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Las mascarillas disparan las consultas por problemas en la piel
Los pacientes que más sufren por el nuevo accesorio de moda son las mujeres de entre 20 y 30 años con problemas previos
Cada semana, las autoridades sanitarias advierten de un nuevo síntoma que produce el Covid-19. De manera indirecta, el uso diario de las mascarillas para evitar contagiarse, --FFP2, FFP3 y las quirúrgicas-- están ocasionando importantes consecuencias para la salud. Los dermatólogos y farmacéuticos, donde se acude con más frecuencia para evitar los hospitales, alertan ya de que ha crecido el número de personas que acuden con problemas en la piel. Estos pueden ir desde irritación, a infecciones bacterianas hasta un acné leve o grave.
“Vemos casos de acné en personas en la zona de los labios y los párpados porque muchas veces la mascarilla no se pone bien”, asegura a Consumidor Global el doctor Luis Pastor, jefe de dermatología del Hospital Ruber Internacional. La explicación a estas infecciones se debe a una sobrecarga de bacterias al respirar. “La nariz y la boca están llenas de patógenos y estos se acumulan por el roce, lo que hace que la zona se irrite y aparezcan pústulas -- protuberancias pequeñas llenas de líquido o pus-- ”, añade Pastorel.
Cómo prevenir las infecciones
Para evitar estos problemas lo principal, aconsejan los expertos, es mantener una higiene personal diaria con abundante agua y jabón. A partir de ahí, se puede complementar con algún tipo de crema hidratante. “Nosotros proponemos, sobre todo, que no se use la FFP2 si no es necesario y que se opte por las quirúrgicas para que corra un poco más de aire”, recomienda la doctora Blanca Díaz, jefa de la unidad de dermatología del Centro Médico-Estético Felicidad Carrera de Madrid. Además, el uso excesivo de las mascarillas puede empeorar el problema. “Hay que utilizar los cubrebocas lo más suave posible, que sean recién comprados y evitar mantenerlos mucho en el tiempo. Si rasca un poco, que se ponga una de tela por debajo y se lave la piel. El agua termal ayuda a la limpieza”, puntualiza.
Cristina Pascual es trabajadora en una farmacia en Sanchinarro, un barrio de Madrid y desde que empezó la pandemia asegura que el número de personas que acuden con problemas cutáneos ha ascendido notablemente. El perfil suele ser el mismo: mujeres de entre 20 y 40 años. “A estas edades hay un segundo brote de acné en las personas que son más propensas”, asegura Díaz. En su día a día, Pascual ha atendido casos desde muy leves hasta algunos que han precisado acudir a un especialista. “Me vino una chica de unos 20 años con mucha irritación, me la enseñó y, le recomendé algún gel y cremas, pero vino otra joven que tenía tal infección con pus que le dije que fuese a un médico”, recuerda.
El tratamiento más adecuado
Si el acné o la irritación no es grave, se puede tratar con diferentes productos que se venden en una parafarmacia o farmacia. “Se puede usar una crema hidratante nada grasosa y que absorba muy bien”, sugiere Pacual. En la mayoría de casos, los afectados se enfrentan a infecciones superficiales que se suelen tratar con facilidad. “El cuidado es similar al de cualquier otro acné. Hay algunas cremas que se aplican por la noche para que el efecto dure el mayor tiempo posible, pero también hay jabones antiseborreicos e icncluso, si es necesario, antibióticos destinados a ello”, explica Pastorel.
Algunas mujeres utilizan, asimismo, anticonceptivos como Diane para tratar la acumulación de acné. Aunque, como indica el prospecto, se debe usar “exclusivamente en caso de ausencia de respuesta al tratamiento tópico o a la antibioterapia sistémica”. En casos más graves, y ya con prescripción médica, Pascual ha atendido a pacientes que han precisado tratamientos con Proderma, un antibiótico de amplio espectro, o Dercutane, específico para combatir el acné sistémico. “También el ácido glicólico se usa de forma común para imperfecciones de la piel, eliminar las células muertas y secar el grano. De hecho, a muchos se lo recomendamos”, asegura la farmacéutica Pascual.
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