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¿Compras foie? ¿Hay alguno que no comporte el maltrato a los patos?
Mientras la industria alimenticia intenta lavar su imagen con códigos de bienestar animal propios, varias oenegés denuncian la tortura que sufren estas aves en España
Su venta y su consumo están prohibidos en Nueva York, Sao Paulo y Japón. En Francia, el mayor productor del mundo, numerosos alcaldes han pedido que se lleve a cabo un boicot contra este producto. Su elaboración está prohibida en 18 países y hasta el rey Carlos III de Inglaterra ha vetado su presencia en los banquetes de palacio. No, no hablamos de una droga, sino del foie gras: ese manjar elaborado a partir del hígado hipertrofiado del pato.
Los españoles consumen 3.000 toneladas de foie al año --el segundo consumidor a nivel mundial--, de las cuales 600 son producidas en nuestro país, que es uno de los únicos cinco de la Unión Europea donde todavía se permite la práctica de la alimentación forzada. Una práctica que “conlleva la tortura de más de un millón de patos cada año”, expone el cofundador de Igualdad Animal, Javier Moreno. Ante esta realidad y con unos consumidores cada vez más comprometidos con el bienestar animal, ¿hay algún fuagrás que no comporte el maltrato a estas aves?
Códigos de bienestar animal creados por la industria
Imperia, Delicass, Martiko, Collverd, Malvasia, Katealde y Selectos de Castilla son algunas de las marcas españolas de foie gras que integran la Asociación Interprofesional de las Palmípedas Grasas (Interpalm), que, a su vez, forma parte de la Federación Europea del Foie Gras (Euro Foie Gras).
“En nuestro profundo compromiso con el bienestar animal, aplicamos buenas prácticas en explotaciones de palmípedas grasas para la producción de foie gras y productos derivados del pato, que estamos recogiendo en un código”, se puede leer en el apartado de bienestar animal de Interpalm en referencia a la Carta Europea elaborada por Euro Foie Gras. “Es un código creado por ellos mismos… La mayoría de países europeos ya ha prohibido la producción de foie”, expone a Consumidor Global el senador y miembro de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (Apdda) Carles Mulet. “La industria tiene mucho interés en tener sellos que vendan la imagen de bienestar animal, pero hablar de bienestar animal mientras se somete a los patos a la alimentación forzada no tiene ningún sentido”, coincide Moreno.
“No hay foie sin tortura”
Entonces, ¿es posible comprar en el supermercado un foie para cuya elaboración no se haya sometido al pato a la alimentación forzada? “No”, asegura Moreno, quien explica que la definición actual de foie gras está recogida en el Reglamento 543/2008 de la Unión Europea (UE) y que no puede comercializarse en el mercado europeo si no cumple los siguientes requisitos: “El hígado de la oca o de patos de las especies Cairina muschata o Cairina muschata Anasplatyrhynchos que hayan sido cebados de tal manera que se produzca una hipertrofia celular adiposa del hígado. Los hígados tendrán el siguiente peso: los de pato tendrán un peso neto mínimo de 300 gramos, los de oca, un peso neto mínimo de 400 gramos”.
Así pues, según esta normativa europea, para que el hígado de patos y ocas sea considerado foie gras, “los animales han tenido que ser sometidos a la alimentación forzada”, insiste Moreno. Una práctica en la que se alimenta a las aves “entre dos y tres veces al día mediante un tubo de 30 centímetros con el que depositan en sus estómagos hasta dos kilos de alimento --el equivalente a 12 kilos en un humano--”, recuerda Mulet, quien cataloga esta práctica permitida en España como “un maltrato extremo que es incompatible con la vida”.
Productos similares
Visto lo visto, es misión imposible que los que apuestan por el bienestar animal puedan comer foie sin remordimientos. Sin embargo, existen productos casi idénticos. “Rilletes de foie gras de oca ecológica Labourdette”, reza la descripción de este tarro, que se vende en El Corte Inglés por 20,50 euros, que ha sido producido con ocas criadas en “total libertad” y de forma “lenta”.
Y cuando pensábamos que habíamos encontrado la gallina de los huevos de oro: “Según la normativa europea, este producto de Labourdette no puede considerarse foie gras”, explica Moreno. Aun así, se le parece bastante y hay otra alternativa que no comporta el maltrato animal.
La única alternativa sin maltrato animal al foie
Ahora mismo “ya hay foies vegetales en el mercado, y otros en desarrollo, que ofrecen una experiencia similar sin haber utilizado animales”, expone Moreno en referencia al Voie Gras de Garden Gourmet (Nestlé), la primera alternativa vegana al foie que el equipo de Consumidor Global ha podido probar. Y esta semana la empresa Hello Plant Foods ha anunciado el lanzamiento de un producto similar: Hello Fuah!.
Alternativas veganas aparte, lo que está claro es que la práctica de la alimentación forzada, que hace que el hígado de los patos crezca hasta 10 veces más de lo que sería natural y provoca que muchos sufran heridas en el esófago, infecciones, dificultades para respirar e incluso mueran antes de las dos semanas, no es defendible en 2022.
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