“He flipado mucho en la tienda de ropa Kik”, escribía Tamara M. por WhatsApp a una amiga, quien le respondió con celeridad ante la intriga. “He ido a cambiar los pantalones que me compré el otro día porque me equivoqué de talla. Cuando llegué a la caja, me sorprendieron al hacerme firmar una hoja para poder hacer la devolución”, proseguía su relato.
La extravagancia de este suceso en una tienda ubicada en Valencia hizo que, al llegar a casa, Tamara se pusiera nerviosa y se preguntara si aquel documento que tuvo que firmar y rellenar con sus datos personales se trataba de un trámite legal. “Nunca he visto eso en ninguna tienda y me impactó completar un formulario para hacer una devolución”, expresa la clienta que añade que lamenta haber firmado ese escrito.
No le dieron explicaciones
Tamara cuenta a Consumidor Global que tiene muy claro que no volverá a comprar nada de la cadena de moda low cost, considerada la versión alemana del gigante Primark. “No pude hacer ninguna foto del documento. Me sentí exaltada por aquello, pero si hubiera pensado un poco no la hubiese firmado, ya que me pidieron mi nombre, mi número de teléfono y mi dirección”, reflexiona.
“Tampoco me dieron ninguna explicación, solamente me dijeron: toma, firma esto”, evoca la clienta. Cabe remarcar que Tamara pagó en efectivo en el establecimiento físico de Kik, y realizó la devolución presencialmente en el mismo comercio.
¿Es legal?
Jesús P. López Pelaz, fundador y director del bufete Abogado Amigo, expresa que el Reglamento General de Protección de Datos tiene como principio básico la minimización en el tratamiento de datos, es decir, tratar los datos que sean imprescindibles para realizar la acción requerida. “Así, por ejemplo, si para identificarme basta con el DNI, no es necesario que me pidan mi huella dactilar”, ejemplifica.
“Del mismo modo, si para adquirir el producto puedo hacerlo sin dar dichos datos, para la devolución tampoco será necesario y resulta totalmente desproporcionado e improcedente tener que identificarse para hacerlo”, argumenta López. “Sí que sería procedente pedir la misma tarjeta bancaria con la que se realizó el pago, o solicitar de forma voluntaria algún dato de contacto, como el número de teléfono, para poder realizar una encuesta de satisfacción”, expone el abogado.
No es obligatorio
“Me gustaría saber para qué realmente se piden estos datos”, cuestiona el abogado Iván Rodríguez. “Por lo general, cuando se piden datos y se proporcionan, siempre tenemos que dar nuestro consentimiento por escrito y además leer un acuerdo, que suele ser relativo a datos personales y protección de datos”, explica Rodríguez, que añade que hace hincapié en que no es obligatorio ceder datos personales si no se quiere.
“Si se solicita una devolución, al ser un establecimiento físico, la empresa puede o no conceder dicho cambio, pero nunca obligar al consumidor a otorgar unos datos, si el cliente no lo desea”, puntualiza el profesional.
¿Por qué se piden estos datos?
Consumidor Global se ha puesto en contacto con Kik en múltiples ocasiones. Sin embargo, al término del reportaje, este medio de comunicación no ha recibido ninguna respuesta por parte del grupo alemán sobre la razón de por qué se piden estos datos personales a la hora de realizar una devolución.