Sklum es una de esas webs monas que llaman la atención del consumidor fácilmente. ¿La razón? Ofrece muebles y otros objetos de decoración muy bonitos y a precios asequibles.
El problema llega con la gestión de los pedidos online. Hace un año, Sklum ya recibió críticas por los retrasos en sus envíos y el mobiliario dañado, tal y como recogió este medio. Pero las experiencias frustradas siguen la misma línea en la actualidad. Prueba inequívoca del pasotismo de la empresa para poner remedio.
Meses de espera
El caso de Elías L.C. se añade a la larga lista de incidencias que acumula Sklum. Este usuario compró dos taburetes el pasado febrero por un importe total de 132 euros, tal y como explica a Consumidor Global.
La compañía le advirtió de que no recibiría las sillas hasta mayo. Pese a ello, el cliente decidió continuar con la compra. Transcurridos estos dos meses y medio, recibió los taburetes pero con una altura bastante inferior a la solicitada.
¿Hay alguien ahí?
A partir de este incidencia en el pedido, comienza el calvario de Elías L.C. para que Sklum le resuelva el problema. "Llamas y no te contesta nadie. Puedes estar dos horas intentándolo y no hay forma de que una persona te atienda. Es vergonzoso", señala el afectado.
Se puede contactar por WhatsApp, tal y como recalca este usuario, pero lo único que se obtiene son respuestas genéricas que animan al cliente a resolver la incidencia a través de la web sin ofrecer una solución clara.
Aluvión de críticas
Lo cierto es que el silencio al otro lado del teléfono es algo que resaltan bastantes usuarios en Trustpilot, donde Sklum cuenta con más de 45.000 reviews de una sola estrella.
Por si fuese poco, es llamativo que las críticas a la compañía llegan por horas al citado portal y todas van en la misma línea: incidencias con los pedidos online, retrasos en las entregas, productos defectuosos o la inexistente atención al cliente.
Sklum y sus respuestas genéricas
Después de mucho insistir, Elías L.C. consiguió que alguien de atención al cliente de Sklum le contestara. Sin embargo, desde el departamento se limitaron a compartir, una vez más, la respuesta genérica que reciben otros muchos afectados en Trustpilot.
"Para realizar una devolución, puedes gestionarlo desde tu área de cliente en nuestra web. Ahí encontrarás la opción para iniciar el proceso de devolución de tu pedido". Con estas palabras, Elías L.C. debe comenzar el proceso desde cero y seguir esperando a que Sklum arregle la incidencia.
¿Cómo se explican los meses de espera?
Explicar los meses de espera para recibir un mueble de Sklum no es cosa fácil. Ricardo de Vera, experto en logística y profesor de OBS Business School, señala los factores que pueden estar influyendo.
"Estas empresas dependen de varios proveedores en China o donde corresponda. Como consumidor, no te puedes dirigir al proveedor y, por tanto, las reclamaciones se complican. La situación en el canal de Suez, en Panamá o en el mar Rojo está creando demoras en las producciones y transportes. Al final, el que sufre el impacto de todo esto es el cliente final", explica a este medio.
La pésima atención al cliente
En cuanto a la pésima atención al cliente, el experto subraya que "les da igual". No importa que un cliente deje de comprar porque siempre habrá otro que lo haga. "Es el problema de la masificación de estas empresas", recalca Ricardo de Vera.
En el caso de Sklum no se trata de una sola mala review sobre su servicio postventa. Se cuentan por miles. "Está claro que deberían vigilar más la atención al cliente", apunta el experto. De hecho, Sklum trata de aparentar que su departamento funciona bien respondiendo de forma genéricas a los clientes con quejas. Pero se queda solo en eso, una apariencia.
Una vez más, Sklum guarda silencio
Consumidor Global ha contactado con Sklum parar tratar de esclarecer el caso de Elías L.C pero, al igual que ya ocurrió hace un año con otras experiencias, la compañía vuelve a dar la callada por respuesta a este medio.
Elías L.C. ya lleva una semana intentando que alguien de Sklum le de una solución. Pero, al término de este reportaje, solo recibe largas que acaban con su paciencia y su confianza en la compañía. "Es un calvario. Jamás volveré a comprarles nada", sentencia.