Si hay algo que destaque en el comportamiento de los japoneses -incluso si lo observamos entre las multitudes más grandes- es su conducta ordenada y metódica. Un orden que infunde calma y que nos hace ver a los japoneses como una nación que sabe gestionar con paciencia absolutamente todo, hasta la tragedia.
Pues que mejor ejemplo que cuando en Japón gestionaron el devastador terremoto y tsunami de Fukushima con una tranquilidad pasmosa. ¿Alguna vez te has preguntado cómo los japoneses mantienen la calma ante situaciones difíciles? Si es que están hechos de una pasta especial. Nada de eso, lo que hay que tener en cuenta es la forma en la que esta cultura oriental educa en sus valores, vigentes desde hace generaciones, y a los que les atribuyen palabras llenas de simbolismo que ayudan a afrontar la vida de otra manera y que en España ya se están popularizando.
Cómo aumentar la confianza y el autocontrol gracias al 'Gaman'
Hay un concepto clave -el Gaman- que podríamos traducir como "perseverancia", esta palabra que encierra toda una filosofía mucho más profunda y arraigada, habla de la capacidad de soportar adversidades con paciencia y dignidad. En la cultura japonesa siempre se buscará evitar los conflictos y mantener la armonía en la comunidad.
El gaman es un concepto propio que llevan a la practica en casi todos sus actos cotidianos: desde la paciencia eterna para esperar su turno en largas colas o largos periodos de espera, hasta la organización y calma con la que se afrontan desastres naturales que citábamos antes.
Este palabra está profundamente ligado a la idea anteponer el bienestar colectivo al propio. ¿Esto quiere decir que nos olvidemos de nosotros mismos? Ni mucho menos, pretende promover la idea de que es importante controlar las emociones negativas y las reacciones impulsivas que podamos sentir ante un momento de crisis. Digamos que los japoneses te instan a elegir tener autocontrol y madurez emocional a fin de no sentirnos dominados por los sentimientos y poner en entredicho nuestra dignidad a la hora de encarar la vida.
¿Qué es el Gaman?: el secreto japonés de la paciencia y perseverancia
Más allá de su traducción, el gaman es una actitud ante la vida. Buscar mantener la armonía, ante la adversidad es sinónimo de asegurarnos no hipotecar nuestro futuro con culpa. David Slater, profesor de antropología en la Universidad Sophia de Tokio, describe el gaman como una herramienta para lidiar con lo inesperado. "Es la capacidad de tolerar y superar situaciones difíciles con dignidad", explica. Para los japoneses, esta filosofía es parte de su educación desde una edad temprana, transmitida tanto en el hogar como en las escuelas.
Noriko Odagiri, psicóloga clínica en la Universidad Internacional de Tokio, agrega que a las mujeres japonesas, en particular, se les enseña a hacer gaman en diversas situaciones, como en el trabajo o en relaciones personales. “Aprendemos a reprimir nuestros sentimientos para evitar confrontaciones, especialmente en entornos donde no tenemos el control", señala Odagiri.
El origen y resultados del Gaman
Este concepto tiene sus raíces en la filosofía budista, que promueve la superación personal y el respeto hacia los demás. Tras la Segunda Guerra Mundial, el gaman se convirtió en una pieza fundamental de la reconstrucción de Japón.
La disciplina y paciencia de los ciudadanos contribuyeron a la transformación del país en una de las mayores potencias económicas del mundo. Hoy en día, muchos consideran el gaman una característica distintiva de la sociedad japonesa, con aspectos tanto positivos como negativos. Nobuo Komiya, criminólogo de la Universidad de Rissho, cree que el gaman es una de las razones detrás del bajo índice de criminalidad en Japón. Según él, el autocontrol y la vigilancia mutua que fomenta esta filosofía hacen que las personas sean más conscientes de sus acciones.
Beneficios del 'gaman' en tu vida
En la vida moderna, el término sigue siendo un recurso valioso. Imagina enfrentarte a un trabajo que no disfrutas o lidiar con alguien difícil -situaciones con las que por desgracia tendremos que lidiar alguna vez- y no pasarte semanas en llanto o ansiedad. Aquí es donde este valor actúa con mucho tino, pues te invita a reaccionar de manera controlada (sin caer en la negatividad o impulsos) y equilibrada.
Soportar la situación con calma y dignidad, sabiendo que, a largo plazo, esta actitud te beneficiará a ti y a quienes la rodean, que no tendrán que lidiar con tu mal humor o baja tolerancia a la frustración. Para algunos el gaman te puede ayudar hasta a conservar tu empleo o mantener relaciones sociales más sólidas que no se vean vapuleadas por el conflicto. El gaman pretende darte paz interior a través de la paciencia y el autocontrol, algo que se traduce en una actitud serena valiosísima que te hace vibrar en una frecuencia mucho más alta dando una imagen de persona balanceada y con seguridad en sí misma.