Los hogares españoles más vulnerables gastarán este año alrededor de un 70 % más, o lo que es lo mismo, unos 550 euros más, en su factura energética que, en 2020, según un estudio de la firma británica de análisis Cambridge Econometrics.
Con este encarecimiento en la factura de la luz, cobra especial importancia el saber si es mejor encender y apagar la calefacción o mantenerla a una temperatura constante las 24 horas. Los expertos nos sacan de dudas.
¿Qué gasta menos energía?
La creencia popular de que la mejor opción es mantener la calefacción encendida a una temperatura constante todo el día está bastante extendida. Sin embargo, los expertos no opinan lo mismo.
Se gasta menos energía apagando la calefacción por la noche y al salir de la vivienda que si se mantiene las 24 horas encendida. De hecho, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDEA) aconseja “ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de las viviendas y apagarla por la noche, ya que cuando estás acostado y arropado no es necesaria la calefacción”.
Los argumentos
Los defensores de apagar y encender la calefacción argumentan que, si la temperatura del hogar baja, después se necesitará más energía para recuperar la temperatura programada. Y es que mantener una temperatura constante de 20 grados, por ejemplo, exige un aporte continuo de energía, puesto que el hogar tiene pérdidas de calor a través de las ventanas, puertas, techos, paredes…
En cambio, cuando se apaga la calefacción, el sistema de calefacción deja de gastar energía para compensar las citadas pérdidas de calor. De hecho, se calcula que cada grado menos de media en nuestra vivienda supone un ahorro de entre un 7 y un 10 % de la energía utilizada. También es verdad que, para recuperar una temperatura confortable, el sistema necesitará energía, pero este consumo, aunque un poco más intenso, se produce durante menos tiempo y el balance resulta positivo.
La importancia del tesmostato
Cabe tener en cuenta que el hecho de que la temperatura de la casa baje requerirá después de algo de tiempo para recuperarla. Para solucionarlo y tener una temperatura agradable en el hogar a la hora de levantarse o al llegar a casa por la tarde, la solución es sencilla: usar un termostato programable que encienda, de manera anticipada, la calefacción.
Programar el encendido con 20 minutos de antelación puede ser suficiente. Además, la reducción nocturna de la calefacción permite ahorrar, al menos, un 10 %, Un descuento nada despreciable.