Mimados. Así son los zapatos de miMaO. Ni viajan en contenedores desde China, ni son fabricados con materiales de dudosa calidad por empleados que trabajan en condiciones deplorables. No. Los zapatos de esta marca los confeccionan artesanos de Elche con pieles nobles, tienen precios competitivos y se venden como churros. ¡Sí, señor!
Rafael Muñoz, director general de miMaO y abanderado del made in Spain, vende alrededor de 200.000 pares de zapatos al año. Hablamos con él de la competencia feroz de marcas como Massimo Dutti (Inditex), de las condiciones laborales de sus empleados y de los planes de expansión de su empresa con sede en Madrid.
--¿Por qué la segunda ‘M’ y la ‘O’ del nombre de vuestra marca se escriben en mayúscula?
--Pues mira, no lo tengo muy claro. El especialista nos dijo que quedaba mejor así.
--¿Cómo ha evolucionado miMaO a lo largo de sus 8 años de vida?
--Hemos ampliado el portafolio buscando, de forma constante, mejorar la calidad de nuestros zapatos. Ha sido una evolución natural del producto con el objetivo de expandirnos en el segmento de señoras, y también en el de caballeros, sin dejar de priorizar esa comodidad y calidad para el cliente final.
--El crecimiento de miMaO también os habrá permitido escalar el negocio, ¿no?
--Como es un producto nacional y tenemos muchas referencias, tampoco hay una producción enorme por referencia. Nosotros no podemos optimizar esa escala, preferimos ampliar el rango de producto. Esto hace que nuestra relación calidad-precio sea muy buena, aunque el coste de producción también es más elevado, sobre todo respecto a grandes marcas. No podemos hacer grandes series de un solo modelo.
--Entonces, también vendéis la exclusividad de series limitadas de zapatos…
--Es la manera que tenemos de que la cuenta de resultados sea razonable. Como no podemos competir con las grandes empresas en volumen, hemos preferido sacrificar rentabilidad e ir creciendo en el mercado hasta situarnos como proveedores de referencia para muchas personas.
--Habéis llegado a facturar 10 millones de euros en un año y planeáis expandirnos a otros países de Europa y Latinoamérica… ¿Cuál es vuestro plan para los próximos cinco años?
--Nuestro planteamiento inicial era llegar a esta cifra de negocio, y ahora que tenemos una estructura estable de la compañía, toca empezar a estrenarnos en nuevos mercados. Tenemos el soporte técnico y los recursos para hacerlo de una manera ordenada. Expandirnos por Europa y Latinoamérica partiendo de esa base consolidada en España. Porque empezamos hace 8 años y lleva su tiempo asentarse en el mercado.
--¿Cuál es vuestro zapato estrella?
--El modelo Urban (85 euros). Es un zapato bonito, sencillo, con tacón bajo, medio o alto, para todas las clientas. Fue el primer modelo que sacamos y sigue teniendo una gran aceptación entre los consumidores. Muchos de nuestros modelos son de continuidad, cubren un nicho de mercado y las clientas los renuevan con referencias similares.
--He leído que los zapatos Mary Jane son tendencia este otoño…
--Ahí me pillas un poquito. Eso lo lleva el encargado de producto y marketing. Aunque nosotros, además del producto de continuidad, trabajamos las tendencias, por lo que es probable que tengamos esos modelos.
--¿Vendéis más online o en las 240 tiendas de moda y calzado en las que estáis presentes en España?
--Un 90% online y un 10% en tiendas.
--Vuestros zapatos de mujer hechos en España cuestan entre 79 y 100 euros, lo mismo que los de Massimo Dutti, que están fabricados en China y Turquía, donde la mano de obra es mucho más barata. ¿Cómo es posible?
--Porque nosotros tenemos un margen de beneficio mucho menor que ellos. Seguro.
--¿Cómo se compite con el ‘made in China’?
--Hay un sector de los consumidores que valora el producto de calidad hecho en España. Cada vez más gente busca esa calidad y rehúye productos hechos en Asia, que a veces dicen que son de piel y son híbridos, hechos con materiales poco nobles, para abaratar costes. Los nuestros no son unos zapatos para una temporada. Al final, los cambian por aburrimiento, no porque se hayan estropeado.
--¿Siempre habéis fabricado en España?
--Siempre.
--¿Dónde están vuestros talleres?
--Están en la zona de Elche, básicamente. Es una zona productora de calzado nacional y nosotros fuimos allí cuando ideamos el proyecto. Tenemos una interrelación muy directa con ellos que nos permite hacer partidas cortas y reposiciones rápidas, a diferencia de los que trabajan con Asia.
--¿Qué condiciones laborales tienen las personas que fabrican los zapatos miMaO en Elche?
--Nosotros trabajamos con una fábrica a la que le pedimos que tenga toda la estructura legal correcta: trabajadoras dadas de alta en la Seguridad Social, que no haya historias extrañas, que no trabajen fuera de su ámbito laboral como sucedía antaño, que todo el mundo tenga sus salarios y sus nóminas en orden y al día. Requerimos que los centros de producción estén regulados acorde a la legislación.