La simbología de los colores es algo íntimamente ligado al mundo del culto y la tradición de los distintos lugares del mundo desde tiempos ancestrales. Así como el color blanco energéticamente hablando supone una apertura hacia el mundo, la ausencia de oscuridad celebra la vida desde un prisma de pureza, por lo que no es casual que las novias utilizasen antaño este característico color como símbolo de ello precisamente.
Y al igual que hablamos del blanco, tenemos que hacer mención especial a lo que implica su tonalidad contraria, estamos hablando precisamente del color negro, uno de los más usados del círculo cromático en cuanto a vestimenta. Se ha llegado a describir la depresión como un "enorme perro negro", una metáfora popularizada por un video psicoeducativo creado por la OMS hace unos años. Este recurso visual utilizaba esta imagen para ilustrar de manera simbólica cómo experimenta una persona los sentimientos asociados a la depresión.
El color negro, un básico imprescindible
El negro ha sido uno de los colores predilectos para representar la protección frente al exterior, tanto que ha servido incluso como símbolo de luto en nuestra cultura occidental.
El hecho de que muchas personas tengan una extraña pulsión por vestir de negro no es para nada casual y es que en la moda este es un auténtico must en todo fondo de armario que se precie. Aparte de ser un auténtico ícono de elegancia y sofisticación, el hecho de confeccionarlo en esta tonalidad tan usada y recurrente también resulta un comodín imprescindible para los diseñadores y tiendas de asegurarse que los consumidores compren la prenda.
¿Qué significa vestir mucho de color negro?
Coco Chanel, una de las figuras más influyentes de la moda, lo elevó como un imprescindible para resaltar el cuerpo femenino: “Yo impuse el negro. Todavía es un color fuerte hoy en día. El negro arrasa con todo lo que hay a su alrededor. Las mujeres piensan en todos los colores, excepto en la ausencia de color. El negro lo tiene todo”, comentaba de su predilección por este tono.
Si bien muchas mujeres eligen el negro por motivos prácticos, como disimular algún kg de más, resaltar su tono de cabello o el color de sus ojos, también hay razones más profundas y emocionales detrás de su elección diaria a la hora de vestir. La psicología del color explora cómo los colores impactan nuestras emociones y comportamientos, y el negro no es la excepción.
El lado positivo del negro
Según los expertos, como así lo confirma la opinión de la psicóloga Lara Ferreiro, el negro tiene un doble significado. Aunque no pocas veces se le asocia un imaginario energético de lo oscuro o negativo, también representa una fuerza, sencillez y equilibrio interno. «El negro transmite seriedad y confianza. Es un color fácil de combinar, lo que explica su popularidad, especialmente en situaciones formales como entrevistas de trabajo, donde proyecta profesionalidad», señalaba Ferreiro en una entrevista a ABC.
Otras personalidades de la moda afirman que el negro es ideal para impresionar, calmar o seducir a otro. Es un color que aporta peso escénico, credibilidad, madurez y sofisticación, por ello a menudo es la tonalidad elegida para una cena elegante o cita amorosa. En una encuesta, el 64% de los hombres y el 50% de las mujeres coincidieron en que el negro les hace sentir con más confianza.
En el ámbito del marketing y la publicidad, el negro se asocia a todo un contexto de lujo, exclusividad y poder. En Japón, por el contrario, el negro es una forma de representar la profundidad, el alma.
El lado oscuro del negro
A pesar de sus connotaciones positivas, el negro también tiene un lado negativo en algunas culturas. Ferreiro explica que, en Occidente, se vincula con la oscuridad, el pecado, el duelo y la tristeza. En muchas ocasiones, quienes están atravesando momentos difíciles o se sienten solas tienden a elegir ropa negra porque les proporciona una sensación de paz y confort. No salir del negro sí que habla de ti y no de forma muy positiva, pues es posible que estés recurriendo a este color no solo por un tema de gusto personal, sino porque crees que necesitas estar a salvo de tu entorno o contexto.
Los expertos en psicología afirman que hay ciertos rasgos arquetípicos muy asociados a quienes optan siempre por vestir de este color:
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Expresión de pena o luto emocional: Las personas en estados depresivos suelen vestir de negro así como lo hacen los que no se sienten bien destacando.
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Búsqueda de protección ante inseguridad física: Esta misma protección también ocurre con ciertas personas que no han asumido su sobrepeso o que no se sienten a gusto con su forma física, vestir de negro muchas veces implica querer pasar desapercibido y protegerse emocionalmente del exterior.
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Como modo de crear pantallas para que no nos “lean”: El negro también puede reflejar ocultamiento, manipulación o incluso la intención de disimular una posible traición.
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Individualismo e introversión: Es una elección frecuente entre quienes prefieren mantener una actitud reservada o introspectiva.