Cada año se diagnostican más 78.000 nuevos casos de cáncer de piel en España. De ellos, según los expertos, el 90 % podrían evitarse con una protección solar adecuada y chequeos periódicos. “Los estudios muestran que la mayoría de las personas se aplican sólo la mitad o una cuarta parte de la cantidad adecuada (una onza), lo que significa que el factor de protección solar (FPS) es inferior al recomendado”, indican desde Skin Cancer Foundation.
Asimismo, la fecha de caducidad es fundamental. Por ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos exige que todos los protectores solares conserven su potencia original intacta durante, al menos, tres años. Sin embargo, la mayoría de los productos pierden eficacia al año de abrirse y no todos cuentan con el mismo etiquetado. “La Unión Europea exige que los cosméticos con una fecha de uso inferior a los 30 meses lleven impresa la fecha de caducidad. Y aquellos con un plazo de uso superior sólo tienen que llevar el símbolo Period After Opening (PAO)”, recuerda Tomás Muret, Vocal Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF). El logotipo PAO --cuya imagen es un tarro abierto-- que viene en el envase, con la inscripción 12 meses o nueve meses de caducidad, marca el período de vida útil de un cosmético desde que se abre su envase por primera vez.
La protección adecuada
Las lociones solares se deben usar a diario. Además, este año, a causa de los confinamientos y el teletrabajo, es necesario tener un mayor cuidado de la piel. “Estamos menos acostumbrados a la luz ultravioleta y, por ello, es todavía más recomendable emplear crema protectora a fin de no quemarnos”, explica el dermatólogo Guillermo Ramírez. Además, en invierno los rayos solares inciden con más virulencia. “Mientras la arena sólo refleja un 15 % de la radiación solar, sobre la nieve el porcentaje puede llegar al 85 %. Y, por si eso fuera poco, la acción del frío y el viento sobre la piel la resecan y la vuelve más frágil y susceptible de sufrir quemaduras”, apuntan a Consumidor Global los expertos del laboratorio Farma Dorsch.
Por otro lado, la dermis del rostro y la del resto del cuerpo no son iguales, por lo que no tienen las mismas necesidades. La finalidad de los protectores es aumentar la tolerancia. “No es lo mismo un FPS 15 que un FPS 30. Sin embargo, entre un factor 30 y del 50 no hay una gran diferencia si ambos se aplican cada tres horas. El FPS ideal para cada persona debe indicarlo un especialista y se calcula por la rojez que producen los rayos ultravioleta (UV) a los 15 minutos en una piel sin protección”, aclara Ramírez.
Cómo saber si la crema está caducada
Los factores externos pueden acelerar la fecha de caducidad. El calor, la humedad o la luz solar intensa afectan. “Un fármaco vencido puede desencadenar reacciones alérgicas u otras dolencias. Aunque en el caso de las cremas, lo más importante es que dejan de proteger, ya que los filtros se oxidan”, explica la farmacéutica Mamen Plaza.
Asimismo, para los usuarios es confuso que cada producto tenga una etiqueta diferente. Por ello, es importante apuntar la fecha en la que se abre el bote y las indicaciones del producto. Asimismo, para saber si la crema solar es apta para su uso es fijarnos en si cambia de color, de olor o está más líquida, ya que son señales de que ha perdido propiedades y debe ser reemplazada. “Cuando se forma una parte cremosa y otra tipo aceitosa, eso significa que se separa el filtro y que ya no protege”, añade Plaza.
Un riesgo ambiental y sanitario
Los protectores solares están disponibles en crema, gel, spray, y en stick. “El mejor formato es el que sea más cómodo de aplicar para el usuario”, afirma el dermatólogo Guillermo Ramírez. Sin embargo, no todos son respetuosos con el medioambiente. Por ello, es mejor utilizar loción en lugar de spray ya que su impacto es menor. “Para indicarlo, las marcas empiezan a incluir el sello biodegradable”, indica Plaza.
Además, estos productos no deben tirarse con el resto de la basura del hogar porque, debido a las sustancias químicas que contienen, son un residuo biológico-infeccioso. Con el propósito de recolectar medicamentos caducados o que ya no se utilizan, la industria farmacéutica creó el Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos. “Por ello, las cremas solares vacías y las que ya no se utilizan o no son aptas para que los usuarios se las apliquen, hay que traerlas al punto SIGRE --contenedor amarillo-- de la farmacia”, aclara Plaza.