Dicen que la comida es uno de los mayores placeres de la vida, y, aunque hay quienes comparan comer con dormir, múltiples encuestas avalan que comer es sinónimo de felicidad y alegría para la mayor parte de la sociedad. Pero no vale con comer cualquier cosa, es importante tener una dieta equilibrada de nutrientes en el día a día.
Una alimentación saludable no solo beneficia al sistema inmunitario ofreciendo sensación de bienestar en las personas, sino que contribuye a evitar patologías y enfermedades graves y crónicas como puede ser la diabetes, la hipertensión, la obesidad, e incluso, algunos tipos de cáncer. No es necesario una dieta estricta y lejos del mito de que solo se pueden comer verduras y hortalizas, una alimentación sana también incluye procesados y dulces, en su justa medida.
La famosa pirámide alimenticia debería ser la religión más fiel de cualquier persona, ya que el famoso refrán "somos lo que comemos", no es un dicho en vano. La realidad es que la alimentación y la comida de cada individuo tiene un impacto directo en el cuerpo y sobre todo en la salud del ser humano. Así, los nutrientes y la comida influyen en los niveles de energía, de concentración, de seguridad, de peso y de ánimo de la sociedad.
Tal es la trascendencia del mensaje del filósofo y antropólogo Ludwig Feuerbach en su libro Enseñanza de la alimentación, que muestra la comida como una especie de juego nutricional que favorece el buen funcionamiento de las personas. Salir a comer a fuera y probar nuevas recetas es uno de los pasatiempos favoritos de gran parte de la población. De hecho, la importancia de la comida es tan relevante que incluso en Casino777 existen juegos de azar basados en diferentes tipos de comida.
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La pirámide de la alimentación saludable
La sociedad vive inmersa en el mundo de Internet y las redes sociales, sometidos cada día a presiones constantes de exhibición y exposición al resto de personas. En la última década ir al gimnasio se ha convertido en un hobby casi obligado para gran parte de la sociedad. Una forma de cuidar el cuerpo humano al mismo tiempo que se entrena la mente. Pero, siempre que se empieza la rutina del gimnasio empiezan las dudas acerca de si la alimentación diaria es la adecuada o si hay que seguir algún tipo de dieta.
Uno de los errores más comunes cuando se empieza la andadura hacia una dieta saludable es obsesionarse en la calidad de cada alimento en particular, olvidando la importancia de que la dieta sea equilibrada. De ahí, que muchos nutricionistas recomienden seguir la pirámide alimenticia para aprender cómo debe ser una dieta sana con todo tipo de alimentos. Puede considerarse el motor de la vida saludable, con beneficios visibles en el buen funcionamiento del sistema inmunitario, siempre que se acompañe de unos hábitos de vida sanos basados en la actividad física diaria.
Esta pirámide, conocida como la pirámide de la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria), es un referente alimentario a nivel mundial. Esta recoge que los alimentos que se deben consumir de manera habitual son alimentos ricos en hidratos de carbono: pan, pasta, arroz, cereales, legumbres y tubérculos. Siempre acompañados de verduras, frutas y por supuesto, oro líquido, el aceite de oliva virgen extra. Otros alimentos que no deben faltar, al menos entre tres y cinco días por semana son el pescado, la carne blanca y los huevos, tres grandes fuentes de proteínas.
Ideas de recetas ricas y saludables
La gastronomía se se ha convertido en un arte culinario, donde cada vez son más los profesionales especializados en la cocina de diferentes culturas, primando siempre el atractivo y la innovación en cada uno de sus platos. De hecho, hay muchos amantes de la cocina amateurs que se han convertido en estrellas Michelín, como el claro ejemplo del famoso David Muñoz, que empezó en las cocinas de casa e incluso ha pasado por los fogones de MasterChef.
No obstante, cabe mencionar que comer rico y sano no está vinculado a gastar mucho dinero. Sino que existen multitud de recetas rápidas, sanas y baratas al alcance de cualquier usuario, incluso para aquellos que les da pereza cocinar, pero les encanta comer.
Crema de verduras: calabaza o calabacín.
Los famosos purés o cremas de verduras son sin duda alguna una de las opciones más recomendadas por nutricionistas y dietistas al menos dos veces por semana, ya sea en la comida de mediodía o en la cena. Y es que, las cremas de verduras aportan antioxidantes que ayudan a reducir el envejecimiento natural de las células, protegiendo al ser humano de posibles enfermedades y patologías de origen cardiovascular. Gracias en parte por su alta aportación de fibras y nutrientes.
El procedimiento es sencillo y siempre sienta bien una cucharita calentita al cuerpo. El truco es una batidora potente capaz de mezclar todos los ingredientes de manera homogénea. Primero se cuecen las verduras en una olla a medio fuego y una vez hervido todo se tritura. Un toque extra para obtener un plato de restaurante es añadir algunas hierbas al emplatar. Eso sí, las verduras pueden ser al gusto del consumidor, siendo una de las opciones más baratas en el mercado.
Ensaladas variadas
La ensalada, aunque puede parecer una comida de verano y primavera, lo cierto es que es una de las recetas preferidas por un gran porcentaje de la población. Y es que, son muchas las opciones para hacer una ensalada, ya sea caliente o fría.
La base siempre será verde: lechugas, canónigos, espinacas o mezcla de todas las anteriores. La mejor opción es combinar esta base con hidratos como pasta o arroz y proteína de pollo o atún, según la preferencia de cada persona.
Las ensaladas más ricas en nutrientes son las que incluyen verduras y hortalizas como tomate, pepino, y zanahoria. Y el ingrediente estrella: el queso, ya sea queso vegano, curado o tierno. Y para obtener una ensalada premium digna de un restaurante de categoría puedes añadirle un mix de frutos secos y pipas peladas, que siempre dan un toque vistoso al emplatado.
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