Los supermercados Dia vendieron durante varios meses embutidos con un sello falso sobre su origen ibérico, que más tarde se han considerado no aptos para el consumo humano.
Además, la cadena rebajó el precio de estos productos hasta un 75 % una vez se dio a conocer la operación Slice, un entramado de venta de jamones robados y manipulación de certificados que destapó la Guardia Civil y se saldó con seis detenidos, empresas del sector investigadas y 63.000 paquetes retirados de su comercialización, tal y como recoge Voz Populi.
Estafa
En su defensa, Dia asegura haber sido víctima de una estafa y estar colaborando con la investigación.
La compañía, asimismo, niega la venta de cualquier producto no apto para su consumo, pero, supuestamente, la empresa compró jamones a un proveedor sobre el que recaían dudas acerca de la calidad, higiene y origen de sus productos.
Una historia complicada
Tras hacerse pública la investigación sobre estos embutidos, la Guardia Civil dio órdenes a los supermercados de eliminar las partidas de jamón que, en teoría, había sido robado. Y, semanas más tarde, advirtió de que los mismos proveedores también habían falsificado certificados sanitarios y los sellos que calificaban la carne como ibérica.
QSabor Foods SL es una de las principales compañías que está en el punto de mira, ya que se detectó que apenas contaba con espacios reglamentarios para manipular productos alimenticios. La cadena de supermercados Dia asegura que ya ha denunciado a esta empresa, a pesar de que su departamento de control de calidad no detectó el fraude en ningún momento.
Ofertas de escándalo
Rebajas de entre el 50 % y 75 % aparecieron durante cuatro meses en los productos de la marca Campo Noble, nombre bajo el que se distribuían estos productos calificados como no aptos para el consumo.
Al incautarse 63.000 envases de estas carnes en torno a mayo de 2020, la Guardia Civil acusó a las empresas proveedoras de delitos contra la salud pública, falsificación, hurto relativo y estafa. Por su parte, ninguna inspección sanitaria autonómica o profesional se dio cuenta de estas circunstancias, por lo que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) tampoco advirtió de ello.