0 opiniones
Subastados por 28 millones los chapines robados de 'El mago de Oz'
Los icónicos zapatos rojos que llevó Judy Garland en la película musical de 1939 acaban de ser adjudicados por un precio desorbitado
La novela infantil El maravilloso mago de Oz, de L. Frank Baum, ha saltado del papel a la gran pantalla en numerosas ocasiones, pero la versión más mítica es la protagonizada por Judy Garland en 1939.
En El mago de Oz de Victor Fleming, considerada una película de culto, Garland da vida a la joven Dorothy, cuyos icónicos chapines de rubíes acaban de ser subastados por 28 millones de dólares.
Los chapines de 'El mago de Oz' de los 28 millones
La casa de subastas Heritage Auctions había estimado que los zapatos rojos se venderían por unos 3 millones de dólares.
Nada que ver con los 32,5 millones pagados por el comprador, teniendo en cuenta la comisión de la casa de subastas, según ha desvelado el vicepresidente de la empresa a CBS News.
Unos zapatos con historia
"Los chapines rojos son un par vintage de Innes Shoe Co. con empeine y talón de faya de seda roja cubierto de georgette de seda con lentejuelas hechas a mano, forrado de cuero blanco, y las suelas de cuero están pintadas de rojo con fieltro naranja adherido a la base delantera de cada zapatilla", rezaba la descripción del artículo en la página web de la casa de subastas.
Según incluía Heritage Auctions en la descripción, Rhys Thomas, autor del libro The Ruby Slippers of Oz: Thirty Years Later ('Los chapines de rubíes de Oz: Treinta años después'), los describió como "mucho más que un recuerdo de Hollywood, mucho más que una valiosa pieza de la industria". "Trascendieron Hollywood, hasta el punto de representar la poderosa imagen de la inocencia para toda América", escribió.
El robo del Museo Judy Garland
También cabe recordar el azaroso pasado de los codiciados chapines, que en 2005 fueron robados del Museo Judy Garland, en Grand Rapids (Minnesota).
No aparecieron hasta 13 años después, cuando la Policía Federal de Estados Unidos (FBI) los encontró. Al parecer, Terry Martin, el ladrón, había asumido erróneamente que los rubíes del calzado eran reales, lo que, en su opinión, justificaría por qué estaban asegurados por un millón de dólares. Nada más lejos de la realidad, ya que "el valor de los zapatos no radicaba en sus materiales", según apunta Variety. Se trata, además, de uno de los cuatro pares que utilizó Judy Garland en el rodaje del filme.