Los seres humanos somos muy complejos pero en el fondo, todos guardamos una serie de similitudes intrínsecas a nuestra condición. Y es que la psicología ya ha confirmado con distintos estudios que nuestro lenguaje corporal revela múltiples cosas de nuestra personalidad y muchas veces es el motor diario de nuestra comunicación con los demás.
Lo que pensamos y sentimos queda reflejado en cada uno de los movimientos corporales que inconscientemente seleccionamos en el proceso de relacionarnos con otros y el medio. Hay un gesto particularmente que no pocos hacemos de forma mecánica y que resulta de lo más intrigante. Este es el de tocarse la oreja mientras hablan contigo, un inocente movimiento que tiene todo un ecosistema psicológico detrás y que en Consumidor Global te vamos a contar.
Qué esconde el gesto de tocarse las orejas sobre nuestra personalidad
Lo cierto que el significado oculto detrás del gesto de tocarse la oreja durante una conversación no está muy claro, pues puede ser una manifestación de nerviosismo o inseguridad, pero está sujeta a la propia personalidad del interlocutor. Este comportamiento, en su mayoría involuntario, suele aparecer cuando una persona experimenta mucha incomodidad o ansiedad en medio de una interacción social. Al mecanizar este gesto ante este tipo de momentos difíciles podría estar buscando un mecanismo de auto consuelo o una manera de liberar la tensión que ha acumulado con un movimiento motriz compulsivo. En este sentido, es un gesto sutil que refleja el esfuerzo por calmarse ante una situación que percibe como estresante.
Múltiples investigaciones en el ámbito de la psicología han arrojado luz sobre este gesto, explicando que tocarse la oreja también puede ser un indicio de duda o incluso de deshonestidad porque se está poniendo en práctica la mentira poniendo a trabajar a la parte encargada de la imaginación de nuestro cerebro. Esta acción podría estar relacionada con una reacción inconsciente que busca bloquear o rechazar lo que se está oyendo o diciendo, revelando así un conflicto interno mayor. Por lo tanto, cuando alguien se toca la oreja mientras habla, es posible que esté lidiando con su mente en una dicotomía entre su propia sinceridad o la veracidad de sus palabras.
¿Qué dice la psicología de este gesto?
Bien es cierto que el significado de tocarse la oreja puede variar según el contexto cultural e individual. En algunas culturas, ciertos gestos tienen significados propios que difieren de las interpretaciones habituales de otras sociedades. Además, cada persona es única, por lo que un gesto que indica nerviosismo en alguien, en otro podría ser simplemente ser una manía. Interpretar este tipo de comportamiento requiere observar cuidadosamente el contexto y conocer bien la mente de la persona que lo manifiesta.
En conclusión, tocarse la oreja mientras se habla puede tener diversas interpretaciones, desde señales de ansiedad y duda hasta una forma de captar protagonismo con un gesto que llame la atención de los receptores del mensaje que estamos emitiendo. Para entender correctamente lo que este gesto comunica, es esencial prestar atención tanto al entorno como a las características individuales del interlocutor. No es lo mismo que este gesto se suceda en medio de una discusión de pareja, que en una charla distendida con amigos que en una reunión con tu jefe.
Otras interpretaciones de tocarse la oreja al hablar
Rascarse o tocarse la oreja durante una conversación puede tener múltiples connotaciones. En algunos casos, puede reflejar una falta de interés o una voluntad inconsciente de no escuchar lo que se está diciendo. Este comportamiento puede surgir cuando la persona percibe que la información es irrelevante o aburrida. Alternativamente, podría ser un signo de incomodidad ante el contenido de la charla.
En otros escenarios, el gesto puede estar vinculado a la ocultación de información o, incluso, a una mentira. El acto de tocarse la oreja tiene diferentes significados según el contexto. Por ejemplo, si se está discutiendo un tema delicado o incómodo, es más probable que este gesto indique rechazo o malestar. En contraste, si la conversación fluye de manera agradable, el toque en la oreja puede no tener implicaciones negativas.
En otras ocasiones, el gesto de tocarse la oreja puede ser una señal de inseguridad, lo que revelaría una búsqueda de atención o validación en el fondo. Otros psicólogos nos hablan de un método de manipulación eficaz, se trata de una táctica que algunas personas emplean para atraer la atención de su interlocutor y mandar el mensaje subliminal de que quieren ser escuchados. Aquellos que se sienten desatendidos o menospreciados podrían recurrir a este tipo de gestos para destacar y reafirmarse en la conversación.
El curioso fenómeno de los micropicores
Un aspecto interesante de este gesto es la aparición de lo que se conoce como micropicores: pequeñas sensaciones de picazón que el cerebro envía como respuesta a la tensión o concentración.
Si una persona se toca la oreja y al mismo tiempo experimenta picazón en la cabeza, podría interpretarse como un intento de concentrarse y analizar la conversación. En estos casos, lejos de reflejar desinterés, el gesto puede ser una señal de esfuerzo por mantenerse presente y enfocado.
¿Qué emociones delata tocarse la oreja?
El gesto de tocarse la oreja mientras se habla puede ser un indicio claro de nerviosismo o inseguridad. Este acto refleja la búsqueda de un alivio frente a situaciones estresantes. Además, algunos estudios señalan que este comportamiento puede revelar que la persona no está del todo segura de lo que está diciendo o que, incluso, está mintiendo. Se trataría de un mecanismo inconsciente de bloquear lo que se escucha o se dice, manifestando un conflicto interno con la verdad.
Finalmente, en otros casos, tocarse la oreja podría ser un recurso para buscar atención o validación, un intento por captar la atención del interlocutor y asegurar que se está siendo escuchado. Las personas que se sienten ignoradas o subestimadas pueden recurrir a este tipo de gestos para destacar en la conversación y reafirmar su presencia.