• Home

  • Hogar

  • Cómo reclamar si la reforma de tu casa acaba en chapuza

Cómo reclamar si la reforma de tu casa acaba en chapuza

Si la duración de la obra, su importe o la calidad de los materiales no se ajusta a lo presupuestado, esto es lo que se debe hacer para remediarlo

El salón de una casa que necesita una reforma integral / UNSPLASH
El salón de una casa que necesita una reforma integral / UNSPLASH

Hacer reformas en casa y darle un lavado de cara a nuestro hogar es una ilusión que puede terminar en pesadilla. Para evitar sorpresas, lo mejor es no pagar toda la obra por adelantado, pedir dos o tres presupuestos cerrados y acordar el precio con impuestos incluidos.

Y es que los expertos del sector de la reforma y la reparación advierten de la posibilidad de que todo termine en una chapuza si se improvisa y no se contrata a una empresa con profesionales acreditados para, por ejemplo, cambiar la bañera por una ducha, ganar espacio en la cocina, redistribuir el espacio o renovar la tarima o los marcos de las puertas y ventanas.

Cómo reclamar ante una obra mal hecha

Si la duración de la obra, su importe o la calidad de los materiales no se ajusta a lo presupuestado, que es lo que genera la mayoría de las quejas, se puede reclamar, pero lo mejor es intentar llegar a un acuerdo amistoso para subsanar esos problemas. En ello coinciden los expertos de la plataforma del sector de la reforma y reparación habitissimo.es, que también emplazan, si no hay respuesta a esa petición, a dirigirse a un abogado especializado en Derecho Civil para asesorarse y estudiar las distintas opciones para denunciar la situación.

Aunque también cabe la posibilidad de dirigirse al sistema de arbitraje en la Oficina de Consumo de la comunidad autónoma correspondiente, que son eficaces para resolver conflictos. En cualquier caso, todo será mucho más fácil si existe un contrato.

La importancia del contrato y la factura

Si no habido contrato de por medio, se hace muy difícil llevar a buen puerto cualquier intento de reclamación. En ese caso hay que ser aún más meticuloso a la hora de aportar correos, WhatsApps o pruebas escritas donde se hayan comprometido ambas partes a un presupuesto con unos rendimientos por día, plazos y unas calidades determinadas.

Si no hay presupuesto ni contrato para evitar pagar impuestos y el albañil o fontanero no está dado de alta en la seguridad social, hay que ser consciente de que ambas partes habrán cometido una ilegilidad, con lo que si se denuncia sufrirían ambas partes las consecuencias del error. Por eso, cuando uno se plantea una obra, según los técnicos, no merece la pena el ahorro teórico de los impuestos respecto a la pérdida de derechos que supone en la practica, porque la probabilidad de que tenga problemas es más grande.

Has leído este contenido de Consumidor Global elaborado por nuestro equipo de redacción y expertos. Si deseas acceder de forma libre a todos los contenidos que producimos te recomendamos suscribirte. Además, podrás recibir asesoramiento legal gratuito por formar parte de nuestra comunidad.
Comentarios

Desbloquear para comentar

Suscríbase

Tenemos
el mejor plan
para el consumidor exigente

Suscríbase
Acceda

Acceso completo

Libere los accesos a todas las secciones bajo suscripción

Contenido exclusivo

Contenido exclusivo

Los mejores artículos, productos, contenido exclusivo y asesoría legal

Suscríbase
Sea el mejor consumidor únase a nuestro club.