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Juan Parés: “La moda tiene que acercarse mucho más al consumidor para entenderle”

El presidente de Textil Santanderina aboga por invertir en formación, aplaude la regulación europea y recuerda que solo quien conoce los textiles o los procesos sabe apreciarlos

Juan Manuel Del Olmo

Juan Parés, presidente del Observatorio del Sector Textil y de la Moda / CARLOS LUJÁN - EUROPA PRESS

Juan Parés tiene una mirada serena, que a veces parece encenderse de confianza y a veces de una sospecha sana, reflexiva. Cuando su respuesta es categórica, no alza la voz para dar empaque a su argumento. Cuando duda, no susurra. Hilvana una idea con otra con suavidad, y a veces sorprende con una referencia o una cita (al filósofo Byung-Chul Han, por ejemplo). La moda, escuchándole, parece desde luego algo serio, pero no imprescindible ni enrevesado. 

Parés es el presidente del Observatorio del Sector Textil y de la Moda, una entidad que aúna a dos patronales, la Confederación Moda España y el Consejo Intertextil. También es el consejero delegado de Textil Santanderina, una entidad nacida en 1923 que fabrica fibras, tintes y acabados que después compran titanes de la industria como Inditex, C&A o Pepe Jeans. En el ejercicio 2022 facturó unos 95 millones de euros.

–¿Qué es para usted la moda?

–Una pregunta complicada para comenzar. He pensado muchas veces en esto, en qué es realmente la moda, y creo que es algo que une a las personas dentro de ciertos sentimientos, de imágenes. Que crea entornos similares en torno a los cuales la gente se identifica.

Varias personas sostienen sus bolsas / FREEPIK - @teksomolika

–En la presentación del informe La aportación del retail textil a la economía española, que la Asociación Retail Textil España (ARTE) celebró en mayo, la industria sacó pecho y explicó que el sector del comercio textil representaba el 1,62% del PIB español. ¿Cree que esta cifra se mantendrá, aumentará o disminuirá en los próximos años?

–Creo que en este momento el mundo de la moda se está desarrollando de manera adecuada. Lo está haciendo sobre la base de unos principios que se mantienen, como la creatividad y la adecuación del producto a las tendencias que marca el mercado. Y además, ahora se añaden conceptos nuevos, pero antiguos a la vez, que son los de sostenibilidad y circularidad. En mi opinión, esos conceptos le van a dar más profundidad a la moda y van a permitir que el consumidor vaya entendiéndola de un modo diferente, con una consciencia colectiva mayor. Eso hará que la moda pueda seguir creciendo de una manera más sólida, sin tantos… altos y bajos.

–Hablando de sostenibilidad, durante la presentación del informe, la ministra María Jesús Montero hizo una referencia a las plataformas chinas, como Shein. ¿Usted cree que el sector de la moda debería hacer más esfuerzo por explicar qué implica realmente comprar en estas empresas de moda ultrarrápidas?

–Yo creo en la libertad de mercado, y entiendo también que legislar tiene que implicar macar los terrenos de juego en los que se practica esa libertad. Por lo tanto, entiendo que lo hay que tener es un marco que sea común para todos los actores, independientemente de dónde venga la mercancía. Lo que tiene que pasar en Europa, a mi entender, es que lo que marque la legislación sea respetado por todos para que haya cierta igualdad de competencia respecto a los sistemas de producción, es decir, la RSC, las personas, que para mí son tan importante como el medio ambiente o más.

Estantes de una tienda de ropa / PEXELS

Hablamos de que haya igualdad en cuanto a las normas que regulan los usos del agua, de colorantes, de productos químicos, de tipos de material… Imagino que con la nueva legislación que se está desarrollando en Europa en el marco 2030, que implicará una mayor trazabilidad de la prenda para saber de dónde viene y cómo está hecha, podremos entrar en una nueva era del comercio textil. Y eso, a los productores europeos, nos va a permitir ser más competitivos.

–En este sentido, ¿cree que la marca España se valora lo suficiente dentro del país?

–Todo lo que sea valorizar un producto creando identidad, dándole un sello, es positivo. Y más si queremos internacionalizar ese producto. Juntos somos mucho más fuertes que yendo de manera individual. Y si estamos juntos, como lo estamos en el Observatorio Textil, tendremos muchísimas más posibilidades de conquistar cosas que si cada compañía va por libre. Así que estoy convencido de que tenemos que potenciar la marca España con mucho trabajo y mucha humildad. España tiene una imagen de creatividad, de imaginación, de historia, que podemos aprovechar en muchos sentidos.

Distintas camisas / FREEPIK

–Kantar publicó recientemente un informe en el que hablaba de estancamiento y de los efectos de la inflación en el sector de la moda. Según este análisis, la cantidad de dinero que el consumidor español gasta en ropa se ha reducido un 30% respecto al año 2008. ¿Esto representa una amenaza para el sector?

–Hay varios puntos de vista. Evidentemente, en los últimos años la moda no está sola en el mundo del consumo como opción de satisfacción de emociones. Las distintas marcas de moda no solo compiten entre ellas, sino que todas compiten a su vez con aplicaciones tecnológicas, con viajes a unos precios muy razonables, con sistemas de entretenimiento que están al alcance de todos… Es decir, el mundo se está transformando y evoluciona. Y los gustos de consumo también varían.

La juventud también ha evolucionado, y comprende las cosas de otra manera. Uno de los esfuerzos que tiene que hacer la moda es precisamente acercarse mucho más al consumidor para entenderle. Y transformarse desde esa óptica, no desde lo que pensamos los que hacemos moda, sino ponernos en el lado del consumidor, entenderle y comunicar de una manera mucho más activa. Creo que la formación, no de los jóvenes que hoy ya son consumidores, sino de los que lo van a ser, es fundamental. Los cambios estructurales no se producen en cinco años, así que conviene trabajar la educación en el respeto por las cosas y en la forma en la que se hacen. Hay que dedicar recursos a la formación: el que conoce sabe apreciar las cosas. Si no, es muy difícil hacer un juicio de valor sobre un tipo de producto, un material o una compañía.

Una clienta en una tienda de ropa / UNSPLASH

–El informe también habla transparencia, pero aún ocurre que, cuando un comprador navega por la web de Scalpers o de H&M y se interesa por una prenda, no siempre puede ver dónde está fabricada.

–Cuando hablo de formación no hablo solamente de la formación del consumidor. Hablo de mucha formación en la industria de la moda. Es decir, también hay que cambiar la cultura de los que hacemos moda, porque esto va en las dos direcciones. Aquí todos tenemos responsabilidad, y quizá tengamos más los que estamos en la parte de la producción, la creación y la distribución. La idea es que los que tenemos que dar más pasos adelante somos nosotros, y se está dando: estamos usando muchísima menos agua, hemos pasado a usar un elevado porcentaje de energías limpias, los materiales y las fibras son mucho más sostenibles… Está cambiando la mentalidad.

–¿Qué le diría o aconsejaría al comprador de ropa en España?

–No, yo no soy nadie para dar consejos. Puedo decir lo que yo intento hacer, que es ser consecuente con los pensamientos que tengo. Creo que es importante ser consecuente en la vida, no solo en los actos de consumo. Ahora bien, el consumidor español tiene que ser consciente de lo que se juegan tanto él como su país cuando hace un acto de consumo, ya sea en textil, en carne o en un automóvil. Y a partir de ahí, tener la libertad para tomar la decisión que considere. Pero si uno habla de sostenibilidad, luego tiene que comprar sostenibilidad. Si uno cree que tiene que hacer un esfuerzo para mantener una industria, tiene que ser consecuente con ello. Nos van a juzgar por nuestros actos, no por nuestras palabras.