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Añadir probióticos a la manzanilla de Pompadour: el fiasco que cuesta 1 euro más
En el supermercado se venden infusiones con estas bacterias, aunque los expertos alertan de que no es el mejor formato
Probióticos en todas partes. En la farmacia, en el supermercado y hasta en la taza: a modo de infusión y mezclado con la manzanilla de Pompadour. En 2022, son pocos los que todavía desconocen la existencia de estas populares bacterias. De hecho, nuestro cuerpo está repleto de ellas. En especial, el sistema digestivo. Las hay de muchos tipos y sus funciones son ilimitadas: pueden ayudar a combatir una diarrea, hasta el mismísimo Covid.
En España, el sector de los probióticos ha pasado de facturar 73 millones en 2016 a 121 millones en 2019, un 65 % más, según apunta la consultora IQVIA. A día de hoy son muchas las empresas que se han subido a este carro, aprovechando el reciente tirón. Así, Pompadour, además de vender infusiones, ahora también se suma a la moda de los probióticos. Pero, ¿funcionan este tipo de productos nuevos o es otro bálsamo de Fierabrás?
Las nuevas infusiones de Pompadour
Pompadour ofrece dos versiones de infusiones con probióticos en varias tiendas: una de manzanilla y otra de jengibre. Cada caja contiene 15 bolsas y se vende por 2,95 euros. Estos dos sabores también disponen de una versión sin probióticos. La básica de manzanilla cuesta un euro menos –1,95 euros–, y la de jengibre ronda los 2,45 euros. Además, en cada una de estas cajas hay 20 bolsas.
“Que tenga probiótico no quiere decir que funcione como tal”, subraya José Mulet, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), investigador y escritor científico. En concreto, las infusiones de Pompadour contienen el probiótico BC30 o Bacillus Coagulans, un tipo de bacteria que pese a estar aceptada por la Sociedad Española de Macrobióta, Probióticos y Prebióticos presenta algunas reticencias por parte del sector farmacéutico.
Los probióticos, mejor no hervirlos
Sobre las infusiones de Pompadour, Mulet incide en que, al margen de las propiedades de este tipo de cepa, el objetivo de cualquier probiótico es que llegue vivo al intestino. “Y si lo mezclas con agua hirviendo, dudo que esto pase”, matiza.
Como añade este experto, los probióticos son microorganismos y, como todo ser vivo: “Es susceptible al calor y a la temperatura del agua”.
Una normativa laxa
Los probióticos están regulados como suplementos alimenticios y, “como es un mercado nuevo, todavía hay una cierta laxitud normativa, de ahí que la mayoría de veces la gente pague por un efecto placebo”, denuncia Mulet.
De momento, la ciencia ha comprobado que los probióticos con Bifidobacterium y Lactobacilos son eficaces para nutrir la flora intestinal. En consecuencia, aquellos productos que no incluyen estas dos bacterias son “un fiasco”, como sentencia Eulàlia Vidal, doctora en farmacia y profesora en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Ramón Llull. Además, los probióticos tienen varias cepas, y como explica Vidal, “aunque se utilicen los dos aceptados por la comunidad científica, tampoco sabríamos si es la variedad correcta o no”.
¿Las infusiones con probióticos son legales?
Las empresas pueden emplear probióticos y utilizar este término para etiquetar sus productos. Eso no está penalizado por ley. Aunque, como inciden los expertos, en la actualidad esta palabra es todo un reclamo de marketing por parte de algunas marcas para el consumidor.
“Si tiene algún probiótico y lo anuncia en la caja no es ilegal, lo que infringiría la ley es si en el mismo packaging hubiera una declaración afirmando ciertos beneficios para la salud”, comenta Vidal. Sin embargo, en el paquete de Pompadour sólo aparece el término “probiótico” y, así, como concluye Vidal, “no se pisan los talones”.
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