0 opiniones
¿Es más barato encender y apagar el aire acondicionado o dejarlo puesto todo el día?
Estos aparatos, indispensables en verano, pueden disparar la factura de la luz, por lo que conviene conocer cómo ponerlos
El aire acondicionado es todo un salvavidas durante las olas de calor. Tal y como repiten por los expertos una y otra vez, lo más recomendable es mantenerlo encendido a una temperatura estable de 24-26 grados y asegurarse de que está en óptimas condiciones para evitar así la presencia de gérmenes que favorezcan las infecciones respiratorias. Con todo, una de las dudas frecuentes de los consumidores es si es mejor ir apagándolo y encendiéndolo a lo largo del día o dejarlo puesto.
Lo cierto es que cuando se enciende el aire acondicionado, el compresor trabaja a máxima potencia para enfriar rápidamente el ambiente. Si se apaga y enciende constantemente, el compresor tendrá que iniciar este proceso una y otra vez, lo que consumirá más energía y, a la larga, desgastará el equipo.
Aumento en la factura de la luz
Ahora bien, según indican desde el programa de LaSexta Más Vale Tarde es mejor dejarlo activo durante varias horas, “como con cualquier otro aparato de este tipo”. Además, también hay que tener en cuenta que cada grado que se baja repercute en la factura de la luz: supone un gasto mayor de un 8%.
Por otra parte, según remarcan desde Allianz Parnerts, es muy importante limpiar los filtros del equipo y las salidas del conducto de aire acondicionado antes de ponerlo en marcha.
La importancia de limpiar el filtro
En este sentido, según recuerdan desde Samsung, cuando el aire acondicionado está funcionando constantemente, los filtros se obstruyen más rápido de lo normal. Además, el ventilador e intercambiador de la unidad interior puede acumular residuos con mayor rapidez.
Si el filtro no se ha limpiado durante más de un mes, la falta de circulación de aire puede ocasionar que el filtro se obstruya. Un alto nivel de polvo en el filtro puede reducir la potencia del aire o causar un ruido anormal. Esto puede afectar a la potencia de refrigeración del aire acondicionado y hacer que la temperatura sea más cálida. Además de una drástica disminución del caudal de aire, en casos extremos puede congelar el intercambiador y gotear por la parte baja de la unidad interior.
Desbloquear para comentar