0 opiniones
Ni falta de respeto ni despiste: el motivo por el que algunos llegan siempre tarde, según Harvard
Te desvelamos qué ocurre en la mente de las personas impuntuales y cómo solucionar este conflicto con la organización del tiempo según la psicología
En un mundo frenético donde intentamos abarcar demasiadas cosas y no dejar de hacer cosas, parece que le hubiéramos puesto la cámara rápida a la vida y que la meta es siempre robarle un poco de margen al reloj.
Pero el tiempo sigue corriendo de forma inexorable y solo nos queda seguir desdibujando nuestra calma en favor de ser más productivos o rápidos. En cambio hay personas que no llevan nada bien eso de ir mirando el reloj y fijar su rutina a unos tiempos determinados. Son los llamados impuntuales. Esas personas que deciden no compartir carrera con el tiempo y el estrés de ajustar tus ritmos vitales a los de las obligaciones o acuerdos con el otro. Y simplemente les da igual llegar tarde.
Según un estudio del portal YouGov de 2014, tasaba las mayores cifras de impuntualidad en la llamada generación millennial donde al menos 1 de cada 5 ciudadanos americanos llegaba tarde por lo menos uno de los días de la semana al trabajo. Una puntualidad demasiado laxa que poco o nada tiene que ver con una cultura que nos marca horarios para todo.
¿Qué les pasa a las persona que siempre llegan tarde?
Grace Pacie es una autora británica que harta de su propia desidia a la hora de mirar la manilla decidió elaborar un estudio exhaustivo de por qué siempre acababa tarde a todos los lados, para ello escribió una guía para como cambiar de actitud y empezar a ser más puntuales.
En Tarde! Una guía para los flexores del tiempo sobre por qué siempre llegamos tarde y cómo podemos cambiar. En este escrito lo explicaba de la siguiente forma: "En cuestión de personalidades, hay una curva de campana. En un extremo de la escala, están los que yo llamo 'protectores del tiempo', que están ansiosos por llegar temprano frente a 'los flexores del tiempo'", relataba sobre los que por el contrario no le dan importancia alguna a las malas caras del resto cuando llegan con todo empezado o han provocado un roto en la organización ajena.
¿Por qué hay personas que son impuntuales?
"A los flexores del tiempo no nos gusta la rutina. No nos gustan las tareas que nos son conocidas, y nos aburrimos fácilmente. Nos podemos enfocar muy bien cuando tenemos interés en algo, y si el tiempo es corto, podemos trabajar de una manera muy efectiva".
La autora hablaba de una estrecha relación entre el manejar de forma nefasta el tiempo con el de hacerlo igual de mal con el orden en el espacio. De este modo comentaba cómo era capaz de adivinar en primer día de oficina quien de todos sus compañeros iba a llegar tarde simplemente con mirar el escritorio más desordenado. ¿Qué tiene que ver el desorden con la impuntualidad? "No hemos terminado algo, cuando ya estamos empezando otra cosa y el resto se queda a medias.", explicaba Grace Pacie en su ultima entrevista en la BBC.
El motivo por el que no somos impuntuales "por naturaleza"
David Robson, autor del libro El Efecto de las expectativas, pone el foco en la falta de consciencia. Un rasgo que es medible en cuanto a la forma en la que una persona ordena sus prioridades y ejecuta.
Para Grace Pacie, eso de llegar tarde a todo habla de como el tiempo si que es relativo, porque aunque sea el mismo para todos, aquellos que intenta doblar el tiempo experimentan este de una forma muy diferente. "Tenemos una percepción distinta del tiempo a la mayoría de la gente. No todos los minutos tienen la misma duración para nosotros. El tiempo puede acelerarse o desacelerarse; podemos perdernos totalmente en algo y perder completamente la noción del tiempo. Por otro lado, si tenemos una hora de entrega, podemos trabajar de manera muy efectiva”, explicaba de esta forma el motivo real de ser impuntual en un desorden de interés y capacidad para priorizar la entrega que le ponemos a una tarea.
Qué dice la ciencia sobre la impuntualidad
La Universidad de Harvard en 2016 hizo un estudio sobre distintas personas a las que les pusieron un tiempo muy determinado para terminar de hacer una tarea, permitiéndoles ser conscientes en todo momento del paso del tiempo, se les cedió un reloj. En el experimento, los científicos distraían de vez en cuando a los sujetos de análisis.
Las tarea que le encomendaban a cada persona del estudio no era tediosa ni monótona, más bien eran tan entretenidas que algunos las calificaron al acabar de fascinantes.
Los resultados fueron claros, aquellos impuntuales que habían disfrutado de la tarea eran mejores que otros sujetos de análisis para gestionar el tiempo a su favor en este desempeño, demostrando poder planear mejor el futuro. Pacie agregaba su propia conclusión al estudio de esta universidad comentando lo siguiente: "Podemos llegar a tiempo cuando nos importa, y eso quiere decir que nos importa cuando existen consecuencias para nosotros por llegar tarde. Los momentos en los que más estiramos el tiempo es cuando no hay fechas u horas límite y no hay consecuencias, lo que muchas veces coincide con eventos sociales. Creo que es muy útil reconocer el poder de las horas y fechas límite, y que sean reales, externas a nosotros y que tengan consecuencias”, zanjaba.
Motivos por los que hay personas que llegan tarde siempre
Llegar tarde es un comportamiento común que puede tener diferentes causas, y suele depender de factores tanto personales como externos. Algunas de las razones más frecuentes incluyen:
-
Subestimación del tiempo: Muchas personas tienden a calcular mal cuánto tiempo tardarán en completar una tarea o en llegar a un lugar. Esto se debe a un optimismo excesivo o a la falta de planificación realista.
-
Procrastinación: Postergar actividades hasta el último minuto, ya sea por falta de motivación o por evitar tareas que no resultan agradables, puede llevar a retrasos.
-
Sobreestimación de la capacidad multitarea: Algunas personas creen que pueden hacer muchas cosas a la vez y terminan saturándose de actividades, lo que las lleva a retrasarse al intentar cumplir con todo.
-
Falta de organización o planificación: No tener un plan claro o no organizar bien las tareas y el tiempo puede derivar en que todo se acumule y se llegue tarde a compromisos.
-
Falta de percepción del tiempo: Algunas personas simplemente tienen una percepción diferente del paso del tiempo, lo que las lleva a no notar que están demorándose.
-
Falta de motivación o desinterés: Cuando la persona no está realmente interesada en la actividad o evento, puede ser menos probable que se esfuerce por llegar a tiempo.
-
Ansiedad o estrés: El estrés puede llevar a dificultades para concentrarse o prepararse con tiempo. En algunos casos, las personas se sienten abrumadas por la presión y terminan retrasándose.
Hay solución a dejar de ser impuntual
La mayor problemática a la que se enfrentan las personas impuntuales es a la de asumir que la impuntualidad se puede erradicar si se quiere mejorar nuestra propia relación con la gestión que hacemos del tiempo, intentando mejorar siempre aquellos puntos flacos de nuestra personalidad. Uno de los problemas más grandes que se encuentran en los estudios psicológicos sobre constumbres ha sido el de creer que ser impuntual, desorganizado o procrastinado es algo característico e intrínseco de la personalidad. Nada más lejos de la realidad, los comportamientos, por muy repetitivos que sean, se pueden corregir.
Ni siquiera hacen el intento de corregir el comportamiento. Es así como las narrativas que tenemos de nosotros mismos pueden convertirse en una profecía que se cumple sola. Ningún comportamiento viene dado con el nacimiento, todos son moldeables si tomamos acción en el trabajo de ser una persona más consciente.
Desbloquear para comentar