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Así afectará a la carne y a su precio la instalación de cámaras en los mataderos

La industria cárnica, los animalistas y los expertos en seguridad alimentaria valoran la nueva normativa, que convierte a España en el primer país de Europa con sistemas de videovigilancia para controlar el bienestar animal

Teo Camino

Carne recién salida del matadero y un trabajador al fondo / FREEPIK

Nadie conoce a nadie que haya visitado uno (el de la orilla del río Manzanares, en Madrid, no cuenta). No salen en los anuncios navideños de Campofrío. Tampoco en los envases de Casa Tarradellas ni en las páginas web corporativas de Navidul o El Pozo. La gente no habla de ellos. Y uno podría pensar que no existen, si no fuera porque en 2021 sacrificaron a 58 millones de cerdos, 9,7 millones de ovejas y 2,5 millones de vacas, entre otros animales. Sí, los más de 700 mataderos que hay en España han sido, durante muchos años, invisibles. Pero muy pronto dejarán de serlo.

El matadero comarcal de Torrelavega / EP

El fin del hermetismo de la industria cárnica tiene fecha: 24 de agosto de 2023. Ese día, los grandes mataderos --los pequeños tienen un año más de margen-- deberán tener instalados unos sistemas de videovigilancia “para garantizar el bienestar de los animales y mejorar también las garantías de seguridad alimentaria para los consumidores”, apunta el ministro de Consumo, Alberto Garzón. ¿Garantías de seguridad alimentaria? ¿Cómo afectará la instalación de cámaras en los mataderos a la carne que llega a los supermercados? Y su precio, ¿subirá?

Una carne de mayor calidad

El sacrificio de animales estresados “perjudica la calidad del producto (carne). Por lo tanto, cualquier medida que ayude a no aumentar la ansiedad en el momento de la muerte, me parece correcta y necesaria tanto por motivos humanitarios como de calidad del producto”, expone a Consumidor Global el experto en seguridad de los alimentos y autor de El libro negro de la seguridad alimentaria en la cocina, Félix Martín.

Un filete de carne / UNSPLASH

“No es una teoría, es algo que pasa y se estudia en producción animal”, coincide la doctora en ciencia y tecnología de los alimentos Beatriz Robles, quien explica que en los cerdos son “muy habituales” las carnes PSE (acrónimo de pálida, suave y exudativa), algo que ocurre cuando el gorrino, en el momento previo al sacrificio, tiene mucho estrés y consume de una forma muy rápida el glucógeno muscular, lo que hace que todos los cambios que deben producirse para pasar del rigor mortis a la carne, tal y como la consumimos, se alteren y se produzca este tipo de carne que se considera “defectuosa”.

Mismo precio

La inversión en sistemas de videovigilancia en los mataderos “no creo que repercuta demasiado en el precio de la carne”, expone la farmacéutica experta en seguridad alimentaria, Gemma del Caño. En cambio, la especialista apunta que lo que sí cambiará, y para bien, será la gestión y el seguimiento de las inspecciones veterinarias. “Cuando llegamos a una inspección, ves una foto fija, lo que no significa que siempre sea así. Almacenar en vídeo ayudará a ver lo que pasa realmente en los mataderos”, añade Del Caño.

La zona de matanza para vacas de un matadero situado en Ávila en el que se denunció un grave caso de maltrato animal / EP

Por su parte, Martín celebra la nueva normativa, pero recuerda que estas medidas “deben complementarse con potentes planes de capacitación y sensibilización del personal que trabaja en los mataderos. Ellos son los responsables directos del bienestar de los animales, y cualquier inversión en este sentido tendrá un impacto mucho más positivo que el de la instalación de cámaras”.

Hablan los animalistas y la industria cárnica

Tanto el director de la ONG Equalia, Guillermo Moreno, como el cofundador de Igualdad Animal, Javier Moreno, califican la nueva normativa como un avance, pero ambos esperaban que el real decreto asegurase que un ente independiente fuera el encargado de revisar las imágenes, y no el propio matadero, que deberá tenerlas disponibles para posibles comprobaciones, a posteriori, por parte de los correspondientes servicios de control oficial de las CCAA.

 

En el otro lado de la balanza, la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) y la compañía El Pozo celebran la nueva regulación. “Contamos con cámaras de videovigilancia en nuestro centro de procesamiento de Alhama de Murcia en todas las zonas en las que se produce manipulación de animales vivos desde hace más de cuatro años”, exponen a Consumidor Global desde El Pozo. El director de Interporc, Alberto Herranz, incluso ha presumido de que el sector porcino de capa blanca español “está en la vanguardia mundial en materia de bienestar animal”.

El ojo que todo lo ve

Mientras la industria cárnica --el cuarto poder económico de España sólo por detrás de automoción, combustibles y eléctricas, con una cifra de negocio de 31.727 millones de euros en 2021-- saca pecho, en Igualdad Animal “llevamos más de 15 años denunciando el maltrato animal en los mataderos”, matiza Moreno, quien recuerda que la cárnica es una de las industrias más herméticas del mundo y que los consumidores tienen derecho a conocer lo que sucede tras las paredes de estos lugares.

Cámaras en un matadero / PEXELS

Que España se convierta en el primer país de la Unión Europea (UE) con sistemas de videovigilancia para el control del bienestar animal (SVBA) en los mataderos tampoco es, precisamente, sinónimo de que las cosas se hayan hecho bien hasta la fecha. Después de que Equalia haya sacado a la luz las graves irregularidades de bienestar animal y seguridad alimentaria en seis mataderos; después de ver imágenes terribles, año tras año, en el momento del sacrificio y en el camino de los animales hacia una muerte atroz; después de tanto sufrimiento innecesario; ahora, después de cientos de millones de muertes en la oscuridad, el final de estos animales será un poco más digno.