La limpieza del hogar es fundamental para mantener la higiene. La cocina y el baño son dos zonas prioritarias en este sentido.
En el caso de la cocina, hay muchos electrodomésticos que requieren de una limpieza a fondo cada cierto tiempo, entre ellos la campana extractora. Aunque puede ser un poco laborioso, existen trucos que facilitan esta tarea.
Truco para limpiar la campana extractora
Muchos personas retiran los filtros de la campana de la cocina para limpiarlos. Lo más común es meterlos en agua caliente y lavarlos con jabón. Este método lleva mucho más tiempo y, además, no siempre es fácil volver a colocar las rejillas.
Sin embargo, existe una alternativa para limpiar la campana. Un truco fácil que permite dejar este electrodoméstico como nuevo. Lo único que se necesita es una bolsa de plástico grande (como las de Ikea) y un quitagrasas.
¿Cómo quitar la grasa de la campana de la cocina?
Lo primero que hay que hacer es cortar por la mitad la bolsa. Luego, con ayuda de algún adhesivo, pégala a las esquinas de la campana.
Una vez que esté bien sujeta, extiende el quitagrasas por los filtros. Con ayuda de un estropajo o bayeta friega bien esa zona hasta eliminar por completo la suciedad. La grasa y otros restos irán cayendo sobre la bolsa y, de esta forma, no se manchará el resto de la cocina. Una vez terminada la tarea, tira la bolsa a la basura.
La importancia de mantener la campana limpia
Mantener en buen estado la campana extractora de la cocina es importante tanto para la salud como para la funcionalidad del hogar. Esta herramienta está diseñada para eliminar el humo, los olores y las partículas de grasa que se generan durante el cocinado. Por tanto, si los filtros y las superficies de la campana están obstruidos, su eficacia disminuye.
Además, acumular demasiada grasa en este electrodoméstico puede suponer un riesgo de incendio. La grasa es altamente inflamable y, si no se elimina regularmente, puede prender fácilmente con el calor generado. También hay que tener en cuenta que una campana limpia contribuye a la eficiencia energética y prolonga la vida útil del electrodoméstico.