El horno es uno de los electrodomésticos indispensable para los amantes de la cocina, pero también uno de los que más se ensucian de todos los que hay en casa. Al hornear ciertos alimentos es común que se produzcan derrames o salpicaduras, y el hecho de que el aparato alcance altas temperaturas durante la cocción puede provocar que los residuos (pequeñas porciones de queso o gotas de grasa) se quemen y se adhieran con mayor facilidad a las paredes del horno.
Con todo, existen varios trucos útiles para eliminar la suciedad de forma definitiva. Además, es muy recomendable limpiar el horno con cierta frecuencia para evitar que la suciedad y los restos de comida quemada estropeen el sabor de nuestros platos.
Cómo limpiar el horno con quitagrasas tipo kh7
En la mayoría de los supermercados se venden quitagrasas o quitamanchas que pueden ser muy útiles para limpiar este electrodoméstico. KH7 es quizá el más conocido de todos. Sea cual sea el escogido, lo más importante es pulverizar bien por todo el horno, también las zonas exteriores. Una vez remojado el horno, lo dejamos reposar y luego lo limpiamos bien con un paño húmedo.
TRUCO: en algunos casos puede ser de gran ayuda encender el horno y dejarlo a unos 40 grados durante 20 minutos, con la puerta ligeramente abierta para que puedan salir los gases y que éstos no se queden en el interior, impregnando el aparato. No obstante, lo más recomendable es leer con atención las instrucciones del fabricante.
Esta última práctica es recomendable en el caso de tener una capa gruesa de grasa quemada, pero en la mayoría de casos con dejar reposar el quitagrasas y pasarle luego el estropajo será suficiente para dejar el horno limpio.
Cómo limpiar el horno con bicarbonato
En general, el bicarbonato de sodio es un producto de limpieza versátil, económico y seguro que puede ser útil para muchas tareas de del hogar. Puedes encontrarlo en cualquier superficie por menos de 2 euros y tiene buena fama el de la cadena de supermercados Mercadona.
Sus partículas finas actúan como un abrasivo leve, ayudando a fregar y eliminar la suciedad, la grasa y las manchas adheridas a las superficies. Además, tiene poder blanqueante, antiséptico y antibacteriano.
Limpieza con bicarbonato paso a paso
Para limpiar el horno con bicarbonato,hay que seguir 3 pasos.
1- En primer lugar, mezcla en un bol los siguientes ingredientes:
- 10 cucharadas de bicarbonato
- 4 de agua caliente
- 3 de vinagre
2- Reparte y aplica toda la mezcla por todo el horno, con un cepillo de dientes para llegar a los rincones más difíciles o con un simple estropajo.
3- A continuación, espera durante varias horas (toda la noche, si es posible) a que la fórmula actúe.
4- Por último, aclarar con abundante agua y remata la faena limpiando la superficie con un paño húmedo.
Cómo limpiar el horno con limón
El limón es un ingrediente natural y muy económico que también puede servir para limpiar el horno. Este cítrico, uno de los iconos de la huerta mediterránea, tiene un gran poder desinfectante, debido a su pH ácido (alrededor de 2-3), lo que lo convierte en un agente desincrustante eficaz. El pH ácido ayuda a disolver la suciedad, la grasa y las manchas minerales, como la cal y el óxido, por lo que es un aliado indispensable tanto para la limpieza como para el medio ambiente.
Limpieza con limón paso a paso
En primer lugar, hay que preparar una bandeja con agua, sobre la que se vierte el zumo de un limón (que, lógicamente, debe ser exprimido previamente). Se pueden añadir también las cáscaras para aumentar la cantidad de acidez y, por tanto, de poder desincrustante; pero no es imprescindible hacerlo.
Tras esto, hay que poner el horno a una temperatura media y esperar 30 minutos para que este producto antibacteriano haga su efecto y el vapor resultante reblandezca la suciedad de las paredes. A continuación, solo hay que aclarar con un paño húmedo.
Cómo limpiar el horno muy sucio con vinagre
El vinagre blanco y el vinagre de manzana también son dos grandes aliados en la limpieza gracias sus propiedades desinfectantes, desengrasantes y desodorizantes. El ácido acético presente en el vinagre ayuda a disolver la suciedad y la grasa acumulada en el horno, facilitando su eliminación. Además, también ayuda a neutralizar los olores desagradables.
Este método es similar al del limón: en una bandeja dentro del horno hay que verter 2 vasos de agua y 1 de vinagre. A continuación, hay que encender el horno a 200 grados durante 30 minutos. Finalmente, solo hay que pasar un paño muy húmedo que retire cualquier rastro de suciedad desprendida.
Cómo limpiar el interior de un horno quemado
Si el horno está muy quemado por dentro, lo mejor es intentar enjabonar su interior con un jabón neutro y frotar bien. Lo más efectivo es que, antes de ponernos a limpiar, usemos alguno de los trucos que hemos visto anteriormente para reblandecer la suciedad y conseguir desincrustarla mejor. Así, si decides tomar como dia de limpieza un saábdo por la mañana, recuerda utilizar el truco del vinagre, o el del limón, la noche anterior, para limpiar el horno mucho más fácilmente.
Además, otra opción es activar el modo de autolimpieza, una función que tienen muchos hornos, aunque la mayoría de los consumidores lo desconocen. Esta función hace que la limpieza del horno sea mucho más ecológica, ya que no usa productos químicos contaminantes ni agresivos para conseguirlo. Tiene varias maneras de conseguirlo, y una de ellas es, precisamente, aumentar la temperatura hasta 500ºC para reducir a cenizas cualquier resto de grasa.
Cada cuánto limpiar el horno
La frecuencia de limpieza de un horno dependerá mucho de cuánto se use. Si no lo usamos todos los días, con hacerlo 3 veces al año es suficiente. Siempre habrá que estar atentos a qué tanta grasa tenga dentro. Pero la limpieza a fondo puede reservarse a un momento cada 4 meses, siempre y cuando mantengamos a raya la limpieza de las bandejas, puertas y cristales. Algo parecido pasa con la campana de la cocina.