El amor y las relaciones personales son campos en los que las emociones pueden tornarse contradictorias y difíciles de manejar. Para algunas personas, las experiencias desafortunadas en el terreno afectivo despiertan un profundo temor a enamorarse, un miedo que, en lugar de proteger, limita la capacidad de disfrutar de una vida afectiva plena.
Este temor, conocido como filofobia, no solo frena la posibilidad de amar, sino también la de ser amado, en un ciclo que perpetúa el aislamiento emocional y el distanciamiento.
Filofobia: Temor a enamorarse y su impacto en la vida afectiva
Consumidor Global ha podido hablar con Lara Ferreiro, psicóloga experta en parejas -y autora del libro Adicta a un gilipollas- sobre cómo afecta a los vínculos afectivos este trastorno emocional.
“Pueden tener trastornos de tipo personalidad, personas con problemas psicológicos, como el esquizoide que son gente muy fría que no quiere relacionarse… Esta distancia emocional hace que sea imposible relacionarse con ellos, se sabotean sus relaciones antes de tener esa intimidad. Entonces empieza el baile ansioso evitativo. Es decir, el que tiene miedo al compromiso se va, la otra persona le persigue, al final se cansa y dice 'paso de esto'. Y entonces la otra persona es la que empieza a perseguirle. El conocido juego del ratón y el gato”, explica Lara Ferreiro de cómo puede verse este terror a enamorarse dentro de un vínculo afectivo que está empezando.
¿Por qué sucede la filofobia? Orígenes del temor al amor
La filofobia, término derivado del griego (philia, que significa amor y phobos, que significa miedo), se refiere a un miedo intenso y persistente a los sentimientos amorosos y a las relaciones sentimentales. Este miedo se acompaña de la incapacidad para establecer vínculos afectivos profundos y, en algunos casos, de una aversión a ser amado o enamorarse. Esta filofobia de convierte en un verdadero obstáculo para quienes lo padecen pues son incapaces de vivir relaciones plenas y satisfactorias.
“La filofobia es un concepto muy interesante. Este tipo de fobia es mucho más compleja que un simple rechazo a enamorarse. Te impide conocer a gente, sientes un terror irracional, no quedas con gente. La filofobia está dentro de un trastorno de ansiedad, bien porque has tenido una ruptura traumática, muchas relaciones tóxicas a lo largo de tu vida, violencia o abandono o vínculos disfuncionales de los padres en la infancia. Esto te puede hacer que tengas esta tendencia a huir, como mecanismo de defensa para no sufrir, comenta la psicóloga experta en parejas Lara Ferreiro sobre esta disfunción para vincularse de forma sana y plena.
Síntomas y manifestaciones: cuando amar se vuelve incapacitante
“¿Cómo sabemos si existe este problema? Estas personas no quieren tener pareja pero sí que pueden tener sexo y otros directamente ni pareja ni sexo ni nada. Tienes mucha inestabilidad para relacionarte con los demás, te crees poco merecedor de otra estima, tienes ansiedad de imaginarte con una pareja, te agobia o te asfixia. No te fías de los demás, te crees que te van a traicionar. Incluso muchas veces esa persona puede tener dos cosas, atelofobia -miedo irracional a no ser perfecto- que te ves que no estás a la altura, o por el contrario, que te crees increíble y que ninguno es tan bueno para estar a la altura”, nos relata l psicóloga Ferreiro sobre las manifestaciones más comunes del problema.
La filofobia no es una condición formalmente reconocida en los manuales diagnósticos como el DSM-5; sin embargo, su impacto en la vida de quienes la experimentan es evidente. Entre los síntomas más frecuentes destacan:
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Evitación de la intimidad: Tanto en el plano emocional como en el físico, quienes padecen filofobia suelen mantener una distancia afectiva, dificultando la creación de lazos profundos y significativos.
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Inestabilidad y sabotaje relacional: La tendencia a evitar o incluso sabotear las relaciones es común, ya que estas personas buscan protegerse de un posible rechazo o abandono.
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Preocupación constante por el futuro de las relaciones y una marcada inseguridad afectiva que afecta su autoestima y confianza en el otro.
Filofobia y sexualidad: el impacto del miedo al amor en la intimidad
El miedo a enamorarse también puede afectar la vida íntima, dificultando el establecimiento de conexiones emocionales y físicas profundas. Este temor se traduce a menudo en una evitación de situaciones íntimas y, en algunos casos, en la inhibición de los deseos sexuales, lo que se convierte en un mecanismo de defensa ante el temor de vulnerabilidad emocional. De esta forma, la filofobia crea barreras que impactan negativamente en la vida sexual y afectiva de quienes la padecen.
“Un caso muy curioso es el de una chica que salía con filofóbico de manual. Y eso afectaba hasta sus relaciones íntimas. Él establecía que solo se verían una vez al mes porque sino ‘se enganchaba’ y segregaba oxitocina, que es la hormona de la felicidad y la encargada de crear vínculo y él no quería esto. Hasta ese punto una persona puede sabotear hasta ese tipo de intimidad...”, nos relata la psicóloga Lara Ferreiro sobre como atajar y ponerle solución a un problema de estas características.
¿Qué causa el miedo a enamorarse? Los desencadenantes
Las raíces de la filofobia suelen estar ligadas a experiencias traumáticas previas, como traiciones, rupturas dolorosas, abandono o relaciones disfuncionales. Además, la forma en que una persona vivió el apego en la infancia y los modelos afectivos aprendidos en casa influyen profundamente en la confianza y seguridad en el ámbito emocional. En ocasiones, la filofobia puede estar relacionada con otros trastornos de ansiedad o estados de ánimo, y a menudo es una combinación de estos factores la que agrava este miedo.
“ Es fácil de detectar, son estas personas que te hacen espantadas el día antes de la boda, cuando tenéis que dar un paso importante como irse a vivir juntos o tener hijos, huyen y se echan para atrás, dejando al cónyuge tirado. Estos patrones llevan a experimentar situaciones que van a generar muchísimo dolor. Algunos hasta se ve, solo de imaginarse con tener pareja tienen sudoración y palpitaciones. Todas estas personas van a estar buscando esos defectos en su pareja para no comprometerse de verdad, son personas realmente inaccesibles, muy difíciles de entender, porque el ser humano busca el amor, somos la especie más social del planeta tierra”, nos explica la psicóloga de los problemas que se suelen suceder a raíz de la filofobia.
Superación de la filofobia: herramientas y apoyo para aprender a amar
Para quienes están en una relación con alguien que padece filofobia, la empatía y la comprensión son esenciales. Permitir a la persona que avance a su propio ritmo emocional, evitar la presión y facilitar una comunicación sincera y abierta pueden ser acciones clave para construir un ambiente de confianza y apoyo. Además, el acompañamiento de un profesional de salud mental, como un psicoterapeuta, ofrece herramientas eficaces para enfrentar y superar el miedo a amar.
“Por supuesto que se puede superar pero tiene que haber terapia psicológica de por lo menos seis meses. Una pareja donde hay un filofóbico debería poner pautas, ir a terapia de forma individual y en pareja. Pero sobre todo la parte afectada tiene que reconocer su problema y querer cambiarlo”, zanjaba del asunto.
¿Cómo puede ayudar la psicoterapia a quienes temen al amor?
Superar el miedo a enamorarse no es fácil, pero la terapia psicológica ofrece recursos valiosos. Enfoques como la terapia cognitivo-conductual o las terapias de grupo proporcionan un entorno seguro donde las personas pueden explorar sus temores y modificar patrones de comportamiento perjudiciales. El acompañamiento de un terapeuta, junto con el apoyo de amigos y familiares, permite una mejor comprensión y aceptación de uno mismo, construyendo así un camino hacia relaciones más saludables y un mayor bienestar emocional.
La superación de la filofobia puede ser un proceso liberador que abre la puerta a experiencias afectivas plenas, donde el amor deja de percibirse como una amenaza y se convierte en una fuente de desarrollo personal.