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El truco para mejorar la productividad que no conocías: inspirado en la mitología griega

En Consumidor Global te descubrimos cómo dejar de procastinar y cumplir un compromiso con nosotros mismos usando nuestra propia inteligencia emocional a favor

Rocío Antón

Un trabajador de una empresa que intenta mejorar su productividad / PEXELS

En La Odisea de Homero, una de las grandes obras maestras de la literatura universal -escrita en el del siglo VIII a. C.- narra las peripecias de Ulises (Odiseo) hasta llegar a Ítaca tras la guerra de Troya. En este épico viaje, uno de los episodios más emblemáticos es su enfrentamiento con las sirenas, cuyo canto seductor y mortal atraía a los marineros hacia la muerte.

Ulises, siguiendo las indicaciones de la hechicera Circe le había dado para superar con éxito este itinerario, tomó una medida drástica: la de taparse con cera los oídos y hacer lo mismo con los de su tripulación. Después , según relata la obra, se ató al mástil de la nave, advirtiendo que no lo liberen sin importar sus súplicas.

Representación del mito de Ulises y las sirenas /PINTEREST

La 'regla de Ulises': el truco para mejorar la productividad 

Este acto de previsión ha dado lugar al concepto psicológico y moderno de la "regla de Ulises", una estrategia para tomar decisiones preventivas que nos permitan evitar futuras tentaciones o distracciones.

También conocida por ser una regla basada en el compromiso con uno mismo de antemano, a fin de salvaguardar nuestras decisiones ante posibles pérdidas de control futuras. Un modo inteligente de asegurar que nuestros objetivos se mantengan intactos, incluso en momentos de crisis o debilidad personal.

Escritorio preparado para afrontar una jornada laboral con productividad/ CANVA

Precompromiso: el escudo contra la tentación

El “precompromiso” es el modo de operar anticipándonos a nuestros propios impulsos y deseos. Un método que busca garantizar que alcanzamos las metas propuestas. El escritor Nick Winter, explicaba este término de la siguiente manera: "Precomprometerse es tomar una decisión ahora para limitar tus opciones más adelante, evitando caer en la tentación cuando la voluntad flaquee", comentaba sobre la idea de perseguir un objetivo personal a conciencia y siendo conscientes de la pérdida de realización personal que esto conlleva. Esto se debe a que somos más racionales al tomar decisiones cuando no estamos emocionalmente alterados o sobrecargados.

Este enfoque, que puede parecer simple, es enormemente poderoso. Tomar decisiones en momentos de claridad nos permite crear barreras que protegen nuestros objetivos futuros de las distracciones inmediatas que nos puede proponer el ocio. De esta forma, nos aseguramos mantener el rumbo a pesar de las trabas que puedan surgir en el camino.

Organizarse en plazos es fundamental para tener un compromiso con uno mismo/ PEXELS

Cómo aplicar la regla de Ulises en la vida y el trabajo

Sin darnos cuenta, ya aplicamos la regla de Ulises en situaciones comunes de la vida diaria. Un ejemplo clásico ocurre tras una ruptura sentimental: pedimos a nuestros amigos que no nos dejen escribir a nuestra ex pareja cuando estamos de fiesta, anticipando que el alcohol o la nostalgia podrían nublar nuestro raciocinio y hacernos caer en esa llamada tan inoportuna en el "contacto cero". Con esta estrategia, de estar hiper vigilante, evitamos cometer un error emocional.

Otro caso práctico se da al hacer la compra en el supermercado. Si decidimos no adquirir alimentos poco saludables, nos estamos precomprometiendo a mantener una dieta equilibrada sin fisuras ni huecos para los alimentos procesados o el azúcar tan propios del hambre emocional.

Ser más productivo en el trabajo es un objetivo universal/ CANVA

En el entorno laboral, la regla de Ulises es igualmente útil para combatir la procrastinación. Cuando una tarea se vuelve difícil, la tentación de distraerse con las redes sociales o anticipando otra tarea más sencilla -que nos sea más cómoda peor menso urgente- puede ser grande. Si sabemos que estas distracciones nos afectan, una solución efectiva es dejar el teléfono fuera de nuestro alcance mientras trabajamos evitando sucumbir a las distracciones. Otro truco es comprometernos con terceros a entregar según qué tareas que deberíamos atajar con más celeridad que otras.

Una persona desbordada por la carga laboral/ FREEPIK

Anticiparse al fracaso: la clave del éxito

Lo primero que has de tener en cuenta es que el optimismo o la fuerza de voluntad no son constantes en todas las etapas de tu vida, pues fluctúan según múltiples variables de tu vida. Por eso, aplicar la regla de Ulises es una fórmula eficaz para evitar que esos momentos de debilidad nos desvíen de nuestras metas, pero asumiendo que hay momentos en los que nosotros mismos fallaremos a nuestro compromiso. Y no pasa nada. Lo ideal es que no te juzgues si esto pasa y sigas comprometiéndote con la tarea pese al desliz.

Tres sencillos trucos para no procrastinar y cumplir con tus objetivos:

Bien es cierto que al crear mecanismos que nos protejan de nuestros propios impulsos, no solo ganamos en autocontrol, sino que optimizamos nuestra productividad, la clave de esta estrategia radica en tomar decisiones lúcidas antes de que llegue el desafío para asegurar nuestra determinación. Por ello en Consumidor Global, te traemos tres sencillos trucos con los que dejar de procrastinar.

1. Divide las tareas grandes en pequeños pasos. Una tarea grande y abrumadora puede hacer que procrastines. Divide el trabajo en pequeños objetivos manejables y enfocarte en completar uno antes de pasar al otro. Esto reducirá tu nivel de ansiedad futuro.

2. Aplica la técnica Pomodoro. Esta técnica consiste en trabajar durante 25 minutos sin interrupciones, seguido de un breve descanso de 5 minutos. Después de cuatro ciclos, toma un descanso más largo (15-30 minutos). Esto ayuda a mantener la concentración y evitar distracciones.

3. Prioriza tareas con la regla de los "5 minutos". Si una tarea toma menos de cinco minutos, hazla de inmediato. No dejes que las tareas pequeñas se acumulen y te distraigan. Comprométete a trabajar en esa tarea durante solo cinco minutos. Una vez que empieces, es probable que sigas trabajando más allá de ese tiempo.