El papel de aluminio es una herramienta muy usada en todos los hogares españoles. Ya sea para envolver los alimentos antes de llevárnoslos con nosotros o para cocinarlos en el horno. Versátil -o eso creíamos- y omnipresente en la cocina, especialmente útil para conservar el sabor y la humedad de los alimentos parece que lleva décadas siendo el sustituto perfecto para el papel del horno.
Pese a su popularidad, el uso de este material plateado no está exento de controversia por su peligrosidad a la hora de contaminar los alimentos mientras se asan estos.
Los peligros de utilizar papel de aluminio en el horno
Algunos expertos en seguridad alimentaria han señalado que, bajo ciertas condiciones, el aluminio podría transferirse a los alimentos, lo que plantea interrogantes sobre sus efectos en la salud a largo plazo.
Y es que, el aluminio, al ser un material altamente reactivo, puede liberar pequeñas partículas cuando entra en contacto con ciertos alimentos, especialmente aquellos con un alto contenido ácido como los tomates, los cítricos o el vinagre.
¿Pero a partir de qué temperatura es peligroso?
Este proceso, conocido como lixiviación, se intensifica al cocinar a altas temperaturas, y aunque la cantidad de aluminio que se filtra en los alimentos suele ser mínima, la exposición prolongada o excesiva podría tener efectos negativos en la salud.
Estudios indican que el aluminio es seguro hasta los 200 °C, siempre que no se utilice con alimentos ácidos. Sin embargo, al cocinar por encima de esta temperatura, el riesgo de lixiviación se incrementa.
Los efectos en la salud
Los efectos en la salud han sido objeto de debate, pues si bien pequeñas cantidades de aluminio no son perjudiciales, la acumulación de este metal en el cuerpo podría estar vinculada a enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y otros trastornos neurológicos.
Una investigación publicada en ScienceDirect exploró cómo el aluminio puede llegar a dejar tóxicos de sus componentes en los alimentos durante la cocción. Para este estudio, los investigadores usaron carne picada y varias soluciones ácidas, como vinagre, tomate y cítricos, para ver cuánto aluminio se transfería al alimento al cocinarlo envuelto en papel.
Organización Mundial de la Salud (OMS) nos alerta de sus efectos
Los resultados revelaron que la cantidad de aluminio transferido era significativamente mayor en los alimentos muy ácidos o condimentados, debido a la reacción química con la que el metal reaccionaba ante estos ingredientes.
La OMS ha señalado que los valores de aluminio detectados en estos casos superan los límites recomendados y considera prudente limitar su uso en este tipo de preparaciones, como puede ser la del pollo asado con vinagre.
¿Cuánto aluminio estamos comiendo?
De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), un adulto promedio ingiere entre siete y nueve miligramos de aluminio al día, principalmente a través de alimentos procesados, antitranspirantes, cosméticos y otros productos cotidianos.
Aunque la mayor parte de este aluminio se elimina naturalmente a través de las heces y la orina, la exposición acumulativa a lo largo del tiempo podría representar un riesgo severo para la salud, sobre todo si se combinan múltiples fuentes de aluminio. Aunque el uso ocasional del papel de aluminio no supone un riesgo considerable, los expertos recomiendan limitar su uso al preparar alimentos con alto contenido ácido.
Consejos para un uso seguro del papel de aluminio
Aunque el papel de aluminio es seguro en muchas situaciones, existen algunas recomendaciones clave para minimizar los riesgos y aprovecharnos de su uso:
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Evitar su uso con alimentos ácidos: Como el aluminio tiende a reaccionar con ácidos, es mejor evitar su uso cuando se cocinen alimentos como tomates, vinagre o cítricos.
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Limitar el uso a temperaturas moderadas: Se recomienda no utilizar papel de aluminio a temperaturas superiores a 200 °C, ya que el calor elevado puede aumentar el riesgo de liberación de partículas de aluminio en los alimentos.
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Usarlo principalmente para almacenamiento: Para refrigerar o congelar alimentos, el papel de aluminio es ideal, ya que ayuda a preservar la frescura y a protegerlos de la exposición al aire.
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Considerar otras opciones para cocinar: Para recetas que impliquen temperaturas altas o ingredientes ácidos, es preferible utilizar alternativas como papel de horno, recipientes de vidrio o bandejas de acero inoxidable.
A pesar de la preocupación por la lixiviación de aluminio, la mayoría de los expertos coinciden en que su uso en la cocina cotidiana es seguro si se toman algunas precauciones. Dado que solo una pequeña fracción del aluminio que consumimos a diario proviene del papel de aluminio, el riesgo acumulativo puede considerarse bajo si se utiliza con moderación.