Muchos objetos de la cocina están fabricados con acero inoxidable. La campana, el horno, el fregadero o los utensilios de cocina. Todos ellos cogen mucha suciedad del día a día y a la hora de limpiarlos llegan las preguntas. ¿Cuál es la mejor forma de limpiarlos?
Aunque son fáciles de limpiar, hay que hacerlo a menudo. Por un lado, para que no se vean las marcas de manos y dedos que tan mal efecto producen y, por otro, porque lo suyo es llevar estos temas al día con una buena rutina de limpieza.
Vinagre de limpieza
El método ideal para limpiar el acero inoxidable es el vinagre de limpieza. Para limpiar las marcas de la dedos y manos de la nevera, se recomienda mezclar en un pulverizador agua y vinagre de limpieza a partes iguales.
Después, aplicar el producto en el exterior de la nevera, la campana y cualquier otra superficie. Finalmente, limpia y seca bien con un trapo de microfibra las superficies.
Jabón para fregar
Además del vinagre, existen otros productos que se pueden usar para limpiar el acero inoxidable. Se trata de productos muy eficaces que están presentes en todos los hogares. Son el jabón, el multiusos y el aceite.
Si se acaba el vinagre de limpieza, se puede usar el jabón que se utiliza para fregar los platos. Combinado con agua caliente es de lo más eficaz para limpiar el acero inoxidable. Tanto el limpiacristales como el clásico multiusos que viene en pulverizador también puede resultar de utilidad en un momento dado. Después hay que secar con papel absorbente para que no quede ninguna marca.
Aceite
El aceite es otro producto clave e indispensable en cualquier cocina. También se puede utilizar cuando se producen pequeños arañazos como consecuencia del uso. Basta con aplicar unas gotas en un algodón y pasarlo bien por la superficie en cuestión, dejarlo reposar un máximo de media hora y aclarar con una bayeta de microfibra limpia y humedecida en agua.
Para limpiar las manchas en el acero inoxidable puede utilizarse una esponja húmeda con jabón, pero nunca con productos muy corrosivos. Lo más conveniente es acabar con estas manchas en el momento, porque al trastear en la cocina se pueden ir dejando huellas difíciles de quitar.
Vinagre blanco
Para limpiar el acero inoxidable con vinagre, además de usar el clásico de limpieza, se puede probar el vinagre blanco. Es muy sencillo, solo hay que tener en cuenta la proporción de agua con respecto al vinagre, que siempre ha de ser una parte de vinagre por tres de agua.
Con una bayeta humedecida en esta mezcla, pásala bien por la superficie que se trate, insistiendo en las zonas más sucias. Para que quede realmente brillante, sécalo bien con otra bayeta limpia y seca.