Un gin-tonic, por favor. ¿De qué lo quiere? De Seagram’s mismo. Lo siento, no tenemos. Pues… Beefeater. Tampoco tenemos. ¿Tanqueray? Me temo que también se ha terminado. ¿Tenéis algo? Tenemos una ginebra de Burgos que… ¡Ponme un agua on the rocks!
Seguro que más de uno ha sufrido una situación parecida al pedir un gin o un whisky durante las últimas semanas. Los restauradores se tienen que ir a Andorra en busca del “champán de la felicidad” (Moët & Chandon), cuyas existencias están agotadas. Seagram’s también ha roto su stock en España, y el Black Label se ha vuelto caro de ver (de beber ya lo era). “Hay muchos productos de los que simplemente no quedan existencias”, lamentan desde la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon). “Nos hablan de problemas de transporte, de logística, de producción bajo mínimos… es un poco la tormenta perfecta”, resume el presidente de España de Noche, Ramón Mas. En los tiempos del Covid y de esta nueva 'Ley Seca' impuesta por las consecuencias del Brexit y del desabastecimiento global, ¿está en peligro la copa del sábado noche?
Una disco sin ginebra
Tras 19 meses cerrado, el ocio nocturno ha reabierto sus puertas y se ha encontrado con una oferta etílica disponible que no puede satisfacer la alta demanda. “Básicamente, de lo que ya casi no queda es Seagram’s, Absolut y Moët, pero con Tanqueray y Black Label también hay problemas”, explican desde Fecalon, quienes aseguran que los empresarios están recurriendo a almacenes y proveedores no habituales.
El sector de la noche “se está quedando sin ginebra. Todo lo que viene de Londres tiene problemas”, expone a Consumidor Global Emili Vizuete, director del máster en Comercio y Finanzas de la UB, quien explica que la situación se puede agravar a corto plazo. ¿Alguien se imagina una discoteca sin whisky o ginebra?
Con Brexit no hay gin
“A la grave crisis de desabastecimiento global se le suma el Brexit”, apunta el experto en logística y profesor de Economía de la UOC Cristian Castillo. Reino Unido tiene muchos problemas para encontrar transportistas, algo que cuando pertenecía a la UE solventaba con la libre circulación de personas, pero “ahora no son capaces de cubrir las necesidades del sector”, añade Castillo.
Ante el desabastecimiento que sufre Reino Unido, grandes cadenas de supermercados como Tesco se han visto obligadas a rellenar los lineales vacíos con fotos de producto, y Boris Johnson ha anunciado que pretende liberalizar las aduanas de tanta burocracia y tantas restricciones. No obstante, por el momento “todo lo que sea producto de origen UK es el que más problemas tiene”, insiste Castillo en referencia a marcas como Seagram’s, Black Label o Tanqueray, que se han quedado sin existencias en España.
En peligro de extinción
Una falta de existencias que se hace notar en bares de copas, discotecas y tiendas desde hace un par de semanas. “Al final, dependemos de un mercado internacional, y la globalización tiene un grave problema logístico”, apunta Vizuete, quien asegura que “el gin-tonic del sábado está en peligro”.
El presidente de España de Noche intenta relativizar la situación y matiza que “si no hay botellas de una marca de ginebra o whisky, las hay de otra”. El tema del champán francés es todavía “más complicado”, añade el directivo de la citada organización empresarial.
A precio de oro
Lo que está claro es que “si un contenedor antes costaba 2.000 dólares y ahora cuesta 20.000, este incremento de costes se refleja en una subida de precios del producto final de alrededor del 20-30%”, explica Castillo.
En la misma línea, Vizuete asegura que se ha encarecido desde el producto del lineal hasta el combinado en la discoteca. “Lo que antes costaba 10, ahora cuesta 14. Las empresas no están para perder dinero y reflejan el encarecimiento del transporte en el precio que paga el consumidor”, añade este experto en comercio internacional. Si la situación sigue esta tendencia, los precios todavía se encarecerán más, coinciden ambos especialistas.
Alternativas ‘made in Spain’
Si no hay Seagram’s, Beefeater, Absolut, ni Tanqueray, ¿con qué se mezcla una tónica? “Es una oportunidad para las bebidas nacionales. No todo es importación. Hay ginebras más cercanas de gran calidad”, expone Vizuete, quien explica que es el momento para que las destilerías españolas den un paso al frente y se den a conocer.
Aunque por ahora el desabastecimiento no es generalizado, el desequilibrio entre oferta y demanda es tan evidente que, “más que incentivar el consumo nacional, es necesario no dejarse llevar por el nerviosismo y optar por un consumo moderado”, apunta Castillo sobre cómo puede colaborar la ciudadanía a la hora de no agravar la situación. “Hasta Coca-Cola tiene problemas de producción porque no tiene suficientes latas de aluminio”, sentencia el experto.