Ecodicta. Este es el nombre de la plataforma que viene pisando fuerte en el sector del lujo accesible y la venta de segunda mano. Se trata de una web que vende o alquila prendas preloved de marcas como Rita Row, Vilagallo, Second Female o la australiana Jaase.
Pero, ¿cómo funciona? Tiene tres líneas de negocios. La venta de prendas de segunda mano, el alquiler de ropa para eventos y la suscripción de las cajas Look&Love, su última apuesta. Lo explica a Consumidor Global Raúl González, CEO de Ecodicta.
Huyendo del 'fast-fashion'
Ecodicta se centra en la moda de segunda mano. En ella no hay sitio para Zara o cualquier otra de Inditex. ¿El motivo? "No utilizamos marcas de fast-fashion porque pensamos que la moda tiene que evolucionar hacia prendas que sean de calidad, durables y atemporales", argumenta González. Las prendas que se venden o alquilan en Ecodicta son de marcas intermedias. Además de las firmas citadas, se incluyen otras como Dolores Promesas o Moclan.
"Llegamos a acuerdos con las marcas para que nos cedan prendas de segunda mano que recompran a las clientas", afirma el CEO de la plataforma. Luego, el equipo de Ecodicta selecciona la ropa y complementos que se ponen a la venta. "Lucen como nuevas, lo único es que no siempre son de la última temporada", sostiene el fundador.
Alquiler de prendas para eventos: un negocio al alza
Alquilar prendas para eventos puntuales no es ninguna novedad. Pero, sí es cierto que cada vez aumenta más la demanda. Lo reconoce el propio González.
"Nos centramos en alquiler para eventos porque es lo que más está creciendo. Al final, las prendas que se compran para un evento se suelen usar una vez y ya está. Así es como tener un armario entre amigas que se van cediendo prendas y nosotros hacemos la gestión", explica.
Funcionamiento de las cajas Look&Love de Ecodicta
Las cajas sorpresa Look&Love es un servicio de Ecodicta cuyo funcionamiento es bastante sencillo. Cuesta 15 euros y la plataforma envía cinco prendas para que la clienta las pruebe durante cinco días. Puede ser un pedido puntual o se puede contratar una suscripción mensual. "Somos como Lookiero pero con prendas de segunda mano", matiza González.
Además, hay una personal shopper (una estilista) que elige las prendas por la clienta. ¿Cómo? Previamente, la usuaria tiene que rellenar un formulario en la web con datos como su color de ojos, estatura, peso, talla así como su estilo de vida.
Lo mejor de la suscripción Look&Love de Ecodicta
Consumidor Global ha puesto a prueba el servicio Look&Love de Ecodicta. Destaca la rapidez de los envíos y la personalización de las prendas. En nuestro caso, la ropa recibida es:
- Un pantalón de lino en tono beige de la marca Begur Clotsy.
- Una blusa de color blanco con tejido calado de la firma Galia Lilipa.
- La falda midi Adit de Rita Row en tejido de punto.
- Un chaleco de lana de la firma Second Female.
- Dos vestidos veraniegos de las marcas Vilagallo e Isabel Hupit.
Tres de las cinco prendas encajan con nuestros gustos y tallas. En el interior de la caja hay un listado con las marcas de las prendas y sus correspondientes precios. Además, incluye un código QR con el que se gestiona la compra en el que caso de que decidas quedarte con algún artículo.
Los precios
Al tratarse de prendas de segunda mano, los precios bajan considerablemente. De hecho, los descuentos van del 50% al 70%.
Veamos algunos ejemplos. El pantalón de Begur Clotsy pasa de 65 euros a 19 euros. El precio original de la falda de Rita Row era 110 euros y ahora se queda en los 39 euros. El vestido de Isabel Hupit costaba 139 euros y Ecodicta lo vende por 45 euros. ¿Y qué ocurre con los 15 euros de la suscripción? Si el pedido supera los 50 euros, Ecodicta descuenta esos 15 euros.
Lo que menos nos ha gustado
La caja Look&Love de Ecodicta en general es correcta. Prendas que entran dentro de nuestros gustos y con unos precios razonables. Sin embargo, hay dos aspectos que cabe matizar.
Algunas prendas tienen una talla superior a la que usamos habitualmente. Aunque las marcas no tallen de la misma manera, cambiar el tallaje puede ser un poco arriesgado. Por último, pese a que todas las prendas estaban pensadas para el verano, el chaleco es de lana y, por tanto, poco útil en estos meses.