El 6 de junio, el Banco Central Europeo (BCE) bajará el tipo de interés principal desde el 4,5% al 4,25%. Lo hará porque la inflación ha pasado desde el 4,3% en septiembre del 2023 al 2,4% en abril de 2024.
La inflación, aunque de forma más lenta, continuará bajando el resto del año y también lo harán los tipos de interés. Por tanto, son muy buenas noticias para la economía española, para las empresas y para los trabajadores.
Para los trabajadores porque, en primer lugar, pagarán menos los que tengan un préstamo a tipo de interés variable. A la vez, como las empresas invertirán más, nos encontraremos que se crearán en mayor medida puestos de trabajo y, por lo tanto, lo que observaremos es que será más fácil encontrar un trabajo y también subirán en mayor medida los salarios reales.
Finalmente, hay que decir que la política monetaria no es milagrosa y no actúa de la noche a la mañana sino que tarda un tiempo. Durante 2024, en el segundo semestre, veremos algunos de sus efectos pero los verdaderamente importantes los veremos en 2025 porque se juntarán dos aspectos: el primero, las bajadas de tipos de 2024, más la que se procederá a realizar en 2025.
Porque el Banco Central Europeo tiene una tendencia bajista de tipos que no se circunscribirá solo a este año, sino que presumiblemente continuará también el próximo.