“El miedo a la muerte es la afirmación de la vida”, escribió la estadounidense Katherine Neville en su novela Riesgo calculado (1992). Justamente eso, calcular riesgos, es lo que hacen las compañías aseguradoras. Y en ocasiones, “no juegan limpio”, expone J. L. G., que prefiere mantener su anonimato. La afectada explica que la multinacional francesa Axa, sin previo aviso y de forma unilateral, decidió no renovar el seguro de vida de su marido, que llevaba 18 años pagando religiosamente la póliza. ¿Cuándo? En marzo de 2020…
El año que el Covid llegó a España hubo el 17,7 % más de fallecimientos que en un año normal, y los seguros pagaron alrededor de 1.275 millones en indemnizaciones: el 6,25 % más que en 2019. Por aquel entonces, unos 20,7 millones de personas tenían un seguro de vida en España, según datos de Unespa, la patronal del sector. Pero los de algunos de ellos, que se han puesto en contacto con este medio, se esfumaron.
Axa no renueva el seguro de vida
El marido de J. L. G. tenía 50 años y un seguro de Axa que cubría bajas por enfermedad y accidente, y llevaba un seguro de vida adicional. Pagaba una cuota anual de 900 euros y pico. Hace unos días, hablando de otra póliza, “me viene a la mente el seguro de Axa, al que no ponía fecha de renovación (está domiciliado, es anual y siempre ha habido dinero suficiente para cubrir todos los pagos)”, comienza su relato J. L. G, que acto seguido se pone a revisar los movimientos de su cuenta, mes a mes, y no consigue localizar el cobro de la aseguradora correspondiente a marzo de 2022.
En ese momento, se pone en contacto con Axa y le dicen que como hace dos años que no es asegurado no le pueden dar información. ¿Cómo es posible si nadie lo ha dado de baja? “Y contestan que se habrá devuelto algún recibo, que lo han hecho ellos, y dan por finalizada la conversación”, añade la afectada, quien explica que, como es un poco “cabezota”, decide averiguar lo que había sucedido.
La llegada del Covid
Desde la aseguradora le insisten en que le anularon la póliza por impago. “Llega un punto en el que me hacen incluso dudar, pero averiguo el mes en que dejó de estar vigente y compruebo que había dinero de sobra para afrontar los pagos”, apunta J. L. G. Al cerciorarse de ello, pregunta a la compañía cómo es que no ha recibido ningún correo o llamada después de casi 20 años de clientes, a lo que le contestan que “no habrá llegado” o que “si han llamado lo mismo no han contestado”. Además, le dicen que “lo deje correr” porque ese tipo de póliza ya no está disponible. “Aquí empiezo a atar cabos…”, apunta la afectada.
“Resulta que fue en marzo de 2020, recién comenzada la pandemia, con posibilidad de bajas, muertes…”, prosigue J. L. G, quien supone que decidieron ponerle fin al contrato de forma unilateral “por lo que pudiese venir”. En su opinión, Axa estará en su derecho de rescindir la póliza, pero “me parece muy feo hacerlo de esa manera y en ese momento. Sin posibilidad de réplica y sin aviso previo”. La afectada reconoce que han tardado en darse cuenta, pero que fue porque, “por suerte”, no lo habían necesitado. “Yo puedo demostrar que en esa fecha había dinero suficiente para el pago. ¿Ellos pueden demostrar que notificaron la baja?”, apunta J. L. G., quien aconseja a otros usuarios tener cuidado con esta compañía que “no ha jugado limpio”.
“A mí me pasó lo mismo”
“Pero, ¿alguna compañía juega limpio?”, escribe un internauta en el hilo de Twitter en el que la afectada ha denunciado lo sucedido con Axa. Numerosas personas explican que han sufrido casos similares con la multinacional francesa y con otras aseguradoras.
“A mí me pasó lo mismo. No me notificaron que no me renovaban y pasé un mes sin seguro. Muy poca formalidad”, protesta otra. “Axa siempre ha funcionado así y por eso me di de baja”, apunta M. C. “Tenéis razón, pero pensad que os habéis ahorrado dos años de póliza”, zanja otro con sentido del humor.
Lo que dice la ley española
¿Un seguro de vida puede ser dado de baja de manera unilateral por la compañía aseguradora? “Esta posibilidad la recoge la ley del contrato de seguro”, expone el director de la Escuela de Seguros Campus Asegurador, Carlos Fernández, quien explica que, en los seguros de salud, si el asegurado usa de forma intensiva el seguro, a veces, cuando toca renovar la póliza, no se le renueva. Lo mismo sucede con el seguro del coche y un largo etcétera. Eso sí, la aseguradora debe notificar la baja con dos meses de antelación por correo, teléfono o email. Aunque no necesariamente tiene que ser por carta certificada.
Este tipo de bajas “suelen darse cuando cambia la condición del asegurado y toca renovar”, añade el experto, quien explica que “siempre está vinculado a la siniestralidad: a mayor riesgo, las compañías intentan exponerse menos”. Además, cabe recordar que el Covid es considerado un “fenómeno extraordinario”, y que la mayoría de pólizas no cubren pandemias. En marzo de 2020, ante el aluvión de consultas y dudas, la patronal del sector confirmó que las empresas se harían cargo de los costes.
La postura de Axa
Al trasladarles las quejas de sus clientes, desde Axa se limitan a decir que la compañía cumple de forma rigurosa los requerimientos que establece la ley y que la decisión de no renovación de las pólizas "no tiene nada que ver con la coyuntura Covid porque el caso referenciado corresponde a marzo de 2020", por lo que se habría tomado meses antes. También recalcan que no se ha establecido ningún plan de anulación general por la pandemia y que tienen una tasa de renovación de pólizas sobre el 85 % en los dos últimos años. Además, aspectos como la cobertura vitalicia en los seguros de salud "hacen que nunca podamos echar al cliente", añaden desde la compañía sobre otro tipo de cobertura.
En cualquier caso, si el cliente no está conforme con el servicio ofrecido, puede interponer una reclamación ante el Servicio de Atención de Quejas y Reclamaciones de AXA a través del defensor del asegurado. Y, si no dan respuesta, "tienes que poner una queja en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones", explica Fernández.
Mapfre, Nationale-Nederlanden y Metlife
“El mío era de MetLife y también desapareció. Fue al inicio de la pandemia”, expone a este medio Sonia G., quien explica que necesitaba la póliza de salud porque en aquella época trabajaba en negro y no estaba asegurada. “Si en algún momento me retrasé en un pago, nunca había problema: se ponían en contacto y cobraban automáticamente”, añade. Hasta que, de repente, la póliza desapareció. “Supongo que no les interesaba lo que se avenía”, matiza Sonia.
P. M. explica que tenía un seguro de vida con Mapfre y le hicieron lo mismo en 2020. “Hasta esa fecha nunca fallaron en cobrarme cada agosto”, añade este afectado, quien tiene muy claro que su póliza no se renovó “por si palmaba y tenían que pagar”. Fernando A. y su mujer tenían dos pólizas de vida e invalidez con Nationale-Nederlanden hasta que, a principio de 2020, “vimos que no pasaban el recibo por la renovación automática contratada”, explica el afectado, que se puso en contacto con la aseguradora y descubrió que “habían decidido no renovar sin avisar”.