Con el Covid muchos creyeron que el mundo pronto llegaría a su fin. Pero no fue así. Después del confinamiento domiciliario y muchas restricciones, las cosas volvieron a funcionar. Ahora, casi recuperada la normalidad, cuesta recordar que hace tan solo un año los bares cerraban a las cuatro de la tarde. No obstante, el sentimiento de que el colapso mundial está cada vez más cerca todavía preocupa a algunos, en especial al pueblo austríaco, que, alentado por las declaraciones de su ministra de Defensa, Claudia Tanner, cree que vivirá el apagón mundial.
Por el momento ni Austria, ni el mundo en general, sabe qué pasará, aunque lo que sí es cierto es la crisis de suministros que afecta a toda Europa. La lista de productos que escasean incluye desde ginebras como Seagram’s a videoconsolas de PlayStation 5, bicicletas, artículos de Ikea, champán francés y, ahora, medicamentos. En concreto 475 medicinas, según indica el Centro de Información de Medicamentos (CIMA), algunos de ellos ampliamente utilizados como es el caso del omeprazol, el trankimazin y el paracetamol. Pero, ¿qué alternativas hay en el mercado?
Cada vez más frecuentes
Antes del desabastecimiento global de materias primas, los problemas de falta de fármacos ya eran recurrentes. Desde 2008, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) publica diariamente en qué estado se encuentra un determinado medicamento. Este recuento lo hace a través de las notificaciones que recibe de las comunidades autónomas o por los titulares de la autorización de comercialización (TAC). De esta manera, se conoce a la perfección qué fármacos escasean.
No obstante, a pesar de existir este exhaustivo seguimiento, año tras año, crecen las notificaciones de problemas de suministro en España. De 700 registrados en 2015, a 1.650 en 2019. Por eso, el Ministerio de Sanidad junto con la AEMPS puso en marcha el Plan de garantías de abastecimiento de medicamentos 2019-2022 con el objetivo de prevenir, gestionar, informar y mejorar la coordinación con otros países de la UE. Pero llegó el Covid y las dificultades para acceder a determinadas medicinas aumentaron en Europa hasta un 65 %.
“Nadie se quedará sin medicamentos”
“Son situaciones bastante comunes, no obstante estos días parece que ha cogido más fuerza por el tema del apagón mundial... Nadie se va a quedar sin medicamentos, existen muchos genéricos”, explica uno de los boticarios de la Farmacia del Eixample, ubicada en Barcelona. De hecho, el paracetamol de Cipla, el omeprazol o el trankimazin son solo algunos de los 475 medicamentos que escasean en las boticas nacionales.
“Cuando el médico prescribe por principio activo --es decir la sustancia con acción farmacológica-- el farmacéutico tiene la capacidad legal de poder elegir entre todas las presentaciones existentes con la misma composición, dosificación y vía de administración”, explica Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. “Esto permite que en 9 de cada 10 ocasiones la intervención del farmacéutico facilita que el paciente disponga del medicamento cuando el que le han prescrito tiene problemas de suministro”, apunta el mismo. Desde el Consejo, además, añaden que la mayoría de los tratamientos que escasean “son estacionales, relacionados con la llegada del frío, como los antigripales, antitusivos o de resfriado, de los que existen muchas prestaciones disponibles”.
¿Y si no hay genérico?
No todos los medicamentos están libres de patentes y, por lo tanto, no existe su réplica genérica. Estos casos, según el Consejo, “son los que verdaderamente preocupan”, aunque tampoco está todo perdido, ya que en caso de que el consumidor no lo encuentre en la farmacia de turno basta con “ir al médico para estudiar alternativas terapéuticas y evitar que el tratamiento se interrumpa”, explica el Rísquez.
Aun así, desde el Consejo dan un mensaje tranquilizador y señalan que los problemas en la cadena de suministros se deben a una coyuntura a nivel global, “pero temporal”. El problema recae en que parte de la producción está localizada en Asia y otra en el Reino Unido, con los efectos del Brexit todavía sin haberse solucionado, y, de ahí, los problemas de desabastecimiento. Pese a ello, y con el fin de ofrecer una solución a los pacientes, “hemos creado Farmahelp, que permite que el farmacéutico pueda consultar entre las farmacias de alrededor quién dispone de un determinado fármaco”, apunta Rísquez. De hecho, este sistema ya está implantado en 41 provincias y la intención es que “se expanda a más”, concluyen desde el Consejo.