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La crisis, el 'gaming’ y el minado de criptomonedas arrasan con el stock de tarjetas gráficas
La escasez mundial obliga a muchas tiendas de informática a dejar de vender estos componentes
Las tarjetas gráficas de gama media y alta han subido de precio, como la espuma, fruto de la especulación, el auge del gaming, y el minado de criptomonedas. Estas tendencias se han acelerado aún más a raíz de la pandemia y hacerse con uno de estos componentes hoy en día parece misión imposible. Estos dispositivos se emplean para jugar a videojuegos con la potencia y la velocidad de renderización suficiente para disfrutar de cierta calidad y fluidez audiovisual.
“Una tarjeta gráfica básica cuesta alrededor de unos 300 euros y una de gama alta ya se va a los 1.000 euros. Pero en los últimos meses estos precios se han triplicado por la escasez mundial”, detalla a Consumidor Global Joan Vilatuba, responsable de marketing de Red Computer, especialistas en productos informáticos. Los comercios dedicados a este tipo de artículos han decidido tomar ciertas medidas ante la falta de stock. “En el sector se está prohibiendo la venta individualizada. Ahora, para obtener una gráfica, ésta debe estar sujeta a la compra de un ordenador”, declara Vilatuba. Además, este experto augura que dichos problemas de abastecimiento se mantendrán, también, a lo largo de este año.
El efecto bitcoin
El minado de criptomonedas ha ayudado a agravar la situación de disponibilidad de tarjetas gráficas. Para minar bitcoins se suelen utilizar gráficas de última generación. De hecho, existen múltiples portales digitales y tutoriales que enseñan a cualquier usuario cómo hacerlo en su propia casa con una simple app. “Con un software, gráficas y tiempo, pueden llegar a generar bitcoins a base de cálculos matemáticos. Es necesario tener encendido el ordenador las 24 horas del día, por eso se necesita, además, una refrigeración eficaz del sistema. Y, por otro lado, esto conlleva un aumento del coste en la factura de la luz”, matiza Vilatuba.
Uno de los problemas más evidentes por la especulación de criptodivisas es que el aumento de precios de las gráficas dificulta la adquisición de un ordenador por parte de las familias con ingresos medios. “No es lo mismo un aumento de 400 euros para una familia que quiere comprarle un ordenador a su hija, que para la gente que se dedica a minar bitcoins”, denuncia el especialista.
Los ‘bots’ de compra
“Antes se limitaba la venta a una tarjeta por persona, lo que empezó a provocar la aparición de bots que compraban tarjetas gráficas premium el mismo día que salían a la venta. Cuando éstas se agotaban, se podían encontrar en plataformas de reventa, nuevas, por el triple de su coste original”, explica Vilatuba. Este modus operandi se produjo, por ejemplo, con el modelo Nvidia RTX3080 y se ha repetido, también, con la tarjeta Nvidia RTX3090. Asimismo, se vio esta tendencia con el lanzamiento de la consola PS5, de Sony, en septiembre de 2020.
En el caso concreto del dispositivo RTX3090, su precio medio habitual oscila entre los 1.500 y los 2.200 euros, pero en eBay, aparecen pujas que arrancan en los 2.000 euros y alcanzan precios que rondan los 3.500 euros en compra directa.
Una escasez sin precedentes
La empresa PcComponentes ha decidido, como otras tiendas, limitar la venta de tarjetas gráficas ante la difícil situación actual. En este sentido, achacan esta medida a la “demanda exponencial” de este hardware y a la “escasez sin precedentes de forma mundial”, que se ha hecho más evidente por la crisis sanitaria. “Los fabricantes pusieron fin a sus promociones y ofertas en esta serie de tarjetas gráficas, ya que no había apenas disponibilidad y eso subió los precios de salida al mercado” especifican a este medio fuentes de la compañía.
“La solución que consideramos más oportuna ha sido la de comercializar las pocas tarjetas gráficas disponibles en conjunto con un equipo, pues de esta manera aseguramos que este componente no acabe en un canal de reventa y tampoco sea usado para otros fines no tan prioritarios”, asegura la firma. De manera excepcional, la compañía permite la venta individual de una tarjeta gráfica sólo a clientes que hayan comprado el resto de los componentes de su PC a la espera de tener stock suficiente, siempre y cuando no exceda el plazo de seis meses desde su compra.
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