A menudo son los consejos más sencillos y tradicionales los que resultan ser los más efectivos. Un claro ejemplo de esto es el truco de la abuela para limpiar las persianas utilizando algo tan común como un calcetín. Este método no sólo es fácil y eficaz, sino que también es económico y respetuoso con el medio ambiente.
Las persianas, ya sean venecianas, enrollables o de láminas, juegan un papel crucial en nuestros hogares. No sólo ofrecen privacidad y controlan la luz natural, sino que también contribuyen a la estética de nuestras ventanas. Sin embargo, también son propensas a acumular polvo y suciedad, lo que puede afectar tanto su apariencia como su funcionalidad.
En qué consiste el truco
El truco de la abuela consiste en utilizar un calcetín viejo, que todos tenemos en casa, para limpiar las persianas por fuera. La técnica es simple: se coloca el calcetín en la mano como si fuera un guante, y se utiliza para frotar cada una de las lamas de la persiana. La tela del calcetín es ideal para atrapar el polvo sin rayar la superficie, y su flexibilidad permite llegar a todos los rincones con facilidad.
Por lo general, limpiarlas por dentro no es tan tedioso porque su acceso es fácil y bastaría con quitarles el polvo con un plumero, un paño húmedo o una aspiradora. La cosa se complica cuando tenemos que limpiarlas por fuera ya que es mucho más difícil e incómodo, pero esto no es motivo para no limpiarlas ya que, al estar expuestas a los fenómenos meteorológicos, se ensucian mucho más rápido. Ahí, es cuando el truco del calcetín entra en acción.
La sabiduría de las abuelas
Menos mal que la sabiduría de las abuelas no tienen límites y que a ellas les encantan contarnos todas sus batallitas y consejos, desde sus mejores trucos para hacer recetas deliciosas hasta ideas para la limpieza del hogar con cosas que tienes que casa y que desde siempre les has dado un uso totalmente diferente al que ellas les han asignado. Por ejemplo, ¿te imaginabas que era posible limpiar las persianas por fuera con un calcetín?
Como mencionan desde la revista Clara, aunque de primeras parezca algo “loco”, si lo piensas bien, los calcetines suelen ser de lana, un material buenísimo para atraer y retener el polvo acumulado en las persianas con gran eficacia. Por esta regla, también es posible usar jerséis de lana, eso sí, viejos, que los nuevos todavía podemos seguir usándolos.