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¿Los imanes de la nevera afectan a su consumo o pueden dañar su funcionamiento?

Muchos usuarios creen que estos pequeños objetos pueden afectar al consumo de energía del frigorífico y a la vida útil de los alimentos

Ana Siles

Una niña abriendo la puerta del frigorífico con congelador / FREEPICK

Los imanes son pequeños objetos decorativos que muchas personas colocan sobre el frigorífico. Se adhieren a cualquier superficie metálica y, además de ser el souvenir por excelencia, sirven para sujetar notas o fotografías.

Ya se sabe que las redes sociales están repletas de mitos y uno de los más extendidos tiene que ver con los imanes de la nevera. Hay quienes piensan que estos objetos afectan directamente al consumo de luz del frigorífico dañando su funcionamiento.

Los expertos hablan 

Los imanes en la puerta de la nevera no afectan el consumo de electricidad ni el funcionamiento del aparato. Esta es una falsa creencia que se ha extendido durante años pero no tiene fundamento científico.

Una mujer abre su nevera / PEXELS

Desde la compañía eléctrica Endesa explican que los campos magnéticos de los imanes son tan insignificantes que "ni siquiera atraviesan la puerta de la nevera". Por su parte, la marca de electrodomésticos LG subraya que estos objetos tampoco interfieren con la vida útil del frigorífico o la de los alimentos.

Cómo ahorrar luz sin dejar de usar la nevera

Sin embargo, existen otros trucos para ahorrar en el consumo de energía sin dejar de usar el frigorífico. El primer consejo es mantener la puerta cerrada para mantener la temperatura del interior. También es recomendable ajustar la temperatura a unos 4 o 5 grados y el congelador a 18 grados bajo cero. Las temperaturas más bajas consumen más luz.

Varios alimentos en una nevera / UNSPLASH

Otro truco es organizar bien los alimentos para que el frío circule correctamente. Además de guardar cada producto donde corresponde, es importante no sobrecargar la nevera.  Por último, se recomienda guardar la comida a temperatura ambiente. Cuando los alimentos en caliente aumentan la temperatura interna de la nevera y, por tanto, el motor tiene que trabajar más.