encuentra a su paso hasta llegar al mar. Casas, negocios y campos han quedado arrasados. Pero no solo las víctimas directas que ha perdido sus bienes sufren los efectos adversos de este fenómeno natural.
Desde el Colegio de Farmacéuticos han notificado que ya se nota una tendencia al alza en la demanda de medicamentos para controlar los estados de ánimo, los nervios, la ansiedad, el insomnio y la tristeza que sufren los habitantes de La Palma.
Las otras consecuencias de la lava
Así es, los palmeros necesitan medicamentos para conciliar el sueño, según explica el vocal para las Islas Menores del Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Marcelo Rodríguez Muros, en declaraciones a Diario de avisos. Además de pastillas para dormir, también ha aumentado la demanda de ansiolíticos y antidepresivos.
“La gente lo está pasando muy mal, y aunque todavía no tenemos datos sobre el volumen exacto, sí hay compañeros que hablan de un aumento de determinados productos farmacéuticos”, apunta Rodríguez Muros. ”Muchos clientes se desmoronan desde que entonan dos o tres palabras al recordar lo que han tenido que dejar atrás al ser evacuados o lo que el volcán les ha arrebatado”, sentencia el vocal del Colegio.