Pese a los avances de la tecnología y los innovadores productos de limpieza, a veces, los mejores consejos provienen de las generaciones anteriores. Las abuelas siempre tienen un truco bajo la manga, y cuando se trata de mantener las toallas suaves y sedosas, sus consejos son invaluables.
Aquí te revelamos sus secretos mejor guardados para que tus toallas luzcan y se sientan como nuevas.
El truco de las abuelas
1. El poder del vinagre blanco. Uno de los trucos más efectivos y conocidos es el uso del vinagre blanco. Este producto natural no solo es económico, sino que también es un excelente suavizante. Para utilizarlo, simplemente añade una taza de vinagre blanco al ciclo de enjuague de tu lavadora. El vinagre ayuda a eliminar los residuos de detergente que pueden endurecer las fibras de las toallas, dejándolas suaves y esponjosas.
2. Bicarbonato de sodio para una limpieza profunda. El bicarbonato de sodio es otro aliado en la lucha por mantener las toallas suaves. Este producto ayuda a eliminar los malos olores y a desinfectar las toallas. Añade media taza de bicarbonato de sodio junto con el detergente en el ciclo de lavado. Esto no solo limpiará profundamente las toallas, sino que también ayudará a mantener su suavidad.
3. Evita el uso excesivo de detergente. Aunque pueda parecer contradictorio, usar demasiado detergente puede hacer que las toallas se vuelvan ásperas. El exceso de detergente puede acumularse en las fibras, haciendo que se endurezcan. Es recomendable usar la cantidad justa de detergente y asegurarse de que se enjuague completamente.
4. No sobrecargues la lavadora. Sobrecargar la lavadora puede impedir que las toallas se laven y enjuaguen adecuadamente. Asegúrate de dejar suficiente espacio para que el agua y el detergente circulen libremente entre las toallas. Esto permitirá una limpieza más efectiva y ayudará a mantener la suavidad de las fibras.
5. Secado al aire libre. Siempre que sea posible, seca las toallas al aire libre. El sol y el aire fresco ayudan a mantener las toallas suaves y con un aroma agradable. Si usas una secadora, es recomendable sacudir las toallas antes de meterlas y utilizar una bola de secado o una pelota de tenis para evitar que se apelmacen.
6. Evita el uso de suavizantes comerciales. Aunque los suavizantes comerciales pueden parecer una solución rápida, a largo plazo pueden dañar las fibras de las toallas y reducir su capacidad de absorción. Es mejor optar por métodos naturales como el vinagre y el bicarbonato de sodio.