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Si vives aquí te resultará más fácil recuperar el dinero de tu vuelo cancelado
Las ciudades españolas donde menos se tarda en obtener una indemnización cuentan con una espera media de entre 3 y 5 meses
Uno de los mayores riesgos a los que se expone todo viajero cuando planea una escapada en avión es la cancelación de un vuelo. Cuando esto sucede, los pasajeros tienen derecho a poner una reclamación para que la aerolínea les devuelva el dinero. Sin embargo, el lugar en el que se interpone es clave a la hora de recibir el dinero antes. En algunas ciudades de España el procedimiento puede alargarse hasta más de un año. ¿Dónde es más fácil recuperar el dinero por un vuelo cancelado?
“La ciudad número uno en lentitud es Madrid”, afirma Carlos Corbalán, director de Wings To Claim y abogado. La capital de España es la que más casos de reclamaciones de vuelos recibe, al tener uno de los aeropuertos más importantes del país: Madrid Barajas. Por detrás, a cierta distancia, se encuentra Barcelona, donde resulta más lento el proceso que en Valencia, Murcia o Bilbao. “Aun así, no se puede comparar con lo de Madrid, que es una locura”, insiste Corbalán.
Saturación en los juzgados para reclamar
Según Ekaitz Bacelo, director de Reclamación de Vuelos, en Madrid o Barcelona pueden llegar a pasar entre 9 y 12 meses hasta que se dicta sentencia. A pesar de que en la capital hay 18 Juzgados de lo Mercantil y en Barcelona 12, el elevado número de casos que tienen que gestionar les condena. “Hay muchos ciudadanos y un gran número de procedimientos que hacen que los juzgados se saturen”, analiza Bacelo. “La mayor parte de las reclamaciones se dirigen a Madrid y Barcelona. Todos interponemos reclamaciones en estos juzgados”, comenta Ana Rodríguez, directora de Operaciones de Reclamador.es.
En el extremo contrario se encuentran ciudades como Murcia, San Sebastián, Bilbao, Gijón u Oviedo, que resuelven los casos en un plazo de entre 3 y 5 meses, concreta Bacelo. Corbalán destaca también Valencia y Palma de Mallorca. “Aunque se llegan a ver colapsados en verano, absorben bien las incidencias”, subraya el abogado. Rodríguez coincide en que es la “plaza” más fácil para la gestión de estos asuntos.
La excepción es que la aerolínea pague
Gerardo Ruiz, abogado de Legálitas, defiende que en cada provincia los juzgados asumen un volumen de trabajo distinto. “El volumen de litigiosidad de un juzgado de Barcelona no es comparable con el de uno de Valencia o Murcia, donde la densidad de población es menor”, explica. Además, señala que ésta dependerá del número de funcionarios de cada juzgado y del rendimiento del mismo. Asimismo, en la duración del proceso influye el tipo de procedimiento y la reacción de la aerolínea.
Según expone, si se reclaman menos de 6.000 euros se realiza un juicio verbal, cuyo tiempo de tramitación es de 5 a 6 meses, pero si es mayor la cantidad se tratará de un procedimiento ordinario, que puede tardar hasta año y medio en tramitarse. También puede ocurrir que, una vez dictada sentencia, la compañía aérea no devuelva el dinero, lo cual ralentiza el procedimiento. “Ante esto hay clientes que se desaniman y no siguen adelante. La excepción es que la empresa reconozca al ciudadano y le pague”, admite Ruiz.
Falta de tecnología y voluntad de cambio
Para el especialista de Legálitas la solución pasa por incrementar el número de juzgados para acabar con la saturación de los ya existentes. Sin embargo, asume que “eso implica incrementar el gasto público”. Habría que tener más inversión para más juzgados y personal, sostiene. Por su parte, Corbalán denuncia que “falta tecnología que mejore los procesos internos dentro del juzgado y que promueva que salgan adelante más rápido las causas judicializadas”. En su opinión, las reclamaciones no son tan difíciles para tan excesiva demora y todo depende de la voluntad de cada juzgado de querer un cambio.
La directora de Operaciones de Reclamador.es declara que las plataformas de defensa del consumidor viven “en un siglo avanzado con respecto a los juzgados”. Más allá de esto, Bacelo hace alusión a los requisitos que les piden a los abogados. “Hay margen de mejora y agilización, pero al final la ley es la que es”, zanja.
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