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La psicología tiene la posible explicación a por qué todas tus relaciones de pareja acaban mal
En Consumidor Global te hablamos de los nuevos modelos de relaciones líquidas: cómo la inmediatez y la incertidumbre redefinen el amor y la escasa estabilidad en las parejas modernas
Seguramente tú también te has preguntado por qué no te salen las relaciones como tú te esperas, qué es lo que sucede para que se trunquen y no llegues a degustar el amor como te gustaría. Y es que si hay algo en lo que todos los seres humanos llegan a coincidir es en el que hecho de la tarea tremendamente compleja que supone hacer de una relación un sendero duradero y exitoso.
Bien es cierto que las relaciones sentimentales de antaño estaban teñidas de cierto sabor a cotidianidad que tampoco llega a convencer como modelo de relación a las generaciones venideras -millennials y generación Z- pues han evolucionado a un modo de relación completamente distinto al de generaciones anteriores.
Conectar cada vez es más difícil: nuevos modelos de relación
Conectar con una persona y conseguir establecer un vínculo sano parece toda una odiesea si añadimos a la ecuación tres grandes detractores de la construcción del amor “para toda la vida”. Las redes sociales, el individualismo y la hipersexualización se han convertido en verdaderos retos para la estabilidad de la pareja.
En un contexto donde el amor y las relaciones buscan nuevas formas de apego más libres y menos sólidas, no es de extrañar que algunos se consideren desencantados con el tipo de relación que se ha puesto de moda. Aunque los jóvenes cuentan con mayor información sobre relaciones y psicología, lo cierto es que a las viejas dificultades se le añaden unas nuevas.
Nuevos actores en la escena amorosa
Estas no solo persisten, señala la psicóloga y autora del libro Por qué me cuesta tanto olvidarte, Alejandra de Pedro, sino que son capaces de quebrar cualquier pareja.
Según su análisis en consulta: “Muchos jóvenes caen en los mismos patrones que generaciones pasadas, a pesar de la psicoeducación y el conocimiento sobre relaciones tóxicas. A veces, la teoría no es suficiente, los problemas emocionales siguen siendo los mismos”, explica del motivo de que las relaciones de pareja sean cada vez más líquidas e inestables.
Redes sociales y citas a ciegas
Las redes sociales y las aplicaciones de citas han revolucionado las relaciones, introduciendo complejidades inéditas como es el hecho de tener acceso a multiplicidad de personas. Más que juzgar su influencia, expertos observan cómo un uso intensivo de la tecnología afecta a otras habilidades importantes presentes en el amor, como son los gestos de cariño y atención tan propios de la comunicación no verbal.
La psicóloga subraya que “toda interacción en redes deja un registro permanente”, lo que da pie a la obsesión por repasar conversaciones en busca de respuestas que, en muchos casos, pueden estar interpretándose erróneamente, alimentando una espiral de confusión.
Las personas han perdido asertividad
Entre las habilidades que más se están perdiendo, la psicóloga destaca la asertividad, esa capacidad de abordar conversaciones incómodas con empatía.
“Hoy en día, los jóvenes muestran ansiedad ante el contacto directo, prefiriendo respuestas breves o incluso prácticas de ghosting, dejado en el limbo todo”, comenta de cono se han vuelto corrientes actitudes escurridizas que no se apoyan en una responsabilidad afectiva, lo que crea una experiencia dolorosa en la otra parte. Algo que irremediablemente llega al no recibir una explicación que le permita procesar la ruptura del vínculo si es que esa es la intención real de la otra parte.
Superar una ruptura en la era del ‘ghosting’
El ghosting ha añadido un desafío único para cerrar capítulos emocionales. Sin la posibilidad de un cierre, muchas personas, incluso tras relaciones breves, encuentran difícil “pasar página” al hecho de haber dejado todo suspendido en el aire. “El cierre es fundamental, aunque sea simbólico”, explica de Pedro.
La falta de esta clausura puede derivar en un desgaste emocional, agravado por la tendencia a analizar los propios fallos o proyectar cualidades irreales en el otro, en un bucle de repaso constante de conversaciones que nunca terminan de aclarar lo que pasó de verdad.
Inseguridades y apegos poco sanos: el terrible legado de infancia
Las inseguridades y la negatividad en las relaciones se heredan de generación en generación, según afirman muchos psicólogos cuando explican la teoría del apego. La conexión emocional que desarrollamos en la infancia con nuestros cuidadores modela nuestra forma de entender y relacionarnos.
Alejandra de Pedro explica que durante la infancia se activa “una alarma emocional cuando no estamos en sintonía con nuestro cuidador”. Este mecanismo, señala, “se reaviva en la vida adulta, afectando nuestras relaciones de pareja y provocando reacciones como evasión, manipulación o conflicto”, relata la experta.
Escasa gestión emocional
Para los jóvenes de hoy, expresar y reconocer emociones se ha normalizado, algo impensable en generaciones anteriores, pero tampoco es que sepan gestionarlas mejor que sus abuelos. La psicóloga destaca que esta generación sabe identificar ansiedad y otros estados emocionales, pero a menudo se deja llevar por ellos en exceso.
“El impulso de satisfacer cada necesidad, o la idea de que un sentimiento desagradable indica que debemos abandonar una relación, están afectando las vida de las relaciones”, sostiene, indicando que por este motivo cada vez son más cortas. La clave no es controlar las emociones, sino aprender a regularlas y digerirlas, sin huir de lo negativo, una habilidad que parece escasa entre los jóvenes.
Individualismo e hipersexualización
El énfasis en el individualismo es otro factor que afecta las relaciones modernas. La psicóloga considera que la independencia es valiosa, pero que ciertos valores individualistas están menospreciando la importancia de la conexión humana, pues hoy en día nadie aguanta nada y prefieren “soltar rápido” todo lo que les suponga problema.
“Ponemos en un pedestal rasgos psicopáticos asociados al éxito empresarial, dejando de lado los atributos que realmente nos ayudan a construir vínculos saludables”, advierte. Asimismo, la hipersexualización y el acceso sin filtros a la pornografía están impactando en la creación del plano físico que está haciendo la juventud.
La validación por el físico
En un contexto tan visual como el actual, muchas personas sienten una presión constante por ser atractivos, mientras que también se desaprueba el deseo de una relación monógama y estable, reflejando una falta de educación afectiva y una influencia del machismo que establece el valor femenino en la juventud y la belleza.
En conclusión, mientras las nuevas generaciones cuentan con más herramientas y conocimiento sobre las emociones, los desafíos para construir relaciones sólidas y saludables siguen presentes, moldeados por la tecnología, el individualismo y la cultura de la inmediatez que no da margen a la gestación de un romance real con proyección de futuro.
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