Por qué las mujeres sobrepiensan más que los hombres, según los expertos

Un estudio realizado por el Instituto Europeo de Psicología en 2019 arrojó luz sobre las diferencias entre hombres y mujeres en la forma de pensar y gestionar las emociones. El informe destaca que las mujeres españolas presentan un nivel de funcionamiento psicológico más elevado que los hombres, quienes, por su parte, parecen manejar mejor sus emociones. Esto refuerza la idea de que, lejos de la visión generalista, existen diferencias reales entre ambos géneros, tanto en la manera de sentir como en las actividades que les generan satisfacción.

Las fortalezas personales, según el estudio, son el resultado de la interacción entre pensamientos, emociones y comportamientos adaptativos, que varían en cada persona pero pueden desarrollarse y entrenarse. Estas cualidades permiten a los individuos sentirse más auténticos y equilibrados, lo que repercute no solo en su bienestar personal, sino también en el de los grupos e instituciones a los que pertenecen.

Las mujeres tienden a sobrepensar más que los hombres

El estudio también señala que las mujeres poseen un funcionamiento emocional más óptimo, lo que les permite un mayor equilibrio en el uso de sus fortalezas. Tienen una mayor conciencia emocional, logrando identificar y comprender mejor sus sentimientos. Esto les permite poner "nombre y apellido" a sus emociones.

Por otro lado, los hombres parecen tener mayor facilidad para regular sus emociones y "superar" rápidamente situaciones incómodas. Mientras que las mujeres prefieren hablar sobre lo sucedido, los hombres tienden a centrarse en soluciones prácticas. En general, ellas analizan más a fondo los errores y buscan margen de mejora, mientras ellos optan por una resolución directa.

El peso del ideal de perfección en la salud mental de las mujeres

Silvia Llop, psicóloga y terapeuta de parejas, sostiene que la baja autoestima es uno de los grandes problemas que enfrentan las mujeres. En el podcast Bendita Terapia, Llop subrayó la importancia de valorarse y evitar caer en la tendencia de darlo todo sin recibir nada a cambio. “Nos han enseñado a cuidar de los demás, pero no de nosotras mismas. Se nos ha inculcado la idea de ser la madre perfecta, la esposa perfecta, la trabajadora perfecta... y esa búsqueda constante de perfección está afectando nuestra salud mental", explicó Llop.

Según ella, las mujeres tienden a dar demasiadas vueltas a sus preocupaciones y a dudar de sí mismas, lo que podría estar influido por una educación que, en el pasado, asignaba roles distintos a hombres y mujeres dentro de la misma familia. Este sobrepensamiento, combinado con la presión del rol de "supermujer", ha creado una cultura del agotamiento que afecta profundamente la salud mental femenina.

La OMS alerta sobre el doble riesgo de depresión en mujeres

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que las mujeres tienen el doble de riesgo de padecer depresión en comparación con los hombres. Según el informe más reciente, más del 25% de las mujeres experimentarán un episodio de depresión mayor a lo largo de su vida, frente al 12% de los hombres. Además, los estudios epidemiológicos revelan que, a partir de la pubertad, los trastornos depresivos y de ansiedad son de dos a tres veces más comunes en mujeres que en hombres.

En España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) señaló que el 7,15% de las mujeres sufren depresión, en contraste con el 3,5% de los hombres. Algunos expertos atribuyen esta disparidad a factores hormonales, como los esteroides sexuales, que pueden aumentar la vulnerabilidad a la depresión, especialmente durante la pubertad y la menopausia.

Diferencias en la comunicación emocional entre géneros

El psicólogo Bertrand Regader enfatiza la importancia de entender las diferencias en la forma en que hombres y mujeres comunican sus emociones. “Las mujeres suelen exteriorizar sus sentimientos, mientras que los hombres los interiorizan y relativizan. Ellas tienen mayor facilidad para expresar lo que piensan y sienten, mientras ellos prefieren el silencio y una comunicación más limitada en el ámbito emocional”, explicó Regader.

En general, las mujeres necesitan hablar sobre sus conflictos emocionales como parte del proceso de afrontamiento, mientras que los hombres tienden a hablar de sus problemas solo después de haber encontrado una solución. Esto refleja un patrón donde ellas se expresan principalmente mediante el lenguaje, y ellos, a través de acciones.

El sobrepensamiento femenino y su impacto en la salud mental

La psicóloga Silvia Llop también habló sobre el hábito de sobre pensar, particularmente común en las mujeres, y su impacto en la salud mental: “La clave está en no dejarse arrastrar por ese torrente incontrolable de pensamientos. A menudo entramos en un bucle del que no sabemos cómo salir. No es que no queramos, es que no sabemos cómo hacerlo. Nuestro cerebro busca una respuesta, pero a veces la puerta de salida está cerrada", ha explicado sobre esta conducta obsesiva de sobre pensar tan ligada a la figura femenina en psicología.

"Si cada vez que haces algo mal te insultas y te desvalorizas, piensas que no vales o que la gente se va a reír de ti, tienes trabajo. Tu objetivo tiene que ser estar bien contigo y ser tu cheerleader. Y si identificas que en algún punto no lo estás haciendo y estás tirando piedras en tu tejado, ahí tienes que poner el foco. Te darás cuenta que cuando algo te duele no es por lo que hagan los demás, sino por como tú te lo tomas. Entonces cuando tú tienes una lucha interna algo está mal. Cuando tienes que estar justificando constantemente lo que hace la otra persona, algo no va bien. Y te va a tocar buscar ayuda", zanjaba comentando sobre este exceso de juicio femenino.

Diferencias de género en el uso del lenguaje

La lingüista Deborah Tannen ha señalado que desde la infancia se observa una división en cómo hombres y mujeres construyen y emiten sus mensajes. Según Tannen, “las mujeres utilizan el lenguaje para buscar confirmación y fortalecer la intimidad, mientras que los hombres lo emplean para mantener su independencia y posición social”.

Aunque estos roles comunicativos han comenzado a transformarse, cada vez más hombres sienten la necesidad de expresar sus emociones verbalmente, desafiando los estereotipos de género. Este cambio refleja una evolución positiva en la forma en que ambos géneros entienden y manejan sus dinámicas emocionales.