El Wi-Fi es una necesidad básica de cualquier hogar. Para garantizar una correcta conexión a internet influyen muchos factores, entre ellos la localización del router.
Aunque siempre cabe la posibilidad de añadir un amplificador de señal, existen algunos trucos que permiten tener Wi-Fi por toda la casa. Te contamos cuáles.
Una ubicación central
Lo más recomendable es instalar el aparato del Wi-Fi en el centro de la casa. De esta forma, todas las habitaciones recibirán una señal estable que evite los problemas de conexión.
Otro truco es ubicar el módem en un sitio despejado. Cuanto más elementos haya a su alrededor, más probabilidades hay de que estos limiten la emisión de señal. Hay que evitar ubicar el router detrás de muebles pesados o en estanterías llenas de libros u otros objetos.
Lejos de ventanas y en un lugar elevado
Cabe señalar que el Wi-Fi emite la señal hacia abajo. Por tanto, la señal será más estable si se ubica en alto. Eso sí, si la casa tiene dos plantas mejor no instalar el aparato en la zona superior puesto que el suelo es un gran aislante de la conexión.
Eso sí, es mejor que el aparato no se encuentre cerca de ventanas y puertas. Esto se debe a la degradación de la señal que estas pueden generar en el módem.
Evita colocar otros aparatos electrónicos cerca
El quinto y último truco para tener Wi-Fi en toda la casa es mantener el router alejado de otros aparatos electrónicos. La razón no es otra que las interferencias que se generan entre estos dispositivos.
Para conseguir una conexión estable y rápida es aconsejable no ubicar el Wi-Fi en la cocina, que suele estar repleta de electrodomésticos como el frigorífico, el lavavajilas o el microondas.