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¿Tu hijo dice que quiere ser creador de contenido o streamer? Esto es lo que deberías saber
Muchos menores se sienten atraídos por las estrellas de las redes sociales y consideran que ganan mucho dinero sin demasiado esfuerzo, pero no siempre son conscientes de los riesgos
Casi uno de cada tres niños estadounidenses aspira a ser youtuber, según una encuesta realizada por Harris Poll/LEGO®. En España la situación no es muy distinta: según la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), uno de cada tres niños declara que le gustaría dedicarse a ello y uno de cada diez ya lo intenta.
Evidentemente, aspirar a ser youtuber o streamer tiene muchísimos riesgos, desde frustración e inestabilidad económica a la posible aparición de problemas mentales, puesto que la presión por destacar, tener éxito y aumentar la exposición pública puede generar estrés, ansiedad e incluso depresión. Además, en un contexto laboral incierto, no estar suficientemente formado puede ser fatal.
Los influencers son referentes
"Los influencers son ídolos, son sus referentes en muchos aspectos, además, son percibidos como personas que, sin apenas esfuerzo o incluso sin hacer más que divertirse, ganan grandes cantidades de dinero. Todo ello aviva el deseo de emularles", explica en el blog de la UOC Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de dicha universidad.
Además, Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, apunta que uno de cada cuatro (26%) individuos de la generación Z confía más en las reseñas de influencers que en las reseñas de páginas de productos elaboradas por otras personas. Esto resulta enormemente complejo, puesto que muchas veces los creadores de contenido han sido pagados por la empresa que presta el bien o servicio que después valoran.
Obsesión patológica o narcisismo
Tanto Lalueza como Soler coinciden en que dedicarse a esto puede provocar que los niños pierdan la noción de la privacidad y tengan dificultades para distinguir la esfera privada de la digital, o incluso, lo que resulta más peligroso, desarrollen “obsesión patológica por ser aceptados por los demás hasta el punto de dejar de ser ellos mismos”, despersonalización o “desarrollo de rasgos de personalidad narcisista”.
Otro gran problema es que la legislación española no regula específicamente el trabajo de los niños influencers, de modo que el entorno familiar debe estar muy alerta para acompañarles y protegerles.
Preguntas clave
Según Internet Matters, una organización británica que se dedica a brindar recursos y apoyo a los padres para mantener a los niños seguros en internet, lo más recomendable es mantener conversaciones con los hijos para que desarrollen una visión más crítica. Así, recomiendan plantear las siguientes preguntas:
- ¿Entiendes que lo que ves en línea no siempre es cierto?
- ¿El influencer gana dinero si tiene más vistas, más Me gusta o más clics?
- ¿El estilo de vida del influencer refleja la vida real?
- ¿Cuánto tiempo crees que dedicó el influencer a hacer ese video?
- ¿Cuál es el propósito del video? ¿Por qué están hablando de este tema?
- ¿Cómo te sientes cuando miras al influencer (ansiedad, miedo a perderse algo, inspiración, etc.)?
- ¿Cómo puedes elegir a los influencers que te hagan sentir bien?
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