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A prueba: así funcionan las camisas españolas antilamparones
Los dos principales pilares de la firma Sepiia son la tecnología y la sostenibilidad, por ello apuesta por materiales más eficientes y de producción nacional
Tener que entrar a una reunión y darse cuenta, minutos antes, de que la camisa lleva alguna pequeña mancha o lamparón colgando es un temor que muchos padecen, casi, a diario. Pero no es el único fastidio con según qué prendas. Las arrugas son también grandes enemigas.
Sin embargo, por suerte, algunas firmas, para tranquilidad de muchos, han pensado en ello y han diseñado y comercializado un catálogo que, aunque parezca arte de magia, repele las manchas, transpira y evita el planchado diario. Sepiia es una de las marcas españolas que ha ganado gran popularidad por conseguir lo que, hasta el momento, parecía imposible. Sus camisas y camisetas no son indestructibles, pero facilitan la vida en más de un sentido.
Pruebas con varios líquidos
Pero, al final, la pregunta del millón es: ¿realmente estas prendas repelen las manchas de todo tipo? El equipo de Consumidor Global ha sometido varias prendas de Sepiia a algunas pruebas para comprobar si, en realidad, son eficaces. Un refresco, un café caliente con leche, un batido de chocolate y vino tinto.
Las camisas, disponibles en manga corta o larga, tienen ya una textura que llama la atención desde del principio. Por lo general, son algo más gruesas de lo normal y rígidas, sobre todo en los puños y el cuello, aunque los polos sí son algo más frescos y eso se agradece. Por ello, no se arrugan con tanta facilidad y es verdad que no requieren de un planchado para un uso diario. Derramar un café o un batido sobre ellas es la forma más fácil para darse cuenta de que la tecnología de Sepiia funciona, aunque hay todavía algunos tintes o rastros que se le resisten. Es el caso del vino tinto. También se resbala y se elimina de forma rápida sobre la prenda, pero deja algunas pequeñas manchas sobre la misma. Y si se pasa a un producto de carácter más pringoso, como un sirope de caramelo o chocolate, con la ayuda de algo de agua acaba desapareciendo, aunque es posible que la prenda quede, al final, un poco pegajosa. Así, con la mayoría de líquidos que pueden derramarse con un uso habituales, como una cerveza, una cola o un café, la camisa hace su papel, pero todavía tiene margen de mejora. Y aunque son prendas transpirables, el tejido tiene un grosor no se siente del todo ligero y eso puede incomodar un poco, al principio, hasta que el usuario se acostumbre.
Tecnología y sostenibilidad
El objetivo de los creadores de Sepiia con su ropa es que el usuario “se sienta mejor al final del día” y cuente con “una segunda piel inteligente”, aseguran a Consumidor Global. Este fin que, a priori, puede resultar muy sencillo ha requerido de numerosas pruebas hasta contar con la tecnología y los materiales necesarios para conseguir ahuyentar las manchas y los lamparones. “Hemos necesitado un año y medio de desarrollo, de pruebas con hilos y distintas materias primas con varios proveedores --de España y Portugal--, hasta dar con el resultado que buscábamos pero, incluso así, estamos siempre en un constante proceso de mejora”, señala el CEO de Sepiia, Federico Sainz de Robles.
Los dos pilares principales de la marca son su tecnología propia y la sostenibilidad, con una producción más eficiente y una mayor duración de las prendas, algo inusual en una industria cada vez más fast fashion. Los precios oscilan entre los 35 euros de las camisetas de manga corta más básicas hasta los 100 euros si se opta por una camisa con nanopartículas biocerámicas para una mejora general del metabolismo. "Consideramos que es un precio justo y todos nuestros costes son públicos", concluye Sainz.
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