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¿Por qué los solares de Nivea y Garnier suspenden los test de protección? Los expertos lo desvelan

La asociación de consumidores más importante de Reino Unido aconseja “no comprar” dos fotoprotectores de estas grandes marcas

Teo Camino

Which aconseja "no comprar" las cremas solares de Nivea y Garnier que no superan los test de protección / CG

Tras analizar 15 cremas de sol con el objetivo de comprobar su efectividad, la asociación de consumidores británica Which, una de las más influyentes a nivel internacional, advierte de que los fotoprotectores de L’Oréal Ambre Solaire Clear Protect Spray SPF30 de Garnier (200 mililitros, 14 euros) y Kids Protect & Care SPF50+ Spray para niños de Nivea (también el envase de 200 mililitros, 10 euros) no han superado sus test de protección.

En concreto, la crema de Garnier “no pasó nuestra prueba de UVA, mientras que la de Nivea se consideró deficiente en cuanto a protección SPF, en particular en lo que respecta a la protección de la piel de los niños y los riesgos del sol”, apuntan desde Which, asociación que aconseja a los consumidores “no comprar” dichos protectores solares. Como era de esperar, ambas multinacionales han mostrado su desacuerdo con los resultados de Which y han asegurado que sus protectores “se someten a pruebas en laboratorios de ensayo independientes”. ¿Cómo es posible que superen unas pruebas y suspendan otras? ¿Quién miente?

Autorregulación

En temas cosméticos “todos los países europeos se autorregulan y tienen un corrillo particular de legislaciones, por lo que existe cierta discrepancia de criterios dentro de la UE”, expone a Consumidor Global Mar Jal i Mora, directora técnica y responsable de I+D de Laboratorios Magriña, especializados en el mercado de cosmética de farmacia.

La experta apunta que en el caso de los filtros solares “todavía se complica más”. ¿Qué concentraciones debe tener una crema solar? ¿Qué palabras no se deberían poner en el envase? “Hay un reglamento europeo que obliga a las empresas a demostrar que su producto tiene tales propiedades y es seguro, pero no hay una regulación sobre qué ensayos hay que hacer”, añade Jal i Mora.

Demasiadas variables

El ojo del dermatólogo, el buen quehacer de la persona que aplica el fotoprotector y la sinceridad del voluntario “son variables que no controlamos, lo que conlleva que los resultados puedan ser poco fiables”, advierte la especialista, quien opina que esto explica la enorme discrepancia de resultados. El problema de que la protección SPF o el nivel de UVA de una crema solar pueda dar resultados dispares en un test y en otro se explica porque “los laboratorios utilizan variantes diferentes cuando los criterios de aplicación deberían ser protocolarios”, añade.

Jal i Mora explica que se necesitan ensayos de mayor eficacia que se puedan llevar a cabo en alternativas que no sean humanas ni animales, pero son métodos de medida que todavía no se han podido reproducir bien en un in vitro (cultivo de pieles). “Puedes poner un solar y ver cómo reacciona, pero el efecto que tiene en una placa no es real por la complejidad de la piel humana y de múltiples factores intrínsecos”, subraya. Dicha complejidad dificulta la evolución a estas medidas in vitro que son más “asépticas”. A día de hoy, todavía no hay un método estrictamente científico y los test de protección se siguen haciendo con voluntarios humanos --le aplicas el producto y lo irradias--.

¿Quién se presta voluntario en los test de protección?

¿Quién se presta a hacerse un test de fotoprotección? “En su gran mayoría son jubilados y adolescentes que representan segmentos muy particulares de la sociedad”, desvela la especialista, quien asegura que los protectores solares son los productos que más dolores de cabeza les dan porque en un laboratorio puede dar 30 y en otro 50.

También puede suceder que se cuele un voluntario más sensible de lo que decía. Depende del mes del año en que hagas el test puede dar un resultado u otro porque “no puedes controlar que los voluntarios hayan tomado el sol. Si lo haces después del verano seguro que sale un resultado más alto”, explica Jal i Mora, quien insiste en que influyen demasiadas variables para poder leer los resultados con cierta objetividad.

Fabricantes más honestos

Por último, la especialista explica que algunos laboratorios miran con buen ojo los resultados de los productos de grandes marcas como Garnier y Nivea y son “más permisivos” porque, al fin y al cabo, “son clientes muy importantes”.

Los consumidores cada vez buscan más transparencia y confían en los fabricantes honestos, “por eso se decantan por marcas más puras, coherentes y respetuosas, pero las más vendidas siguen siendo las grandes compañías”, sentencia Jal i Mora.