OnlyFans: la red social con porno personalizado en la que se cuelan menores

Vender desnudos por un puñado de dólares es tendencia en Internet. Sólo se necesita un móvil, wifi y tener más de 18 años, aunque muchos se saltan la normativa y los menores campen a sus anchas. Como consecuencia, en este preciso instante, miles de particulares suben contenido sexual a OnlyFans, una red social tipo YouTube o Instagram, pero de pago y sin censura. Unos crean sexo y otros pagan por él a través de una suscripción mensual que oscila entre los 5 y los 50 euros. También se pueden pedir fotos y vídeos personalizados a cambio de una propina. La plataforma se lleva una comisión del 20 %. Así funciona. No necesita manual de instrucciones. Es el porno 2.0, está de moda y sus imágenes jamás se podrán eliminar de la red.

OnlyFans nació en 2016 con el objetivo de conectar, por un módico precio, a artistas e influencers con sus fans. Por entonces, casi nadie conocía la plataforma. A raíz del confinamiento, algunos famosos se abrieron un perfil y provocaron una ola de registros que no ha parado de crecer --cada día se unen 500.000 usuarios y 7.000 creadores-- y cuenta con más de 50 millones de personas registradas. Ahora, su contenido mayoritario es de índole sexual y sus laxas prácticas permiten un acceso demasiado amplio. 

¿Cómo se gana dinero en OnlyFans?

Cuando la exestrella de Disney Bella Thorne anunció que se crearía una cuenta, se embolsó un millón de dólares en suscripciones en su primer día. Además, otros personajes de la prensa rosa como Daniela Blume y Mari Cielo Pajares también aseguran haber ingresado cantidades importantes en pocas horas. Pero lo cierto es que OnlyFans es una web privada, por lo que para tener cierto número de suscriptores se requiere de otra plataforma tipo Instagram o Twitter para promocionarse. “La gente que tiene pocos seguidores hace porno”, matiza Sara, una influencer de 18 años que se creó un perfil en OnlyFans (Sara_ortii_) hace nueve semanas. "Cada día comparto fotos y vídeos eróticos y bailo twerk --movimientos sensuales--, pero nada de porno", apunta. En poco más de dos meses, la joven asegura haber ganado más de 3.000 euros. “Lo que te da más dinero es vender contenido a usuarios. Hay gente que paga hasta por hablar contigo. Por la compañía”, desvela.

Laura, otra instagramer de 22 años que prefiere no desvelar su apellido, ha abandonado la plataforma después de recibir amenazas y sufrir acoso en OnlyFans. “Estaba estudiando microbiología y necesitaba dinero. Tenía 150 suscriptores y ganaba unos 1.200 euros al mes. Compartía fotos sensuales, pero mi contenido no era el esperado y en el chat me pedían contenido más explícito y me amenazaban. Aguanté hasta enero y lo dejé”, se sincera. En la misma línea, Sara_ortii_ asegura que ha tenido que bloquear a gente: “te insisten para que quedes con ellos e incluso te envían fotos que tú no quieres ver”.

Alerta parental: los menores se cuelan en OnlyFans

Según el documental de investigación de la BBC #Nudes4Sale, uno de cada tres usuarios que promocionan sus perfiles de OnlyFans en Twitter con los hashtags #buymynudes y #nudes4sale son menores. “Saben que se dirigen a un público no adulto, pero no pueden hacerlo de manera explícita. Muchos no cumplen con los requisitos de la edad mínima, pero no tienen interés en poner obstáculos. Es muy difícil poner controles en la red”, explica José Ramón Ubieto, psicoanalista especializado en redes sociales y autor del libro El mundo pos-Covid. Entre la presencia y lo virtual (Ned Ediciones, 2021), sobre los escasos mecanismos de control que utiliza OnlyFans.

“Pones el correo, el teléfono, te haces un selfie con el DNI y los datos del banco”, explica Sara_ortii_ sobre el sistema de verificación por reconocimiento facial que utiliza OnlyFans para detectar a los menores. Un control que, al parecer, no funciona. “Hay muy poco control a la hora de crearse una cuenta”, insiste  Laura. 

Recomendaciones para un mayor control

Ante situaciones como la de OnlyFans que se ha convertido en un coladero de niños y niñas. ¿Qué se puede hacer para evitar que los menores accedan a este tipo de redes y se conviertan en creadores de contenidos sexuales? “La solución pasa por unas leyes estatales que rijan el uso de las nuevas tecnologías y formar a las familias y a los profesionales de la educación en este ámbito específico”, explica Marc Masip, fundador y director de Desconect@, un centro especializado en el tratamiento de adicciones a las nuevas tecnologías. 

La mejor app de control, según Ubieto, son los padres. “Acompañar al adolescente, recuperar la conversación, hablar de lo que  preocupa, explicarles un testimonio y estar cerca de él es esencial”, concluye este experto.