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Los reservados de las discotecas se quedan sin Dom Pérignon y tiran de las últimas botellas de Moët
Locales de ocio nocturno y licorerías alertan sobre el desabastecimiento de champanes y otras bebidas alcohólicas debido a la huelga de transportistas
La rotura de la cadena de suministros derivada de la huelga de transportistas afecta a productos de primera necesidad como la leche o la carne de vacuno. También algunos pequeños placeres cotidianos, como la cerveza del bar, sufren las consecuencias del bloqueo. Incluso los que están acostumbrados a nadar en la abundancia se han topado estos días con la escasez y se han quedado sin sus burbujitas más preciadas: las del champán francés Dom Pérignon. Para pasar el mal trago, aunque tal vez no sea tan elitista, tiran de las últimas botellas de Moët de que disponen en los reservados de las discotecas de moda.
Si en noviembre y diciembre de 2021 era casi imposible encontrar una botella de Moët & Chandon en España debido a un desequilibrio entre la oferta y la demanda, ahora la historia se ha repetido con su hermano mayor, Dom Pérignon, también propiedad del conglomerado multinacional LVMH Moët Hennessy. Y es que los paros han secado el suministro de este champán que se vende por 200 euros en las tiendas especializadas y por más de 400 euros la botella en los locales de ocio nocturno.
Sin Dom Pérignon y cortos de Moët
El principal problema “es el desabastecimiento de Dom Pérignon (normal y rosado) y de Moët & Chandon”, aseguran desde la Federación catalana de locales de ocio nocturno (Fecalon) sobre una escasez de stock que, según dicen, afecta a todos los sectores. El suministro de Moët “está paralizado y nos da problemas, pero todavía tenemos algo en el almacén”, expone a este medio el dueño de la discoteca Sutton de Barcelona, Antonio Cano. “De Dom Pérignon, directamente, no hay producto”, lamenta.
Algunos, como el propietario del club Luz de Gas, presumen de haberse anticipado a la crisis de suministros: “tuvimos vista, hicimos acopio y tenemos Moët para rato”, apunta Fede Sardá sobre este espumoso cuyo precio oscila entre los 130 y los 280 euros en los garitos de moda. Otros, en cambio, se han quedado sin Moët ni Dom Pérignon y buscan alternativas en el mercado para satisfacer a sus clientes. "Intentamos vender marcas menos comerciales como Mumm o Perrier-Jouët", explica a Consumidor Global el dueño de la nueva discoteca Sins Barcelona.
Los problemas se agravan
En el contexto actual, “la gente, en líneas generales, es previsora. Pero la situación se puede agravar esta misma semana si los pedidos mínimos no empiezan a llegar”, apuntan desde Fecalon, quienes aseguran que bebidas como la ginebra Beefeater Pink o el tequila Don Julio Reposado también sufren problemas de desabastecimiento. “Si la huelga continúa, todos los sectores y cada vez más marcas se verán afectadas en mayor o menor medida”, alertan desde la Federación Española de Bebidas Espirituosas.
Tras una semana en la que no ha entrado prácticamente nada en las bodegas de discotecas, restaurantes, hoteles y licorerías, uno de los principales proveedores de bebidas del ocio nocturno asegura que “gestionan los pedidos para poder atender a todo el mundo” y que “harán todo lo posible” para enviar lo mínimo. Al mismo tiempo, se muestran confiados en que se “desbloquee la huelga” cuanto antes para que la situación no se agrave. Lamentablemente, en noviembre “ya tuvimos problemas parecidos, y, si no tienes una marca, sirves otras. ¿Qué más puedes hacer?”, apuntan desde Fecalon.
Tiendas de alcohol sin el champán más famoso
La licorería Bodegas Mariano Madrueño, que cuenta con varios locales en el centro de Madrid y más de 1.000 referencias entre vinos y licores prémium, también se ha quedado sin Dom Pérignon. “No tenemos nada. Además, al ser un producto de coste elevado, tampoco solemos tener mucho stock”, explica uno de sus empleados. Desde la popular tienda de bebidas alcohólicas también explican que la semana pasada “no entró nada” y que de Moët les quedan “unas pocas botellas”.
Las alternativas a Dom Pérignon y Moët & Chandon que más salida tienen son las diferentes botellas de G.H. Mumm, que cuestan entre 40 y 80 euros, y los espumosos de Perrier-Jouët, que parten de los 50 euros y se disparan hasta los 300 euros. “Supongo que cuando termine la huelga el suministro de la mayoría de productos volverá a la normalidad”, apuntan desde la centenaria bodega.
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