Las bayetas, especialmente las que se usan en la cocina y el baño, se convierten en una fuente de gérmenes si no se limpian y desinfectan con la frecuencia necesaria. Esto se debe a que tienden a estar húmedas, y a veces se impregnan con restos de comida, grasa y otros residuos que sirven como nutrientes para las bacterias. Además, con el uso, sus fibras se desgastan, lo que facilita la aparición de gérmenes.
Tal y como explica El Español, tras su limpieza, conviene guardarlas una vez que están totalmente secas, ya que la humedad favorece el crecimiento de moho y hongos.
Cómo limpiar y desinfectar la bayeta
Además de en la lavadora, el citado medio indica que una de las maneras más eficaces de limpiar y desinfectar las bayetas es con una mezcla de agua hirviendo y bicarbonato, puesto que éste tiene propiedades antibacterianas y es un buen absorbente de olores. También puede optarse por una fórmula de toda la vida: una mezcla de jabón y lejía en un barreño. En este caso, es importante dejar actuar durante unas horas.
Como no podía ser de forma, en el supermercado hay muchos productos específicos que prometen limpieza y desinfección. Uno de ellos es Sanytol, que, según proclama en su web, consigue eliminar hasta el 99,9% de los gérmenes (bacterias, hongos y virus con envoltura), la grasa y la suciedad. Para utilizarlo, hay que pulverizar a una distancia de unos 20 centímetros. A continuación, se deja actuar durante unos minutos y se aclara con abundante agua.
Cuándo hay que cambiar las bayetas
La frecuencia con la que se deben cambiar de las bayetas depende de la frecuencia con la que se utilicen.
Por ejemplo, Marube, un conocido fabricante, indica que es recomendable reemplazar las bayetas de cocina cada semana o después de alrededor de cinco usos.
Tipos de bayetas
Además, existen bayetas de distintos tipos. Entre las más suaves suelen figurar las de fibras naturales, fabricadas en algodón. Por su parte, las de microfibra son las más populares, porque duran bastante y no dejan pelusas. También las hay específicas para cristales y de rejilla.
En el año 2015, un estudio de Sanytol sobre los gérmenes en casa, realizado en colaboración con la Universidad de Barcelona (UB) demostró que las bacterias acumuladas en el teléfono móvil eran similares a las que podían encontrar en bayetas y esponjas de la cocina. Para evitar sustos, es recomendable tener una bayeta para cada cosa.