Reju, la marca que cambia el rumbo de la moda al transformar residuos textiles en ropa nueva

Hablamos con Patrik Frisk, el CEO de la empresa que utiliza tecnología química avanzada para regenerar tejidos desechados, devolviéndolos a su estado original y permitiendo que se usen repetidamente

Patrik Frisk, el CEO de Reju / CEDIDA

Cada año, se genera 92 millones de toneladas de residuos textiles, de los cuales menos del 1% es reciclado de manera efectiva. Este flujo masivo de desperdicio es la consecuencia directa de un sistema que antepone la cantidad a la sostenibilidad. Patrik Frisk lo sabe bien y rechaza vehemente este enfoque, dispuesto a cambiar –por fin– el rumbo de la moda. 

En una charla directa y sin adornos, el CEO de Reju no tiene reparos en calificar este modelo de “hacer, usar, tirar” como “completamente insostenible”. “Es un sistema absurdo”, afirma a Consumidor Global, señalando que transformar la industria textil desde sus cimientos es una necesidad ineludible. Con su primera instalación operativa en Frankfurt, el Regeneration Hub Zero, Reju comienza a hacer realidad esa visión.

Desbloquear posibilidades infinitas

Reju, propiedad de Technip Energies, utiliza tecnología química avanzada para regenerar textiles desechados, devolviéndolos a su estado original y permitiendo que se usen repetidamente. “Nuestro propósito como empresa es desbloquear posibilidades infinitas con materiales finitos”, explica Frisk. “Lo que hacemos no es reciclar; regeneramos. Tomamos materiales dañados y los reconstruimos, haciéndolos incluso mejores que antes”, añade.

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El 87% de los textiles desechados terminan en vertederos o son incinerados / CEDIDA

El 87% de los textiles desechados terminan en vertederos o son incinerados, contribuyendo al agotamiento de recursos finitos y al daño ambiental. Este panorama se agrava por el predominio del poliéster, que constituye el 57% de los textiles globales. Aunque este material es versátil y esencial para la industria, su producción depende del petróleo, un recurso limitado.

Las entregas, programadas para 2025

“La realidad es que el mundo no puede dejar de usar poliéster”, reconoce Frisk. “Todo el sistema está diseñado alrededor de este material, desde la fabricación de hilos hasta la producción de telas. Aunque hoy contamos con suficientes textiles en el mundo para durar seis generaciones, debemos encontrar maneras de reutilizar lo que ya tenemos”, subraya con firmeza.

Ante este reto, Reju propone un modelo circular que desvincula el uso de poliéster de la constante extracción de petróleo. El poliéster regenerado no solo tiene una huella de carbono un 50% menor que el poliéster virgen, sino que, además, puede regenerarse de manera indefinida, cerrando así el ciclo de vida del material. Las entregas de su material estrella están programadas para 2025.

Cómo funciona la tecnología regenerativa

La operación central de Reju se lleva a cabo en su Regeneration Hub Zero, ubicado estratégicamente en Frankfurt. En su interior hay una intrincada red de conductos que dominan su interior. Desde el techo hasta el suelo, tubos serpentean transportando poliéster en un viaje continuo de transformación. La base de su trabajo es la despolimerización, un proceso que rompe las cadenas moleculares del poliéster para limpiarlas y reensamblarlas. Esto permite regenerar poliéster con calidad equivalente o superior a la original. 

“Podemos hacer hilos más duraderos, telas más suaves y productos que liberen menos microplásticos”, detalla Frisk. Este enfoque, que él describe como suprarreciclaje, representa un avance significativo sobre las prácticas de reciclaje tradicionales, que a menudo degradan la calidad del material.

Separar y regenerar el material

En la fábrica de Reju se recolectan y clasifican prendas desechadas, que luego pasan por un proceso químico avanzado para separar y regenerar materiales. “La mayoría de las prendas son una combinación de poliéster, algodón, elastano y otros elementos como cremalleras o botones, lo que hace que su reciclaje sea complicado”, comenta el CEO de la marca. Sin embargo, el hub está diseñado para manejar esta complejidad, descomponiendo las fibras y reconstruyéndolas desde cero.

Los resultados de las diferentes fases del reciclaje que poliéster que lleva a cabo Reju en Frankfurt / CG
Los resultados de las diferentes fases del reciclaje que poliéster que lleva a cabo Reju en Frankfurt / CG

“Nunca diseñamos prendas pensando en desmontarlas”, admite Frisk. “Hoy, tomamos prendas compuestas por varios materiales, las descomponemos y nos enfocamos en regenerar el poliéster, que es el componente más problemático”, continúa. “Podemos hacer esto un millón de veces. Lo que producimos aquí es sostenible y escalable”, afirma con orgullo. 

Aceptación del consumidor

“Todo el proceso para generar una nueva prenda, de principio a fin, puede llevar meses. En términos de nuestra operación de transformación del poliéster dentro del centro de regeneración, el tiempo es mucho más corto –entre 12 y 16 horas–”, señala el CEO. Reju planea construir dos centros adicionales, uno en Estados Unidos y otro en Europa en 2027, con capacidad para procesar 50.000 toneladas anuales. “Si queremos cambiar una industria, debemos hacerlo a nivel industrial”, apunta.

Una foto del trabajo de REJU   CEDIDA
Una foto del trabajo de REJU CEDIDA

Sin embargo, Frisk entiende que la tecnología no basta para transformar la industria. Cambiar la percepción de los consumidores y educarlos sobre los beneficios de los productos regenerados es igual de importante. “Muchos aún asocian el reciclaje con una calidad inferior, pero lo que hacemos en Reju es diferente”, asegura Frisk. “Nuestros materiales no solo son sostenibles, son mejores que los originales”, destaca.

La colaboración con marcas

Además, Reju trabaja con marcas de moda rápida para implementar sistemas de devolución que permitan a los consumidores reciclar sus prendas de manera responsable. “El objetivo no es sólo reciclar más, sino regenerar mejor”, subraya Frisk. 

El enfoque de Reju también incluye la integración de otros materiales como el algodón y el elastano en sus procesos de regeneración. “Con el tiempo, queremos abordar todos los componentes de los textiles, desde los tintes hasta las fibras sintéticas”, explica Frisk, destacando el potencial de la ingeniería química para resolver estos desafíos.

El tiempo de actuar es ahora

A pesar de los avances, Frisk reconoce que el impacto de Reju será incremental. Incluso con múltiples centros operativos, la capacidad proyectada cubriría solo el 3% de la demanda global de poliéster en los próximos 10 años. Sin embargo, el CEO de la marca insiste en que comenzar ahora es crucial. “Nos llevó décadas construir este modelo insostenible. Cambiarlo llevará tiempo, pero no podemos retrasarlo más”, resalta.

El compromiso es claro. Como concluye Frisk, “no podemos seguir extrayendo materiales finitos y desechándolos. Debemos construir un sistema que permita a la industria textil evolucionar y al consumidor cambiar su comportamiento. Nuestro Regeneration Hub Zero es solo el comienzo”.

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