Chicles y gominolas para adelgazar: ¿realidad o mito?

Era 1961 cuando el primer cosmonauta soviético -Yuri Gagarin- orbitó alrededor de la Tierra a bordo de la nave Vostok. En medio de esta gesta, el bueno de Yuri comió carne de res y pasta de hígado en forma de tubo, como si de un dentífrico se tratase. En ese momento poco se sabía sobre qué comida se tenía que consumir en el espacio, un campo que por suerte para los cosmonautas ha evolucionado mucho.  Los rusos no iban por mal camino, ya que un año más tarde el estadounidense John Glenn copió el menú en su misión a bordo del Friendship 7. Esta vez sin pasta de hígado, la carne de res iba acompañada por puré de manzana.

Y aunque de eso ya hace sesenta años, parece increíble que un frasco como el de la pasta de dientes pueda contener una de las carnes más grasientas del planeta. Como si fuera por arte de magia. Algo parecido ha lanzado Mercadona, que esta vez se ha atrevido con unos chicles que actúan como “reductor con probiótico que reduce la grasa visceral del abdomen”, tal y como apuntan fuentes del propio supermercado. El paquete de chicles incluye 30 grageas y su precio es de 3,95 euros. Pero la cadena de distribución valenciana no es la única que se ha atrevido a la hora de innovar con productos insólitos. Amazon, Promofarma y la web Myvitamins tienen productos similares, ya sea en formato chicle o gominola. 

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Los chicles reductores más famosos

Mercadona ha generado debate. Y no es para menos. Su último lanzamiento ha sido cuestionado por muchos y también alabado por otros. No obstante, los chicles reductores, un producto que se encuentra en la sección de fitoterapia y parafarmacia, han causado revuelo.

Sólo se pueden tomar dos al día y se deben masticar durante seis minutos. Su precio ronda los 3,95 euros y en cada caja se venden 30 grageas. Como componentes estrella, los chicles poseen zinc y bifidobacterium, un probiótico muy utilizado en la industria de los complementos alimenticios. En la etiqueta, Mercadona avisa de que el “zinc contribuye al metabolismo normal de las grasas y de los macronutrientes”. Y es que según Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y divulgadora científica, “este mineral solo ayuda al normal metabolismo de los carbohidratos”. 

Los probióticos, a juicio 

“Mercadona con los chicles reductores... no me ayudas... pero voy a ir a comprarlos”, compartía Sandra Goméz en Twitter. Sin embargo, la pregunta del millón es ¿sirven para alcanzar el deseado vientre plano? A juicio de Robles, “tanto a los probióticos como al zinc no se les puede atribuir capacidades reductoras o adelgazantes”. 

Es más, aunque en la Unión Europea hay una infinidad de complementos que contienen una o varias cepas de microorganismos vivos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) afirma que “no se ha podido demostrar que tengan ningún efecto beneficioso en la población sana, de acuerdo con los estándares establecidos”. Sin embargo, hay quienes se aferran a ellos. Es el caso del laboratorio Quintón, que estrenó el primer probiótico hecho con agua de mar con el objetivo de “mantener, restablecer o modificar la microbiota”, según explican a Consumidor Global.

Gominolas para la “salud intestinal”

Myvitamins también tiene un producto semejante al de Mercadona, las Gominolas para la salud intestinal. Cuestan 62 euros y hay 60 golosinas con sabor a frutas del bosque en cada bote. Desde la empresa recomiendan comer una al día y según afirman en la página web “contienen 40 miligramos de vitamina C, la cual contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunológico”.

Con todo, desde Mayo Clínic explican que, en realidad, la vitamina C “apoya el crecimiento y ayuda al sistema digestivo a absorber el hierro”. Según los especialistas, el cuerpo humano no produce ni almacena vitamina C, por eso es importante incluirla en la dieta. Pero no hace falta consumirla en forma de suplemento, porque “para la mayoría de las personas, una naranja o una taza de fresas, pimiento rojo picado o brócoli proporciona suficiente cantidad de vitamina C para el día”, insisten desde Mayo Clínic. 

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Más chicles en Amazon

También en Amazon hay chicles adelgazantes. Su nombre es Wug Chicle Diet Gum, tienen un precio de 7 euros y están hechos con garcinia, alcachofa y té verde. Según la descripción del producto, esta goma de masticar ayuda a “controlar el deseo de picar entre horas, ideal para saciar el apetito”. 

Pero el endocrino Diego Bellido, miembro de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y profesor en la Universidad de La Coruña, no lo tiene tan claro. “Tienen un efecto más placebo que saciante”, advierte. Según el experto, la garcinia, la alcachofa y el té verde se caracterizan por tener mucha fibra que consigue “engañar al apetito”. No obstante, como reitera Bellido, “en unas gominolas no hay toda la cantidad que se necesitaría para lograr este fenómeno”.